“La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia.” – Víctor Hugo.
Vaya fin de semana para algunos políticos de la 4T, mientras ufanos, se pensaban otrora poderosos que, a gritos, mentadas de madre y amenazas pretendieron hacer política, las 48 horas del sábado y domingo les parecieron eternas.
Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador –a mil leguas de distancia- mantiene su activismo, envía a la tercera reserva electoral del país a su emisario, quien en tan solo 45 días de acción ininterrumpida ha socavado el mito de que cierta funcionaria era la todas puedo y aquí nada más mis chicharrones truenan.
Algo verdaderamente serio socavó la confianza del presidente, algo que confirma su malestar con tan importante grupo político, que, por cierto, alejado del arraigo y vecindad veracruzana, se habían ceñido sobre sus sienes los laureles y los olivos cuales emperadores romanos, exigiendo por ese simple hecho, todo tipo de prebenda.
Con el paso de las semanas, se confirma como evidente, que el personaje protector de ese grupo operaba desde la Dirección Jurídica de la Presidencia de la República, sin él, atajando las mil y un quejas de estos personajes, el desdoro y la evidencia corruptiva los iluminó de cuerpo entero.
Es quizá por ello que la aparición pública del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna resultó un verdadero remanso para los atribulados integrantes de la 4T y de otros partidos políticos, a quienes estos personajes habían puesto el pie en el cuello.
Ahora con el apercibimiento personal del legislador, todos los sectores han comenzado a tener una puerta directa con las dependencias federales, e incluso con el mismo presidente López Obrador, al que la información llega ya sin recortes, ni amañamientos, como se había vuelto costumbre.
Los dos recientes encuentros entre maestras y maestros del magisterio perteneciente al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) confirma que esos mismos que ayudaron al presidente López Obrador a alcanzar la magistratura federal, vuelven a encontrar vía de vinculación directa con él, a través del diputado minatitleco.
El trabajo desarrollado por Cuitláhuac García Jiménez, gobernador del Estado, y su secretario Zenyazen Escobar García ha sido especialmente pulcro en ese sentido, distanciando precisamente de ese otro grupo que mucho daño le ha infringido a su gobierno, a sabiendas que se lo deben chutar porque así es la política y los acuerdos políticos se respetan.
Congregarle 2 mil 500 o poco más en un evento de fin de semana, no es cosa menor, sobre todo, porque se sabe que su peso específico lo tienen en una entidad, donde el manejo y trato al magisterio ha sido llevado con pinzas de especialista.
A ello, súmele que su encuentro con cañeros, quienes le reconocieron que les cumplió pues gracias a sus gestiones, 50 mil familias tendrán seguridad social en la próxima zafra.
Y es que, según lo relató el presidente de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar, Javier Sánchez Chávez, hace tres semanas buscó al Diputado Federal veracruzano para gestionar la defensa de un subsidio de 297 millones de pesos a la seguridad social de los cañeros que estaba en riesgo de perderse.
“Sergio se salió un momento de la sesión, nos atendió y tomó el asunto como propio. Hoy nuestro subsidio y el acceso a la salud de nuestras familias está asegurado gracias a él” afirmó Sánchez Chávez.
¡Y eso en 45 días!
Aquí grupos de la Resistencia Civil Pacífica “Chucho El Roto” llevan 25 años solicitando reclasifiquen las tarifas de energía eléctrica, y ni teniendo a la secretaría de Energía Federal, Rocío Nahle como presunta aliada, sus reclamos no son, ni han sido atendidos.
El activismo y el nerviosismo esgrimidos por estos grupos políticos evidencia que la política es forma y fondo, ahora solo usted concluya.
Al tiempo.
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