Mientras la presencia de todas las fuerzas armadas invade al país, de manera paradójica la violencia está imparable. Las cifras son preocupantes. Cien mil mexicanos muertos- en lo que va de esta administración- y 90 ejecutados diarios. Actos terroristas y asesinatos de personas, familias enteras. Violencia intrafamiliar y feminicidios imparables. La ciudadanía se distrae en temas, que crean como distractores los gobiernos, de los verdaderos problemas sociales. Los encargados de la seguridad están en tareas domésticas-llamémoslas – de construcción, administración, cazando migrantes y trato de cortesía con el crimen organizado. Las violencia y el narcotráfico son dos terribles pandemias, para las que al parecer no hay vacunas. México tiene ausencia de Estado Derecho y estamos en inanición. Dice Coello Trejo, el llamado Fiscal de Hierro, que justicia sin preso no es justicia. Vaticina que si se continúa con la política de “abrazos no balazos” , quien venga no podrá con lo que le dejarán. De miedo, pues seguirá la matanza y los peores actos de vandalismo en contra de la población. De reflexión.