La reforma no es un juego

La reforma eléctrica no es como un partido de futbol donde unos apuestan por el triunfo de alguno de los equipos. Esto es mucho más serio y lo que se apuesta es el futuro del país, como para exhibirlo únicamente como si se tratara de un punto, un gol o un jonrón.

Porque la irresponsabilidad de algunos analistas y medios con más mala intención que desinformación anuncian que el debate parlamentario de la reforma eléctrica se pospuso, cuando eso no es real. Y lo peor, adjudican la visita del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, a Palacio Nacional para argumentar -sin bases- que esa discusión en el Congreso se debió a una petición del gobierno del país del norte.

En primer lugar, el desconocimiento del tiempo legislativo porque nunca se habían llevado a cabo como debe ser. Por ejemplo, en la reforma energética de 2013, su elaboración se realizó en 40 minutos, a pesar de que se requiere de dos Comisiones de los diputados, es decir, la de Energía y la de Puntos Constitucionales y esto lleva tiempo, porque las integran legisladores de todos los partidos. Sin embargo, en ese momento se aprobaron en la madrugada del 12 de diciembre y se legisló sobre las rodillas y con sueño.

Y es lo que se iniciará el 5 de noviembre en el Congreso. La elaboración del dictamen que deberá estar terminado antes de que lleguen las vacaciones que iniciarán, para el Congreso, el 15 de diciembre, para que en febrero, cuando se reanudan las actividades normales, empiece a discutirse en el pleno.

Los debates tardarán unos días para que, en caso de aprobarse, la reforma sea aprobada en 17 de los 32 congresos locales, por lo menos. De tal manera que nada se aplazó, simplemente se cumplieron los tiempos legislativos que pocas veces fueron respetados.

Por otra parte, la visita del embajador de Estados Unidos a Palacio Nacional obedeció a temas muy ajenos a la reforma eléctrica. Ese día, el 4 de noviembre se celebraba el segundo siglo de vida de la Secretaría de Relaciones Exteriores, por lo que a ningún embajador como Salazar, que fuera secretario del Interior con Barack Obama, se le ocurriría en medio de una conmemoración eminentemente diplomática, hablar sobre un tema que creara controversia o mostrara desacuerdos en ese momento, porque anteriormente había dicho que le preocupaba la reforma eléctrica en México.

Ken Salazar cuando mostró su preocupación por la posible aprobación de la reforma eléctrica se refería a que pudiera afectar el tratado de Comercio entre México, su país y Canadá. Por lo que el secretario Marcelo Ebrard se ofreció, amistosamente, a explicarle posteriormente los objetivos de dicha reforma ante la postura del embajador, quien dijo: “Quiero aprender más sobre el ímpetu de esta reforma constitucional”, y añadió que “nos comprometimos a continuar el diálogo sobre este crítico asunto los próximos días”.

Marcelo Ebrard rechazó que dicha discusión en el Congreso se haya aplazado para abril de 2022 a petición del embajador de Estados Unidos.

En el capítulo 8º del tratado, de los cuatro que tocan el tema, se especifica que cada país tiene la libertad de realizar los cambios necesarios en materia de energía, que no deben afectar los contratos ya establecidos, donde se precisa que no hay riesgo de violentar dicho acuerdo internacional.

Para los inversionistas en energía eléctrica el negocio es muy grande, y están acostumbrados a montarse en la infraestructura de los países, como es el caso de México, para utilizarla sin pagar su utilización a la Comisión Federal de Electricidad. Este es uno de los puntos que deberán desaparecer porque no son legales.

Es necesario meter orden en el suministro de la energía eléctrica y mostrar cómo los regímenes anteriores abandonaron buena parte de dicha infraestructura para tener el pretexto de contratar a empresas privadas como Iberdrola, a cambio de beneficios personales. Es decir, vendieron al país a través de una de sus riquezas estratégicas.

Lo que se roban las empresas privadas extranjeras suma 435 mil millones de pesos al año, lo que equivale a dos años de pensión para los adultos mayores, sin tomar en cuenta que su posesión como mercaderes de la energía eléctrica les permite aumentar el precio del consumo a su arbitrio.

Por ejemplo, en España, la primera semana de noviembre fue fatal, porque el precio medio diario de electricidad en el mercado subió el martes 2, a 145.95 euros/MWh, un 60.03 por ciento más que un día anterior, cuando el precio se situó en los 91.2 euros/MWh. En ese país los precios los imponen tres empresas privadas que suman casi el 100 por ciento del suministro y hay miles de hogares sin iluminación ni servicios por no pagar estos altos precios que, sin aviso previo, les imponen.

No se trata de una ocurrencia, sino de una medida necesaria para deshacer los errores voluntarios y mercenarios del pasado, evitando que sean más graves en el futuro.

La insistencia de quienes proponen la reforma radica en la discusión amplia. Porque hay partidos de oposición que en tres años no han trabajado, se han limitado a descalificar a la administración pública desde la tribuna parlamentaria y ahora que se les presenta la oportunidad de desquitar su salario, debatiendo con argumentos la reforma, simplemente se niegan a establecer un debate de altura como lo merece este tema que ha sido calificado ya por los especialistas como “un debate muy primitivo”.

PEGA Y CORRE. – A mitad del sexenio cualquier acto público que realizan los presidenciables son interpretados por la oposición como actos adelantados de campaña, lo que quieren es que ya no hagan nada, saben que más vale equivocarse trabajando que estando cruzados de brazos, como se gobernó por muchos años… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

angelalvarop@hotmail.com

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