El blindaje de Cuitláhuac

“De que te vale ser más fuerte, si no sabes ser mejor.” – Federico Balart.

 

El arranque de año para el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez no ha sido nada sencillo.

Mientras el estado enfrenta un nuevo incremento en la inseguridad con la ejecución de ciudadanos vinculados presuntamente a la delincuencia organizada en su eterno pleito por controlar las plazas, la vinculación directa –vía señalamientos- de funcionarios de su gobierno con la delincuencia organizada y el asesinato de periodistas, cualquier otro político en otros tiempos estaría sumamente preocupado y ocupado por intentar salir de tan tremendo embrollo.

Pero García Jiménez pertenece a una nueva generación de políticos, de esos que la 4T ha repartido por todo el país, a una extraña estirpe de “rara avis” de esas que su plumaje por más que se enloda, no se mancha, al menos a los ojos de quienes son seguidores de la transformación.

La implacable defensa del presidente López Obrador hiciera de su persona, en su conferencia matutina de reaparición, tras haberse contagiado por segunda vez de COVID-19, evidencia que Cuitláhuac García está dotado de una armadura con blindaje especial.

Un blindaje que lo hace inmune a la mordedura de toda la fauna nociva que inunda la política, pues ni las víboras prietas, tepocatas, o demás animales rastreros le hacen nada.

Por el contrario, que se cuiden esos insensatos, esos enemigos de la patria representados en ex gobernadores como Miguel Ángel Yunes o Javier Duarte, esos a los que la justicia tarde o temprano les llegará advirtió el mismo presidente, con lo que le abre un frente nuevo para alejarlo de cualquier señalamiento e implicación en temas criminales.

Acusaciones directas de vínculos de funcionarios cercanos con el crimen organizado, que en sexenios anteriores hubieran sido tema suficiente para pedirles su renuncia desde el Palacio de Cobian, hoy son simplemente cohetones de feria, ruidosos, pero nada más.

El arropamiento que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum –próxima candidata a la presidencia por Morena a capricho de YSQ- hiciera de su persona, son la confirmación de que él cumple con el principal criterio para sobrevivir en los tiempos de la 4T, obediencia y sumisión incondicional a los designios del gran Tlatoani.

Y con eso basta para poder salvar cualquier imputación por más lejana que esta pudiera llegar, pues las misivas dirigidas al residente de la Avenida Pensilvania 1600 en Washington lo tienen sin cuidado, inclusive pide que le revisen, pues “el que nada debe, nada teme”, afirmó.

En términos Cuitláhuescos “pueden buscarle por donde quieran, que nada le van a encontrar” porque simplemente su fe ciega por su prócer lo hacen más inmune que refuerzo de vacuna contra el COVID.

Así que Cuitláhuac García tendremos para rato, nos guste o no, y a sus enemigos políticos ya saben, la justicia llega tarde… pero llega.

 

Sextante.

De reconocer el compromiso y la actuación de Zenyazen Escobar García, secretario de Educación, quien aparte de supervisar los macro centros de vacunación para docentes en Xalapa, se formó, como miles de maestras y maestros, para recibir su vacuna de refuerzo.

Ejemplos de este tipo, son los que, a pesar de las críticas, deben ser reconocidos, pues aquellos tiempos de privilegios desmedidos para funcionarios de primer nivel, parecieran ser práctica en desuso, lo que es de reconocerse, pues elevan la calidad del servidor público que como cualquier ciudadano de a pie pone ejemplo de igualdad.

 

Al tiempo.

 

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Twitter: @LuisBaqueiro_mx

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