El PRI instaló ayer la Coordinación Nacional Organizadora de su XXIII Asamblea Nacional, con lo que inició los trabajos que culminarán con una sesión plenaria el 11 de diciembre próximo.
La finalidad que persiguen los tricolores, según se informó ayer, es discutir el proyecto de país, su estrategia política, así como su vida interna y prospectiva, “porque ante nuevos tiempos, nuevos retos”.
Aun cuando habrá movimiento y ruido por la elección de los 3 mil 274 delegados que serán elegidos desde los comités seccionales y municipales en el país, lejos está ese partido de suscitar un interés político impactante, como cuando ostentó todo el poder que lo caracterizó en el siglo pasado.
De partido casi único, omnipotente y omnipresente en la vida pública y política de México, luego de una hegemonía de 71 años durante los cuales ocupó la presidencia de la república, a partir del año 2000, con el inicio del nuevo siglo, inició su caída que en 2018 se convirtió en casi un derrumbe total.
Sobrevive hoy convertido ahora en un partido bisagra en la Cámara de Diputados, esto es que, sin tener la mayoría, el carro completo con el que avasallaba todo como una aplanadora, con solo 71 diputaciones de 500 le son suficientes para ser determinante en el rumbo que habrá de tomar el país lo mismo si le entrega sus votos a Morena, que los necesita necesariamente, que si se los niega.
En realidad, eso creo, no será necesario esperar hasta el 11 de diciembre para saber a qué le tira el tricolor ante el electorado, para saber su prospectiva, pues con su voto a favor o en contra de la reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión se sabrá si se mantiene vivo o si se acaba de derrumbar.
Ahora mismo tiene en ascuas a sus militantes, incluidos a quienes tienen un cargo de elección popular, porque mientras que el PAN, el PRD y MC fijaron de inmediato su postura en contra de la reforma, el PRI ha dejado latente qué camino tomará, si se entrega en brazos del presidente y de su partido o si opta por su independencia.
Sus votos serán determinantes para que pase o no la reforma eléctrica. En un serio análisis publicado ayer en El Financiero, Macario Schettino, profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey y un serio y agudo analista, vaticinó que si el PRI da a torcer su brazo y aprueba la reforma será su derrumbe definitivo. Coincido con él.
Me llama la atención que esta vez, a diferencia de la antidemocracia que lo caracterizó en la toma de decisiones de gran envergadura (no hay que olvidar que fue el inventor del dedazo), su dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno anunció que su partido realizará un Parlamento Abierto para fijar su postura.
Esto es, en forma extraña, esta vez democratizará su decisión en foros temáticos para que especialistas, reguladores, el gobierno federal, la academia, las cámaras empresariales y los usuarios del sistema eléctrico nacional opinen, algo que hasta resulta sospechoso por la verticalidad que ha ejercido el tricolor y porque siempre se ha hecho la voluntad de lo que decida su dirigente.
Una de dos, o de tres: o “Alito” quiere empezar el cambio de su partido democratizando la toma de decisiones, o quiere curarse en salud revistiendo de democracia su voto a favor de la reforma para que no lo acusen de que se entregó a AMLO, o bien pretende ganar tiempo o jugar con el tiempo para ver qué le ofrece el presidente, o cuánto.
Creo que el PRI, su dirigente, no tiene mucho qué pensar pues está bastante claro que su militancia está en contra. Ayer comenté lo que el diputado federal Pepe Yunes, experto expresidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, publicó: “Después de una primera revisión a la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica, ésta cancela la competencia en perjuicio del usuario, genera incertidumbre al suprimir reguladores y contratos previos y compromete las finanzas públicas y la inversión en el sector”. Pepe sabe lo que dice.
El PRI, su dirigencia, no tienen por qué ser opositores a ultranza ni sistemáticos, no tienen por qué decirle no a un presidente, al presidente, cuando se trate de un asunto que vaya a beneficiar a la población, como ocurre en las democracias desarrolladas, pero tienen que ser unos férreos opositores si es el caso contrario y, ya lo apunta Pepe Yunes, esta reforma perjudicará a los usuarios.
