“Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida.” – Lucio Anneo Séneca.
Cuando el gobernador Cuitláhuac García Jiménez el pasado lunes en conferencia de prensa explicó con pelos y señas en que, y cómo los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado habían violentado su propia Ley Orgánica de la propia Cámara Alta, nadie se imaginó que 48 horas después, su presidente Dante Alfonso Delgado Rannauro, renunciaría a la misma.
La violación flagrante de su normatividad específicamente a los artículos 39, 42 y 119 puso nerviosos a quienes componían la pseudo Comisión creada para investigar los evidentes hechos de violación a los derechos humanos y debidos procesos de cientos de personas en Veracruz, como resultado del uso del delito de ultrajes a la autoridad.
Las preguntas lanzadas por el Ejecutivo veracruzano calaron hondo entre los mismos senadores, al punto que se ha dado una aparente división entre los integrantes de la fracción parlamentaria de Morena, quienes no dan crédito que un senador del mismo partido ataque ferozmente a un gobernador de su mismo partido.
La problemática ocasionada por el diferendo veracruzano, ha provocado una escalada de reacciones. De entrada, nadie se explica porque Dante Delgado tiró el arpa, o mejor dicho huyó del barco que comienza a hundirse.
Hay quien afirma que los señalamientos contra el gobernador de Veracruz, pudieron haber escalado al punto de comenzar en suerte a investigar actos de corrupción en las entidades donde es gobierno Movimiento Ciudadano (MC).
Otros afirman, que, con esta acción, se protegen para llegado el momento, convocar al pleno y buscar reactivar la ya vilipendiada comisión investigadora, pero con el asegún de que se irá por todos los gobernadores que tengan cuentas pendientes, lo que, a todas luces, no le conviene por nada al ex gobernador de Veracruz.
Las acciones ejecutadas por García Jiménez con el auxilio de sus cercanos, a los que verdaderamente les gira la piedra, pero, sobre todo, quienes le han mostrado lealtad, –Zenyazen, Cazarín y Lima Franco, Hugo Gutiérrez Maldonado-, prepara ya los siguientes pasos a seguir.
Por lo pronto, muy quitado de la pena, el mandatario estatal se paseó por el centro de Xalapa y ahí ante reporteros que cubren la fuente les exhibió que al menos de su parte seguirá a fondo el tema y llegará hasta las últimas consecuencias.
Ahí cuestionado por los reporteros afirmó: sabía que se iban “a echar para atrás”, por eso desde este martes certifique ante notario lo que considera una ilegalidad.
García Jiménez asegura: “independientemente de lo que argumente (Dante Delgado), lo que queda claro es que se están echando para atrás de un acto ilegal”. “Y como sabía, porque ya los conozco muy bien, que se iban a echar para atrás, yo sí documenté el acto ilegal”, sostuvo.
La advertencia que llega más como amenaza fue clara, “en caso de que los legisladores federales continúen con dicha postura de atacar a un gobierno legítimo, a través del uso indebido de sus atribuciones y violentando los reglamentos internos del senado y de la ley, hare uso de la información que poseo para aclarar la situación.
Queda claro que este combate pactado a 12 asaltos no ha acabado, pero nuevamente el mandatario veracruzano se alza con el asalto, al punto tal de casi tender en la lona al mismo Monreal.
Y la pregunta está en el aire: ¿qué le ofreció el presidente López Obrador a Dante Delgado para literal abandonar la nave, dejando colgado al mismo Ricardo Monreal?
Al tiempo.
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