La Fiscalía General del Estado debe tener pruebas sólidas, contundentes, irrebatibles en contra de José Manuel del Río Virgen para haber solicitado al juez Francisco Reyes Contreras y haber obtenido de él una orden de aprehensión en su contra (anoche le dictó prisión preventiva de un año y la audiencia de vinculación a proceso será el lunes próximo), por su presunta participación en el asesinato de René Tovar, candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cazones, en junio pasado, pues de lo contrario habrá desatado los demonios en contra del Gobierno de Veracruz.
Tiene que tenerlas y demostrar plenamente la responsabilidad del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, veracruzano exalcalde de Tecolutla, porque de otra manera va a poner en riesgo no solo la permanencia en el cargo de su titular Verónica Hernández Giadáns sino que le va a causar una gran inestabilidad política de consecuencias imprevisibles al propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
El riesgo de que ocurra se manifestó ayer mismo cuando las bancadas de Morena, del PAN, de MC, del PRI, del PRD y del PVEM en el Senado y los presidentes de las Mesas Directivas del Senado, Olga Sánchez Cordero, y de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, reprobaron la actuación de la Fiscalía, hicieron serios señalamientos en contra del Gobierno de Veracruz y de su titular Cuitláhuac García Jiménez, se solidarizaron con Del Río Virgen y el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, senador Dante Delgado, anunció que solicitará al Senado la desaparición de poderes en Veracruz. Lograron, pues, unificar a todos, a propios y a extraños, ¡pero en contra!
Quién sabe quién le aconsejó al gobernante dar el paso y si lo calcularon bien, porque no supieron distinguir que no se trataba de otro caso más como el de Rogelio Franco o el de Tito Delfín, entre otros políticos opositores detenidos que se dicen víctimas de violaciones a la ley por parte de la Fiscalía y de jueces, y esta vez se metieron con un personaje político de alcance nacional, por la posición que ocupa.
Ayer el escándalo mediático y político era de tal magnitud que ni los propios senadores de Morena avalaron el encarcelamiento del funcionario de la Jucopo y la repercusión en la prensa nacional e internacional encendió los focos rojos en la Secretaría de Gobernación y en la Presidencia de la República, según dijeron al columnista fuentes políticas de la Ciudad de México. El presidente López Obrador estaría irritado porque en lugar de poder dedicarse a atender los asuntos que le interesan lo distraen con los reportes de quejas contra las autoridades de Veracruz y los problemas que le causan, por lo que habría instruido al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que intervenga y meta orden.
La reacción más virulenta fue la del exgobernador Dante Delgado, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, partido al que pertenece Del Río Virgen, a quien calificó de ser “un preso político”, acusó al gobernador de “incapacidad probada” y anunció que solicitará al Senado la desaparición de poderes en Veracruz “por quebrantar el orden constitucional”.
El propio presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, de Morena, expresó que la detención de su amigo, colaborador y operador de mayor confianza “es signo de abuso de poder en Veracruz”. “Se trata de una detención alejada del principio de legalidad, maquinada, inventada, construida artificialmente, lo cual se demostrará en su momento y se demostrará el abuso del poder”.
Habló de “un momento trágico de la vida política” del Estado… en el que “la persecución política, la maquinación de delitos y las acusaciones infundadas son muy, muy frecuentes”. Señaló que “el Estado atraviesa igualmente un mal momento en los ámbitos de procuración y administración de justicia, que no tienen autonomía ni tampoco independencia, pues en ellos el exceso, la indicación y el abuso de autoridad, están presentes. Indicación ilegal. Pobre Veracruz: tan lejos de la justicia y tan cerca del autoritarismo”.
En solidaridad con él se le sumó el senador veracruzano, miembro de la Jucopo y coordinador de la bancada del PAN, Julen Rementería del Puerto, quien se unió “al reclamo y al posicionamiento” de Monreal. Dijo: “Condeno de manera absoluta el autoritarismo y el uso faccioso y político de la justicia que hace el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez en Veracruz”.
Otro senador veracruzano, José Francisco Yunes Zorrilla, del PRI, dijo que “no puede permitirse el error histórico de retroceder democráticamente y ceder ante el abuso que se ejerce desde el poder. Lucharemos contra el uso político de la seguridad y la justicia para intimidar adversarios y neutralizar críticos. Sobran ejemplos de persecución”.
Por su parte, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, veracruzano de Minatitlán, de Morena, Sergio Gutiérrez Luna expresó: “Lamento la situación jurídica de José Manuel del Río Virgen, gran amigo desde hace más de 20 años, veracruzano reconocido. Deseamos que esta situación no obedezca a alguna motivación de índole política y que todo se resuelva con estricto apego a derecho. Estaré atento a su proceso”.
La condena, pues, era unánime.
Sobre el caso, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez dijo en declaración al portal alcalorpolitico.com que no se trataba de un tema político, que era un tema de la Fiscalía desde hace seis meses, que “no hay señalamiento, acusación de mi parte” y que mal hubiera hecho la fiscal Verónica Hernández Giadáns si no hubiera acatado la orden del juez.
En la historia de Veracruz nunca antes un gobernador había logrado unificar en contra a todas las bancadas del Senado, incluyendo la de su partido. Hasta anoche cuando cerré la redacción de esta columna ningún diputado federal ni local de Morena, ni el presidente de la Jucopo en el Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, ni el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, ni el dirigente estatal en funciones de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, habían salido en defensa del gobernador. Todos guardaron silencio. Lo dejaron solo.
Senadores de Morena tienen “certeza” de que es inocente
El comunicado con el que reaccionaron los senadores (mujeres y hombres) del Grupo Parlamentario de Morena, es decir, de los compañeros de partido del mandatario veracruzano, avalando la conducta y trayectoria del ahora detenido a quien dijeron conocer “desde hace tres años como una persona profesional y honorable”, pidiendo “respeto al Estado de Derecho” y que “se garantice el debido proceso y la presunción de inocencia” de Del Río Virgen, es una clara señal de que dudan de la actuación de la Fiscalía de Veracruz.
Tan es así que expresaron su “certeza” de que el detenido “demostrará su inocencia y superará estos actos que se han dirigido en su contra”, expresando también que “sería lamentable” que la detención del exdiputado federal “tenga un trasfondo de venganza o persecución política en su contra”, por lo que solicitaron “total transparencia en el actuar de la fiscalía estatal”.
Casi dan por hecho que se trata de esto último pues: “Rechazamos cualquier intento de pretender utilizar las instituciones de gobierno, de procuración y de administración de justicia del Estado de Veracruz, para atentar contra los derechos humanos o con objetivos injustificados por la ley y por los principios constitucionales”. Los senadores de Morena se dijeron sorprendidos por la aprehensión del secretario técnico de la Jucopo.
Por separado, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, de Morena, Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y exsecretaria de Gobernación tuiteó: “En el caso de la detención en Veracruz, de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Jucopo, considero que, garantizar la presunción de inocencia y el debido proceso es deber de todas las autoridades de procuración e impartición de justicia. Confío en que así será”.