Si deciden sumar los votos necesarios para beneficiar a Morena en la Cámara de Diputados, al presidente, acabarán con la poca credibilidad y confianza que todavía les tiene el electorado; si van en contra, mantienen su independencia y fortalecen a la oposición para que sea un contrapeso real y fuerte, llegarán muy fortalecidos a su Asamblea Nacional.
Como están y van las cosas, no dudo que esta vez algunos o muchos diputados priistas se rebelen a su dirigencia si decide someterse al dictado del Palacio Nacional y voten en conciencia en contra de la reforma. Entonces sí estaremos viviendo un verdadero cambio en el tricolor.
Lo que sí veo que no cambia es el alineamiento que tiene la dirigencia estatal respecto de la nacional, como siempre. Me imaginó que Marlon Ramírez Marín esperará hasta que el CEN defina su postura para pronunciarse, incluso que lo apoye así sea que con su decisión el PRI se entregue en brazos de AMLO. Para mi gusto, sería sano que hiciera pública su postura personal y la razonara, por qué.
AMLO, a favor de qué se investigue “Papeles de Pandora”
Pues no, tiene que reconocerse que el presidente Andrés Manuel López Obrador no salió ayer en defensa ni a justificar a Julio Scherer Ibarra, Armando Guadiana Tijerina y Julia Abdala, allegados a él, a su gobierno y a su partido, involucrados en el escándalo internacional de la fuga de capitales a paraísos fiscales para evadir el pago de impuestos. Solo metió las manos por su el titular de la SCT, Jorge Arganis Díaz Leal, quien dijo que a él lo estafaron y quien le “chismeó” del caso antes de que se hiciera público.
Pidió investigar, “sobre todo que los que sacan dinero no evadan impuestos”. Su actitud le da autoridad para seguir haciendo denuncias y reclamos.
Rinde protesta Jesús Velázquez este martes
Definitivo. Esta mañana, el exdirigente estatal del PRD, Jesús Velázquez Flores, rendirá protesta como diputado federal plurinominal, luego de que Rogelio Franco Castán no pudo obtener su libertad. La Mesa Directiva optó por llamar a Velázquez, quien era suplente de la fórmula, para que ocupe la curul.
Sentido deceso del doctor Gutiérrez Góngora
Profunda tristeza me causó ayer el inesperado fallecimiento del doctor Arturo Francisco Gutiérrez Góngora, un excompañero de trabajo y un amigo con quien con alguna periodicidad nos reuníamos para comentar los temas de la vida pública del estado y del país.
Economista muy preparado y capaz pasó lo mismo por la academia que por la función pública (en el gobierno del estado, en la Secretaría de Finanzas y Planeación y en la SEV, y en el gobierno federal, en el ISSSTE y en la Secretaría de Energía) y alguna vez manejó las finanzas del CDE del PRI, entre varias tareas que cumplió.
Dio asesorías a gobiernos del sureste del país y últimamente había sido director del ya casi desaparecido Instituto de Administración Pública (IAP), además de que daba clases en la Facultad de Economía de la UV. En lo personal, cuando se lo solicitaba, me asesoraba y me daba clases de economía para entender temas que quería hacer más entendibles a los lectores.
Pero lo distinguía, sobre todo, su calidad humana. Excelente compañero, excelente amigo, excelente hijo, excelente esposo y padre, solidario con quienes lo necesitaban, muy comprensivo con los jóvenes estudiantes y enemigo de las injusticias. Un infarto al miocardio, al amanecer, le quitó la vida.
Nos quedó pendiente un desayuno, pero así es la eventualidad de la vida. Le dedico estas líneas con todo mi reconocimiento. Lo tendré siempre presente, pero lo voy a extrañar. Descanse en paz.