“Un jefe debe tener los ojos tan puros como las manos.” – Plutarco.
Es de sabios recapacitar, reflexionar, pero sobre todo enmendar el error, más cuando es un político quien debe asumir el costo de la medida.
Así, Cuitláhuac García Jiménez, honra su palabra y atiende la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al derogar el delito de “ultrajes a la autoridad”.
La propuesta enviada al Congreso del Estado, ha sido turnada en tiempo y forma a la Comisión Permanente de Justicia y Puntos Constitucionales, quien estudiará la propuesta para derogar el artículo 331 del Código Penal del Estado.
García Jiménez busca resarcir el daño causado –ex profeso- a quienes han sido detenidos y procesados por tan controversial delito.
Ahora que el ejecutivo estatal, cumple con su palabra, bueno sería invitar a las autoridades responsables de la Fiscalía General del Estado (FGE) a acelerar los trámites que permitan dar curso jurisdiccional a una serie de denuncias en contra de conocido funcionario estatal, sobre quien pesan serios señalamientos.
Al menos de ello han dado cuenta innumerables publicaciones de columnistas veracruzanos, en los que se denuncian desde las amenazas, hasta actos de corrupción, mismos que habrían escalado niveles nacionales.
Mientras el personaje continúe a lado del Ejecutivo Estatal, la sombra del desprestigió y el deshonor seguirá tiznando su investidura, pues su paso por la administración pública estatal ha sido tanto o más deshonrosa que la que tuviera en Baja California Sur donde incursionó en la función pública con muy malos antecedentes.
Así los señalamientos de enriquecimiento ilícito, corrupción, protección de violadores y acosadores sexuales, y un sin número de señalamientos se continúan acumulando.
Hace cerca de 6 meses el periodista Víctor Octavio García Castro originario de Baja California Sur, publicó imágenes de una de las tantas propiedades que se dicen acumula ya el funcionario, sin que nada, ni nadie, en la Contraloría General del Estado, Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, o la misma Fiscalía General del Estado (FGE) hagan algo por investigarlo.
Aquí la evidencia publicada el 20 de julio por el periodista de sudbajacaliforniano https://www.facebook.com/photo.php?fbid=4171227849627133&set=pb.100002198780859.-2207520000..&type=3 en la que se exhiben fotografías de un predio en aquel estado.
Pero para no ir más lejos, lo publicado por la periodista veracruzana Claudia Guerrero Martínez confirma lo señalado https://libertadbajopalabra.com/2020/08/26/eric-cisneros-de-corriente-ladron-en-mulege-a-pillo-en-la-secretaria-de-gobierno-de-veracruz/ sin que a la fecha las autoridades practiquen o reconozcan abiertamente tener alguna investigación en su contra.
Llegó el momento de enmendar la plana, y si el mismo gobernador Cuitláhuac García Jiménez acepta y reconoce un error que dicho sea de paso salió del mismo Jurídico de la Secretaría de Gobierno, pues sería buen momento para corregir el error.
Catalejo
En nuestra pasada entrega, del 31 de enero denominada “El gran ausente del WTC” señalamos: “Fue en el mismo sitio que en 2016, el entonces senador José Francisco Yunes Zorrilla retacará hasta las lámparas bajo el argumento de presentar su informe de labores legislativa, confirmando con ello, quien traiga el afecto de la militancia al interior del PRI, a pesar de la imposición que más tarde se consumó con la llegada de Héctor Yunes Landa a la candidatura a la gubernatura.”
Cabe reconocer que la candidatura de Yunes Landa no obedeció a una imposición como literalmente señalamos, sino a un proceso exhaustivo de consulta vía encuesta, que en tres ejercicios demoscópicos realizados por los priistas: uno en presidencia de la República, otra la misma Secretaría de Gobernación, otro en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, e inclusive otro más realizado por el mismo Héctor Yunes, le dieron la ventaja por 18.2% sobre José Francisco Yunes Zorrilla.
Es de sabios reconocer un error, por lo que, con base en ese precepto, cumplo con la amable observación. ¡Servido!
Al tiempo.
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