“El objeto de toda discusión no debe ser el triunfo, sino el progreso”.
Joseph Joubert.
El debate es un ejercicio en el que se comparten diversos puntos de vista en torno a una problemática, por el cual se comunican los argumentos que se consideran correctos y que, aunque no se lleguen a verdades absolutas, se puedan evaluar tesis que permitan a los debatientes entender sus posiciones, produciendo de esta forma acuerdos propios que beneficien a la sociedad entera.
En un debate se da a conocer el pensamiento lógico – crítico con su argumentación, respaldándose por las evidencias o razonamientos que estructuran su postura, lográndose un avance evidente, si se analiza y atiende en forma apropiada la posición presentada, de la cual puede derivar el mejor acuerdo.
Se supone que los legisladores que elegimos, son nuestras voces en sus respectivas cámaras, en donde se fijan determinadas posturas y llevan a cabo lo que es el debate parlamentario, que se conoce como la discusión que se suscita entre ellos para dar lo mejor al país y al pueblo que representan.
Sin embargo, a los legisladores del partido en el poder y los arrastrados, pedigüeños y necesitados del Verde y del PT, se les indica por parte del Ejecutivo no cambiar ni una coma, orden descarada que, nunca se había visto en, considero ningún gobierno que no haya sido dictatorial haya realizado. Pero si un jefe del ejecutivo siente que domina la verdad en forma exclusiva, solo tendrá como resultado que, sus criterios serán agresivos y prepotentes, pero sin razón positiva alguna.
Lo que resulta más degradante y repugnante para los ciudadanos, es la sumisión de los legisladores a la voluntad del dictador, quienes evidentemente no aceptan debatir, ni se prestan a escuchar algún argumento de la otra parte, sino que se encuentra sometidos a la voluntad de su absolutista, de “no cambiar ni una coma” y no obstante se les presenten todo tipo de razones, se encuentran sumergidos y sometidos a lo que disponga su líder.
Y ante la falta de argumentos para defender lo ordenado por el tirano, el insulto y la descalificación es la respuesta de todos los dóciles, mansos y disciplinados, lo que no es extraño para todos, que los que militan en Morena, muestren su calidad de mascotas rudimentarios, siendo el colmo de la desvergüenza, cuando las legisladoras del partido en el poder desplegaron carteles con ofensas de todo tipo, sin quedarse atrás Marisol Gasé, quien además es actriz, locutora, activista y cabaretera, quien a su par Olga Espinosa del PRD, le mostrara un cartel con la leyenda “CULERA”.
Ha de estar muy orgullosa, de defender sumisamente y sin argumentos fidedignos a su ídolo y pastor, “enseñando el cobre” sin ver por el beneficio del país y solamente el suyo.
No quisiera caer en la cuenta de que “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, pero tenía razón Gandhi al mencionar: “Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados”. O lo expresado por Jacinto Benavente: “Los pueblos flojos, sin voluntad y sin consciencia, son los que se complacen en ser mal gobernados.”