Impunidad, impunidad, impunidad…Nulo trabajo de la FGE de Veracruz

Los casos de Montserrat Bendimes Roldán y de Karla Guadalupe Trujillo Pulido son indignantes, como muchos otros, en contra de mujeres, víctimas de violencia y feminicidios. En Veracruz, durante la administración de Cuitláhuac García Jiménez, las cifras de estos delitos van en aumento. En este 2021, el Gobierno Federal, vía la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana reconoció el aumento de feminicidios de un 7.1 por ciento, de enero a mayo de este año, en comparación con el anterior año y la titular de la dependencia, Rosa Icela Rodríguez, confirmó la cifra de 423 víctimas por este delito, siendo Ciudad de México, Estado de México y Veracruz, los de mayores casos. Como veracruzanos, nos preocupa que en el 2019 y 2020, se contabilizan 188 feminicidios, según el Senado de la República y hasta mayo de este año, con base al Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres, de la Universidad Veracruzana, del 23 de marzo del 2020, al 30 de junio del 2021, se han registrado 662 agresiones, 520 desapariciones, 116 feminicidios y 115 homicidios en contra de mujeres.

El tema de Montserrat Bendimes Roldán, es uno de muchos casos donde ha imperado la impunidad y su muerte no ha tenido justicia, gracias a que las autoridades estatales y la FGE no actúan rápidamente en las investigaciones y dilatan éstas, permitiendo la fuga de los responsables. Y ser diferente con presos políticos opositores a este Gobierno Estatal, a quienes en menos de un día, se les abren las carpetas de investigación, fabrican imputaciones, piden las órdenes de captura, se ejecutan y 24 horas después, se internan en penales con jueces de control, quienes vinculan a proceso por un año bajo consigna, sin atender las pruebas y presunción de inocencia

Montserrat Bendines Roldán fue agredida por su novio Marlon Botas Fuentes, después de haber asistido a una fiesta familiar y en su casa ubicada en Boca del Río, la víctima sufrió este ataque de golpes a puño limpio, dejándola inconsciente. Siete días después, falleció por la gravedad de sus lesiones por muerte cerebral. Según reportes de las autoridades competentes, Montserrat no fue trasladada en una ambulancia, sino que fueron los padres del presunto agresor, Diana Fuentes y Jorge Botas, quienes llevaron a Montserrat al hospital, firmando su ingreso y dejando una tarjeta de crédito, para luego darse a la fuga, convirtiéndose en cómplices de feminicidio y otros delitos graves, abriendo una Carpeta de Investigación con el número 1250/2021.

A cuatro meses y medio del artero ataque, no hay detenidos, ni el móvil del asesinato, así como pistas concretas para la detención del agresor, mostrando las omisiones y deficiencias de una incompetente Fiscal, Verónica Hernández Giadans.

El reciente caso de Karla Guadalupe Trujillo Pulido de 27 años, quien fue agredida por su expareja sentimental, Ernesto Torrecilla Sánchez, quien agredió a la víctima a martillazos, en una vivienda ubicada en la Colonia Ignacio Zaragoza. La agredida se reporta grave y hospitalizada, siendo las redes sociales quienes cuestionan la ineptitud de la Fiscalía General del Estado, para dar con el o los responsables.

El 31 de agosto del presente, Karla Guadalupe rentaba un inmueble ubicado en el Callejón Manuel Contreras y la Avenida Víctimas del 5 y 6 de julio, cuando los vecinos escucharon la discusión, llamado al 911 para que elementos de Seguridad Pública atendieran el llamado de emergencia.

La intención de Ernesto Torrecilla era matar a la víctima, al propinarle dos martillazos y escapar de forma cobarde, evadiendo los hechos y responsabilidad, así como robarle a la víctima dinero y su celular. Amigos en redes sociales facilitaron los datos de Torrecilla Sánchez, con tatuajes personalizados con el nombre de su abuela Andrea Floriano en el brazo derecho, un rosario tatuado en el cuello y otro en el brazo izquierdo.

El estado de Karla Guadalupe es grave y es increíble que otro inútil, el director de la Policía Ministerial Samuel López Leza admitió no contar con pistas del presunto agresor, Ernesto Torrecilla Sánchez, siendo evidente una omisión a un deber legal y permitir que la familia siga pidiendo justicia, sin tener respuestas: “En un estado como Veracruz, que ocupa el segundo lugar en el ámbito nacional por violencia contra la mujer y feminicidios”, como se lee en medios de comunicación.

Y mientras, en la oficina principal de la FGE, en donde cuenta con una terraza y una de las mejores vistas de Xalapa, Verónica Hernández Giadans se dedica a acatar las órdenes de quien en verdad manda en la FGE y ella es un simple florero decorativo.

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