“Cometer un error y no corregirlo es otro error.” – Confucio.
Pocos políticos veracruzanos en tiempos recientes habían demostrado consolidar un capital político importante, viniendo desde abajo, por esfuerzo propio, y no como resultado del famoso dedazo o padrinazgo.
Al menos era de lo poco que un partido político de oposición podía presumir, así Acción Nacional ha tenido en el hoy senador Julen Rementería del Puerto, una de esas extrañas “avis” que cruzan el pantano y no se manchan.
Pero dicen que solo se requiere de una gota de inmundicia para echar a perder un balde de miel, y pareciera que eso le ocurrió precisamente al coordinador parlamentario del PAN en el Senado.
La mácula habría de llegar por la pésima determinación de invitar al mismo recinto senatorial al líder del partido político español VOX, Santiago Abascal y en el lugar signar la denominada Carta Madrid, que vendría a ser, una especie de contrapeso del denominado foro Sao Paulo o Grupo de Puebla.
La visión por demás condenable de VOX en España, los ha llevado a ser catalogados como la “ultraderecha” recalcitrante, esa que coincide más con el “franquismo” y el impulso de sus falanges, hasta rayar en el extremo más conocido como lo fue el propio “nazismo” alemán, algo que ha vuelto a los políticos en la necesidad de volver hablar de nacionalismos.
Grave circunstancia, pues cuando a los políticos se les acaban los elementos discursivos, y las ideas, finalmente se les han agotado, recurren a esta corriente y visión, que ha provocado por mucho, las peores y más oscuras épocas de la sociedad.
Recientemente, para ser más precisos el pasado 3 de septiembre, el filósofo y escritor español Fernando Savater en su cuenta oficial en Twitter advirtió: “El nacionalismo es una sustitución del pensamiento político, es decir, cuando uno no sabe qué pensar en política, empieza pensar en esencias, identidades, etc.”
Savater ahonda: “Es evidente que lo importante de los seres humanos es lo que vamos a hacer juntos, no si formamos una entidad trascendente de un orden o de otro.” Y continúa: “El nacionalismo podía tener un sentido a finales del siglo XVIII, cuando era una forma de curarse de la genealogía de los reyes absolutos.”
El autor de “Ética para Amador” concluye: “En el fondo, la genealogía de las naciones se inventó para contrarrestar la genealogía de los reyes, es decir, ya no se luchaba por la familia Borbón, sino que se luchaba por una nación que era la familia colectiva del grupo.”
Hoy, la cacería contra el político México-español está con todo, esfumando sus posibles aspiraciones a alzarse con la candidatura del PAN a la gubernatura en 2024.
No sabemos si Julen Rementería pudo medir y evaluar el alcance de la visita de un líder político de la trascendencia de Abascal al mismo recinto legislativo.
Queda claro que el equipo de asesores o “coaches” que gestionaron la visita, regaron feamente el tepache –como clama la voz popular- pero lo cierto, es que, la ausencia prolongada del mismo legislador veracruzano incrementa la especulación respecto al tema.
Era tan simple como convidar a una conferencia de prensa y ahí aclarar el tema, conceder entrevista a periodistas de medios nacionales y estatales, y porque no, argumentar el error, reconocerlo y darle la vuelta a la página.
El costo político de esta acción solo el tiempo nos lo habrá de sopesar, por lo pronto es posible que hasta la coordinación senatorial la pierda, tras pequeño traspié.
Al tiempo.
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