Ricardo Ahued tiene el pulso. Estos meses, después de campaña y su triunfo como próximo alcalde de Xalapa, han sido de arduo trabajo. Como lo hacía cuando senador, su oficina está abierta para escuchar las necesidades ciudadanas. Con gentileza y verdadera atención, ha escuchado cientos de puntos de vista y reclamos de una ciudadanía en el hartazgo. Recibe una ciudad con un desorden total. La capital de uno de los estados más importantes, en condiciones de bombardeo por los baches y grandes agujeros de calles y avenidas. Con graves problemas de inseguridad, basura, tráfico vehicular, corrupción en áreas del ayuntamiento y un rosario más de calamidades. Todo producto de la negligencia, omisión, ineptitud del alcalde saliente. Considerado lo peor, que ha pasado por ahí. Hasta canción tiene, en una parodia de la interpretación de Lupita D Alessio: Mentiras. La canta una joven universitaria. Queda grabada la triste figura de un Hipólito, con 90% de lealtad y 10% de capacidad. Ni aconsejar regrese a las aulas. Cómo para qué? La esperanza queda, se pueda estar mejor.