Los partidos políticos en México no sólo están agotados junto con sus propuestas que se antojan poco viables si no se ponen de acuerdo entre los líderes de las diferentes bancadas, pero el problema ahora radica que ni siquiera en el interior hay unidad y menos acuerdos.
El partido con mayor deterioro actualmente es el PAN, porque presenta el grave problema que a duras penas completa el mínimo de militantes que requiere un partido para preservar su registro. Las campañas de afiliación difundidas por todos los medios no han servido de mucho porque ningún mexicano quiere ser militante de ese partido.
Ante este panorama, que debe ser grave para todos los panistas, se enfrenta la división que originó que el líder de la fracción panista en el senado, Julen Rementería, invitara a un recinto oficial al líder del partido conservador de España, llamado VOX, Santiago Abascal. Las críticas fueron tan duras que provinieron incluso de los propios panistas, que cuestionaron dicha reunión que colocó en una encrucijada que Rementería nunca pudo explicar.
Conjuntamente firmaron una carta contra el comunismo y en defensa de la propiedad privada que descalificaron la mayoría de los panistas, dejando en ridículo a Rementería y a senadores como Lilly Téllez y Víctor Fuentes, entre otros.
Porque si la invitación al ultraderechista fue en nombre del partido la crítica es para todos los miembros del PAN; principalmente los senadores, pero como advirtió el líder parlamentario que fue a título personal, entonces violentó las leyes, junto con 10 senadores panistas más.
Esto mostró una grave división, que al mismo tiempo representaba la existencia de grupos afines a la ultraderecha y otros menos extremistas que se mantuvieron al margen de la visita, pero no de las críticas a sus propios legisladores.
Por si esto fuera poco, el proceso de elección interna en el PAN ya comenzó, así como la nada sorpresiva campaña para la reelección de Marko Cortés al frente de ese partido. Primero fue a acompañar a Maru Campos a su toma de posesión como gobernadora de Chihuahua y luego fue a Puebla a recolectar firmas, a pesar de que no son los tiempos de campaña, tomando así una ventaja ante sus competidores, que todavía no se muestran en su totalidad, pero lo que menos quieren los panistas es que repita al frente del partido uno de los peores líderes que ha tenido Acción Nacional.
Si bien el PAN es la primera fuerza opositora, y la segunda en cargos de elección popular, desde su interior es donde muestra la fragilidad en la que hundió a la organización Marko Cortés, según afirman sus militantes.
En el PRI, la situación no está mejor. La tarde de este jueves fue expulsado de ese partido el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y Nallely Gutiérrez, quienes habían encabezado uno de los principales grupos disidentes al interior de ese partido.
El desgaste que impuso el oaxaqueño al líder nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, no se lo perdonó y ahora utilizó a su títere Paul Ospital, para que diera la noticia de manera poco profesional al enviar este mensaje en su Twitter: “Me da gusto que este rufián ya no sea integrante de nuestro partido”, refiriéndose a Ulises Ruiz.
Junto con Ulises Ruiz y Nallely Gutiérrez saldrán de ese partido miles de militantes, no sólo para mostrar su apoyo al exgobernador de Oaxaca sino para manifestar su repudio a la política partidista encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas.
El caso del PRD es también grave, ya que ha cerrado sus oficinas en varios estados de la república y en otros ya no tiene registro luego de las pasadas elecciones; sin embargo, la división al interior de ese partido es muy seria.
En el Senado, Xóchitl Gálvez debió declararse perredista para que se completara el mínimo de cinco senadores y así tener presencia en esa cámara. En la Cámara de Diputados son 13 diputados, pero tienen a un diputado preso injustamente sin juicio ni sentencia, Rogelio Franco Castán, a quien traicionaron a la hora de exigir su libertad.
Tanto el actual líder estatal del partido en Veracruz, Sergio Cadena Martínez, como el suplente de Franco, Jesús Velázquez Flores, exdirigente estatal del PRD, no sólo le dieron la espalda, sino que lo traicionaron a pesar de que el propio Franco apoyó sus carreras políticas. Pero esperaron que estuviera en la cárcel para repartirse puestos y privilegios en Veracruz.
Franco tomó posesión ante el presidente de la Mesa de Decanos, Augusto Gómez Villanueva y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en un fallo publicado en el Diario Oficial de la Federación, prohíbe que el suplente tome posesión porque los derechos políticos de Franco Castán están intactos.
La presión de Cadena Martínez y Velázquez Flores hace pensar que están coludidos con el gobernador del estado, Cuitláhuac García Jiménez, quien es la mano detrás de la detención del exsecretario de gobierno.
Franco Castán tiene todos los derechos para continuar con su trabajo legislativo, y así lo consideran tanto el líder nacional de su partido Jesús Zambrano, como el exlíder Jesús Ortega, quienes han apoyado a Franco en marchas, mítines y demandas a su favor.
La división en el PRD es real, por ésta y otras razones, de tal suerte que no se le prevé mucho futuro como organización política.
El Partido Verde Ecologista de México sería el único que no tiene fisuras en su interior, porque la uniformidad de criterios rebasa la disciplina para convertir su militancia en la obediencia ciega hacia la familia propietaria de dicho partido.
Morena vive un muy lamentable momento luego de que se descubrió que su líder nacional, Mario Delgado, nunca realizó las encuestas para seleccionar a sus candidatos en las pasadas elecciones, de tal suerte que los designó por “dedazo”, algo que en otros tiempos ellos mismos criticarían como falta de democracia interna.
El partido en el poder tiene problemas con su padrón y no por falta de militancia, sino porque simplemente carece de padrón de militantes y mantiene desde hace dos años las tareas de filiación canceladas, lo que puede ocasionar un grave problema para mantener su registro. Ante la falta de cuidado y compromiso de Mario Delgado, la división en sus filas es inminente.
Así, los partidos políticos en México parecieran no pasar por un momento fácil y, por las intenciones de sus dirigentes, el problema interno de cada uno de ellos va para largo. PEGA Y CORRE. – El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció que para el próximo año Latinoamérica hará una propuesta formal a Estados Unidos y Canadá para definir el futuro de la OEA, que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto sustituir por un nuevo organismo… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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