No lo conozco, pero mis respetos para él. Con eso hubiera sido suficiente y se hubiera escuchado y visto bien el gobernador Cuitláhuac García Jiménez en su respuesta ayer cuando en su conferencia de prensa matutina le preguntaron sobre el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna.
Pero no se contuvo. Optó por desconocerlo y descalificarlo, dejando traslucir que la presencia y el éxito que está teniendo en sus visitas de fines de semana a diversas ciudades y regiones del estado lo tienen descompuesto.
Uno de sus argumentos resultó muy endeble. Dijo que Sergio ganó su curul “por el Estado de México” (en realidad es plurinominal, por la Quinta Circunscripción) y que se pasó a Morena después de haber militado en el PAN y en el PRI, olvidándosele que el propio AMLO fue militante y dirigente estatal del PRI en Tabasco, que luego estuvo en el PRD y que en 2018 fue candidato de Morena, pero también del PT y del PES, esto es, que los representó, por lo que no es químicamente puro.
Dado lo caliente del tema, ayer, antes de salir a su exposición ante los medios, su secretaria, o Iván, el titular de Comunicación Social, o Waltraud, la jefa de la Oficina de Programa de Gobierno, le hubieran preparado una jarra de té de tila, muy concentrado, le hubieran dado a beber varias tazas y aconsejado que aguantara vara, como recomendaba Gina Domínguez que se debía hacer cada que iba a comparecer en el Congreso.
Se advierte que Sergio les descompuso sus esquemas políticos (si es que los tienen) con tan solo venir a cacaraquear el presupuesto federal para Veracruz en 2022 y a escuchar a todo aquel que quiere o tiene que decir algo, porque del gobierno del estado nadie lo ha querido hacer en tres años.
El gobernador debió haber guardado mesura, por muy furioso que esté, no mostrar una de sus debilidades, su irritabilidad, porque un gobernante jamás debe dejar traslucir una sola ya que entonces muestra uno de sus talones de Aquiles, de lo que se agarrarán sus enemigos o sus adversarios políticos, o un sector de la prensa, para estarlo jorobando.
Su bronca debe ser con Patrocinio, no con Sergio
La bronca del gobernador no es ni debiera ser con Sergio, es y debe ser con el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, y con el encargado de la dirigencia estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, porque descuidaron la parcela, se echaron a la hamaca, se confiaron, no han creado una estructura propia que les sea leal ni tampoco han buscado, nunca, atraer hacia su causa a los diversos sectores de la sociedad, que han estado ahí esperando que alguien del gobierno les lance siquiera un chiflido, y en cambio se han encerrado en su torre sectaria en la que además solo tienen cabida sus familiares, sus incondicionales, sus socios o cómplices, solo quienes están dispuestos a someterse a sus designios sin chistar y a tirar al bote de basura su dignidad.
Ahí están los resultados de la estrechez de miras de sus cercanos quienes le han hecho creer que ir a pintar casas al Totonacapan, o a chapear en Xalapa, o a pasear en un catamarán los fines de semana en el río Papaloapan es hacer política y gobernar y que con eso se van a ganar la adhesión de los veracruzanos.
En lugar de enojarse con Checo (no lo ha querido recibir en palacio ni le tomas sus llamadas) y desconocerlo (lo conoce y muy bien), Cuitláhuac debiera agradecerle que le haya demostrado que su gobierno no tiene estructura humana política, menos que esté consolidada, que es puro cascarón, y que si ganaron la elección de junio pasado fue a base de amenazas, de presiones, metiendo a la cárcel a los adversarios, con violencia, con costales llenos de dinero, pero no porque tengan liderazgo ni control político.
El gobernador debe preguntarse si Sergio es mejor que ellos, si en pocos días se hizo de liderazgo porque es muy canijo y vivaracho (para usar dos términos propios del sur, incluido Minatitlán) o porque su operador político Eric Cisneros anda en todo (escribiendo y presentando libros, “promoviendo” Veracruz con bailables en las terminales de autobuses, llevando “inversionistas” a pasear a Baja California, chapeando, abriendo tiendas de artesanías en macroplazas para ricos, cursando maestrías, pintándose y disfrazándose de “calavera” por el Día de Muertos y un largo etcétera) menos en lo que debe.
