“El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad.” – Albert Einstein.
Lo sucedido en Córdoba el pasado fin de semana es la evidencia de la falta total de Estado de Derecho.
La ejecución en extrañas circunstancias de dos operadores políticos uno del Partido del Trabajo (PT), otro de Morena, confirman la crisis de seguridad que enfrentan los habitantes de la región centro del Estado.
Grodetz Ríos Andrade fue ultimado a balazos la tarde de viernes 27 de agosto, cuando viajaba a bordo de su camioneta Jeep en la calle San Lázaro de la colonia Santa Leticia.
El joven político de 45 años, se desempeñó como dirigente municipal del PT en las pasadas elecciones, en donde acompañó a la Coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PVEM) en la que Juan Martínez Flores fue candidato y a la postre vencedor de la elección municipal de Córdoba.
El sábado 28 de agosto, otro asesinato enlutaba a la región cafetalera del centro del estado, cuando dos sujetos desconocidos, que viajaban a bordo de una motocicleta, se acercaron al auto que conducía José Escamilla Aguilera sobre la Avenida 23, a la altura del fraccionamiento Nueva Elizabeth en Córdoba, para al mero estilo del sicariato ultimarlo.
Escamilla Escalera era regidor tercero electo, se había desempeñado como como ex coordinador de campaña de Juan Martínez Flores, Alcalde electo de Morena en Córdoba.
Ambas ejecuciones tienen un evidente y conocido común denominador, en la persona del alcalde electo Martínez Flores.
Las preguntas son muchas; pero quizá con estas, se pudiera tener mayor claridad en el tema.
¿Existían amenazas en contra de este personaje –alcalde electo-, que pusieran en riesgo a sus más cercanos colaboradores durante su campaña?, ¿Quiénes o que grupos están interesados en eliminarlos y por qué?; ¿Hasta cuándo la Fiscalía General del Estado (FGE) habrá de brindar las primeras pesquisas del caso?, ¿Corren más operadores políticos o personas cercanas al alcalde electo riesgo?, ¿Qué mensaje es el que se pretende hacer llegar a la sociedad, pero especialmente a la autoridad respecto a estos hechos?
Aun cuando la promesa del gobernador Cuitláhuac García está sobre la mesa, las respuestas y resultados están a la vista, urge que la FGE, responda a los cientos de dudas que ambos casos ameritan.
La presión mediática e institucional contra el régimen está a todo lo que da, los resultados, por lo pronto, por ningún lado se avizoran, y la sociedad está harta de tanta dilación y mentira.
Sextante
Vaya sorpresa que nos dio la Junta de Gobierno (JG) de la Universidad Veracruzana, con la designación del nuevo rector en la persona del doctor Martín Gerardo Aguilar Sánchez, pues aun cuando tenía una 33.3% de posibilidades de ser designado, la aparente intromisión de los grupos políticos regionales, fueron suficiente motivo para que la JG se inclinará por su propuesta.
Bien dice el refrán popular, “Quien no conoce a Dios, a cualquier santo le reza”, parece que las traiciones al interior de la UV, especialmente en la JG, estuvieron a todo lo que da.
Hoy Sara Ladrón se cuestionó si habría valido todo cuanto hizo por la pena, todo lo que tuvo y poseyó a su alcance.
Ballestina
Se cumplen dos días sin que el Gobierno de Veracruz a través de sus esbirros, liberen al diputado federal Rogelio Franco Castán, violentando abierta y flagrantemente sus derechos humanos y políticos.
¿Hasta cuándo se habrá de hacer cumplir la Ley? Es pregunta señor Gobernador.
Al tiempo.
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