Un refrán muy popular, citado en El Quijote, expresa que del dicho al hecho hay mucho trecho.
El muy autorizado Centro Virtual Cervantes, del Instituto Cervantes, explica su significado: en ocasiones, existe mucha distancia entre lo que uno dice y lo que hace, por lo que conviene no confiar en promesas que pueden no cumplirse.
Aplica muy bien para una declaración que hizo ayer el diputado local, de Morena, Juan Javier Gómez Cazarín, en el sentido de que está dispuesto a no repetir en la próxima Legislatura para hacerle un lugar a una mujer, de tal modo que se cumpla, así, la obligada paridad de género.
Se escuchó y leyó ayer sincero, pero parece que solo lo dijo de dientes para fuera, pues estaría dispuesto a cumplir lo que es un mandato legal no por convicción sino porque lo obligue el órgano electoral local o el tribunal electoral federal, según lo que dijo. O sea, sí, pero no, quizás o quién sabe.
“Aunque no me beneficie a mí, yo estoy de acuerdo con la paridad, yo he luchado porque se respete a la mujer, yo no voy a atropellar a ni una sola mujer en el estado de Veracruz, yo voy a respetar la decisión del OPLE y otras instancias, no nos vamos a saltar a ninguna mujer” (Ariadna García, Diario de Xalapa).
Así reaccionó a la declaración de su compañera de partido, Marcela Barroso Aguiar, quien advirtió el riesgo de que le quiten una diputación en la próxima Legislatura, que por derecho le corresponde, para dársela a él, con lo que se violentarían los derechos político electorales de ella.
Se hubiera visto bien el todavía presidente de la Junta de Coordinación Política si mejor hubiera dicho que está enterado y consciente de que no lo favorecen las circunstancias que se dan, que, aunque insistiera en repetir en su curul, los tribunales le darán un revés, que desde ya se hace a un lado y que evitará que el caso se lleve y resuelva en tribunales, para no alterar la vida interna del Congreso.
Pero no. Ya adelantó que esperará a que un tribunal decida.
Pero pretenden maroma para evitarlo
Todo indica, según se deduce de lo que informó Barroso Aguiar, que pretenden una maroma en el OPLE. La paridad sería de 25 diputados hombres y 25 mujeres. La de hombres ya está completa y Gómez Cazarín ya no alcanza curul. La de mujeres se completa con candidatas plurinominales y se ajustaría exactamente con una posición que de hecho y de derecho le corresponde a Marcela.
Pero con tal de que repita el hombre de Hueyapan, pretenden pasar al diputado Iván Chincoya Durán, del puerto de Veracruz, quien se define como no binario, a la lista de mujeres, como mujer, con lo que automáticamente dejaría fuera a Marcela Barroso.
Si bien es cierto que el género no binario no identifica a una persona como hombre o mujer, la quejosa argumenta que todos los documentos legales de Chincoya son de varón por lo que debe quedarse en la lista de hombres.
En un principio, el consejero del OPLE, Juan Manuel Vázquez Barajas (en sus cuentas de las redes sociales se declaró abiertamente gay el pasado 2 de agosto), totalmente identificado con Morena (fue quien sustanció la Reforma Electoral que presentó en 2020 el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que finalmente echó abajo la Suprema Corte de Justicia de la Nación), fue quien hizo una proyección para transferir de lista a Chincoya.
Pero luego dio marcha atrás. Consideró que lo más adecuado sería que el diputado electo no binario se quede en la lista de varones y que en la de las mujeres pongan a 25 mujeres, lo que evitaría impugnaciones legales, además de que, según Marcela, Vázquez Barajas consideró que es seguro que los tribunales le den la razón porque en la Constitución no está establecido nada sobre el género no binario.
Tal vez lo que obligó al consejero a dar marcha atrás en su proyección fue que el pasado 29 de agosto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al Instituto Nacional Electoral (INE) que ajustara el reparto de diputados plurinominales en el Congreso federal para que se ajustara la paridad de género, 250 hombres y 250 mujeres, por lo que se tuvo que acatar la ley, lo que llevó a que quedara sin curul Javier Herrera Borunda, veracruzano del PVEM.
