¿Quién es quién para el 2024?

“El futuro no es un regalo, es una conquista.” – Robert Kennedy.

 

Vaya que la batalla por la sucesión del 2024 es un asunto que los políticos tienen clavado en la mente y en sus agendas de prioridades, la lucha por la sucesión gubernamental en el ámbito federal y estatal; y los reacomodos que con ello llegarán son parte inmediata de la agenda pública nacional y estatal.

Pero tras las cifras reveladas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) respecto al manejo de la Cuenta Pública 2020, se habrá de ir evaluando qué tanto impacta la no justificación de poco más de 60 mil millones de pesos, los cuales, nadie vio, nadie supo, a dónde fueron a parar, en medio de un régimen que enarbola la bandera de la austeridad y la transparencia.

Así Morena en el plano nacional tiene encartado a cuando menos 5 posibles prospectos a suceder al mismo Andrés Manuel López Obrador: Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard y Rocío Nahle García –aunque usted no lo crea-.

Si las cosas se le terminan por alinear a la zacatecana pudiera ser la primera tapada de la historia del país con reales posibilidades de llegar a la primera magistratura de la nación.

De la oposición la pregunta sería ¿hay verdadera oposición en México? O solo existen simuladores o comparsas, porque por más que le buscamos no vemos por ningún lado la articulación de esa oposición que ofrezca una alternativa real y verídica para los retos que afronta el país.

En cuanto al caso Veracruz, la cosa se pone interesante, pues aun cuando por el lado de Morena, la decantación se da sobre la propia Rocío Nahle García, actual secretaría de Energía, la pregunta será si los montos arrojados a obras como Dos Bocas en la revisión de la Cuenta Pública 2020 no le infringen negativos que puedan echar por tierra sus posibles escenarios sucesorios.

Y es que Nahle García podría granjearse el beneplácito presidencial, si la Reforma Eléctrica es aprobada y la Refinería de Dos Bocas comienza a operar como se asegura en los tiempos establecidos en el cronograma de trabajo, sumado a los innumerables negocios que al amparo del Poder habría podido brindarle a la familia presidencial.

Algo que pesa mucho en la determinación de una decisión como la que se le avecina al presidente.

Aun cuando eso de que “no mentir, no robar y no engañar” al pueblo de México, fue perorata, hoy es más que evidente, que nada de ello se respetó al grado de existir graves señalamientos de opacidad y corrupción en todas las áreas del Gobierno.

Por otra parte, la aparición en Veracruz de Sergio Gutiérrez Luna, actual presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados como posible candidato a la gubernatura, llega como posible plan B en los planes del propio Andrés Manuel López Obrador.

Pero también de tomarse en cuenta será el papel que habría de jugar los de casa, porque en la lista se pudieran apuntar Zenyazen Escobar García –que en materia educativa lo ha hecho sobresalientemente-, José Luis Lima Franco –de lo mejorcito de la administración estatal, por el manejo puntual de las finanzas- e inclusive el mismo Juan Javier Gómez Cazarín –quien desde el Congreso-, a quien vemos más comprometido con el proyecto del mismo presidente López Obrador y del gobernador Cuitláhuac García, ha servido lealmente a ambos personajes.

Por su parte, el prestigio y reputación del actual alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil será sumamente importante y porque no lo encarta claramente entre los posibles sucesores de Cuitláhuac García Jiménez.

El arrastre y simpatía del personaje, lo hace claro está un símil a menor escala del mismo efecto que produce López Obrador en las campañas electorales, en donde su solo nombre arrastra a los demás y, sino que le pregunten a todos los que en Xalapa iban en la boleta, que sin Ahued ahí no hubieran vuelto a quedarse en sus curules.

Extraño es no ver entre estos nombres al otrora denominado poderoso secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, quien incrustado en el gabinete de García Jiménez por la propia Rocío Nahle es como se le vino a conocer en la entidad, impresentable por donde se le analice, el personaje más oscuro de Morena acumula todos los negativos que el partido mismo puede acumular, al ser la representación misma de la corrupción, opacidad, autoritarismo y lo que acumule en la semana.

Ahora tiene un mejor panorama de ¿Quién es quién para el 2024?

 

Al tiempo.

 

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