Otro de los argumentos de García Jiménez fue que el Presupuesto de Egresos no sale de la presidencia de la Cámara de Diputados. Muy cierto. Pero lo único que ha hecho Gutiérrez Luna ha sido venir a informar a los sectores de Veracruz cómo viene y cómo los beneficiará, a tratar de defender la política económica del presidente López Obrador, lo que en cambio nadie del gobierno del estado ha salido a hacer, y menos a escuchar y a recoger sus inquietudes porque no están conformes con algunas medidas, lo que en cambio está haciendo el de Minatitlán.
Tienen información, pero no saben cómo venderla
La misma información que viene comentando Sergio la ha tenido el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, quien desde inicios de septiembre se la dio al gobernador para que la cacareara, pero nunca le dio importancia porque solo está embelesado en lo que hace la Fiscal, que, además, nadie lo cree. En este mismo espacio, con el subtítulo: “No recortarán a Veracruz participaciones federales”, el 17 de septiembre comenté porcentajes de esa información.
Creo que ayer, sin que el minatitleco haya tenido nunca esa intención (eso creo), por la irritabilidad que mostró, el gobernador lo convirtió en la gran sombra, pesada y oscura, que ya carga en vísperas de su Tercer Informe de Gobierno. ¿Atemperará las cosas invitándolo a que lo acompañe en la ceremonia, como lo han invitado en otros estados del país para una ocasión similar; como ha invitado a la secretaría de Energía Rocío Nahle?
Qué contradicción del gobernador. Descalifica a Gutiérrez Luna porque ha hecho política en el Estado de México, pero es de Minatitlán, y en cambio promueve y patrocina a una zacatecana para que lo suceda. ¿Para parafrasear a AMLO, eso no es traicionar a Veracruz?
Muy a propósito de todo lo anterior, el 6 octubre publiqué lo siguiente:
“Descuidan las formas y mandan al Gobernador a gayola
Las formas ¡hay!, las formas.
Quizá me he quedado en el pasado, cuando se cuidaban al extremo las formas en política, en cuanto tenían que ver con el gobernador del estado.
Tantos años en la función pública, siempre en el área de prensa, me enseñaron que en una visita presidencial salvo el presidente, nadie más está por encima del gobernador.
Me explico: en los espacios de los actos públicos, el presidente, por su investidura, siempre es el uno, y el gobernador, siempre el dos. De ahí puede seguir Juan, Pedro, Lucas, Matías, etcétera.
El lunes, de pronto me llegó una fotografía que muestra una embarcación donde en primer plano se ve al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez, ¡y atrás al gobernador Cuitláhuac García!
¡¿Cómo, me dije?! Tenía que haber sido al revés: adelante el gobernador y atrás Sergio. Me dejó claro que, o los ayudantes de Cuitláhuac no saben como es el protocolo o no les importa que lo ninguneen y lo manden atrás o a gayola.
En mi época, desde que se sabía que iba a venir el presidente se planeaban los lugares que iba a ocupar el gobernador y se disponía personal para que con los elementos del Estado Mayor Presidencial cuidaran que nadie más los ocupara ni lo rebasaran. Si había lugar siempre se le ubicaba al lado del presidente, si no solo un paso atrás. De ahí podían ir los que quisieran.
Parece detalle menor, pero no lo es. El gobernador no es cualquier hijo de vecindario. Tiene la representación de todo un pueblo y una alta investidura. Representa uno de los poderes del Estado y a todo un estado del país. Y cuando no defiende el sitio de honor que le corresponde, está permitiendo que le falten al respeto y exponiéndose a que cualquiera lo haga también.
De Sergio Gutiérrez debe reconocerse que es muy vivo. La semana pasada opacó mediáticamente al cuitlahuismo y ahora le robó cámara al gobernador. En un descuido les va a robar hasta la candidatura a la gubernatura en 2024”.
Vale preguntar ahora: ¿culpa de Sergio? Tranquilo señor gobernador que falta el Informe y lo queremos en buen estado de salud para que gobierne bien porque todavía faltan tres años. Sacuda el árbol. Le hace falta. De veras.