Es de creerse que por ese antecedente también Gómez Cazarín dejó abierta la puerta para irse, aunque, por lo que declaró, esperará a que lo echen (sería por la puerta de atrás) y su “sacrificio” sería obligado, no porque de veras esté de acuerdo con la paridad, porque respete a las mujeres y porque no quiera atropellar a una sola, como dice.
Pero por como se las gastan en el cuitlahuismo, seguramente van a tratar de violentar la ley a toda costa y el OPLE se va a prestar lo mismo que el Tribunal Electoral del Estado de Veracruz, y el único dique, efectivo, será el TEPJF.
De todos modos, cabe pensar que Juan Javier no se quedará con las manos vacías. Finalmente puede empezar a picar piedra para hacerse de la dirigencia estatal de Morena el próximo año, fecha legal en la que deberá haber cambio, o bien su amigo el gobernador lo podría nombrar como nuevo secretario de Desarrollo Social.
También, se da por sentado que el gobernador o el secretario de Gobierno ya tienen su plan B, quién sería el nuevo presidente de la Junta de Coordinación Política, si no es que se da un jaloneo con otras corrientes y se impone la que tenga mayor número de diputados.
Larga, la lista de aspirantes a gobernador
Lo que seguramente buscará será no quedarse fuera del proceso sucesorio en 2024, pues también es aspirante a suceder a Cuitláhuac, lista que cada vez más se sabe que está gorda o engordando, pues a los nombres de quienes tendrían verdaderas posibilidades como Manuel Huerta y Ricardo Ahued, además de José Luis Lima Franco, también se han colocado en el círculo de espera la secretaria de Energía Rocío Nahle, el secretario de Gobierno Eric Cisneros, el delegado en funciones de dirigente de Morena Esteban Ramírez Zepeta, el secretario de Educación Zenyazen Escobar García, el subsecretario de Finanzas Eleazar Guerrero Pérez, Gómez Cazarín, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados federal Sergio Gutiérrez Luna, y el perico de los palotes.
Los nombres me los han confirmado fuentes de Morena. En el caso de Lima Franco me han dicho que, en efecto, como se manejó en este espacio, es verdadero amigo, de muchos años, del gobernador; que Cuitláhuac ve bien y apoya a la señora Nahle, mientras que Cisneros se haría a un lado si su madrina secretaría de Energía fuera la designada y entonces buscaría ser candidato a senador. A Ahued y a Huerta les ven luz propia. Se cuecen aparte.
La lista refleja que a tres años de la gran decisión varios se han engolosinado con el poder y no miden sus limitaciones ni sus verdaderas posibilidades, lo que va a provocar, o está provocando ya, una guerra interna, que necesariamente los va a desgastar, con el agregado de que nunca han cesado las hostilidades entre las diferentes tribus y, más abajo, entre los clanes, por lo que aquello, además porque no se ve un líder que se imponga e imponga, terminará siendo una verdadera carnicería política, como dicen que terminó el rosario de Amozoc, trifulca ocurrida en el estado de Puebla cuyo origen da para un sabroso comentario, que ya será en otra ocasión.
Luna Modesto, a Comunicación Social de la Cámara de Diputados
El periodista Miguel Ángel Luna Modesto, oriundo de Minatitlán, toda una vida en los medios informativos del sur del estado y de Xalapa, fue nombrado ayer como nuevo Coordinador de Comunicación Social de la Cámara de Diputados. Colaborará al lado de su paisano Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva.
Miguel tiene también experiencia en el manejo de prensa oficial. Formó parte del equipo de Comunicación Social del gobierno de Fidel Herrera Beltrán, que encabezó Alfredo Gándara, y estuvo al frente de la Unidad de Desarrollo Social de la delegación federal de la Sedesol en Veracruz, con Marcelo Montiel. Es un cargo relevante, de mucha responsabilidad, para este compañero del sur de Veracruz, quien, sin duda, tendrá éxito.