En esta ocasión no continuaremos dando seguimiento a la importante política pública del gobierno que tiene bajo su responsabilidad Andrés Manuel López Obrador (AMLO), conocida con el descriptivo nombre de: “una tras otra”, debido a la atrabancada acción que en forma intempestiva debido a su importancia y urgencia llevó a cabo hace unos días AMLO.
A partir de esa fecha, cambió sus supuestos enemigos y enfocó sus trasnochadas baterías hacia uno de los personajes de la política nacional que mas le teme, y con justificada razón, pues es mucho más preparado que él y lo más grave, mucho más inteligente. Bástenos citar como ejemplo, la forma y fondo de los discursos, tanto de López Obrador, como del importante personaje en cuestión, no referimos al ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya.
Ya que ahora su desesperación está, en ver la caída en picada en que va la desprestigiada cuarta transformación (4T), tanto en el Congreso de la Unión, como en el ámbito político nacional, así como las broncas entre sus integrantes, debido a la errónea sucesión adelantada que dio a conocer.
Así tenemos que, aunque aún faltan aproximadamente tres años para la sucesión presidencial (2024), en la que seguramente Ricardo Anaya será uno de los participantes, y además posiblemente con una gran fuerza política, además de la intelectual y moral. AMLO, aunque ha estado presumiendo que en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) lo que sobran son buenos candidatos presidenciales, lo que no es cierto y él lo sabe, lo tiene muy temeroso, pues además de las pifias que ha venido cometiendo la administración federal que tiene bajo su responsabilidad. También podemos señalar la caída de la línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México, conocido como METRO, en la que, en su corrupta construcción están totalmente involucrados sus dos principales alfiles: Claudia Sheibaum (ex nuera y mamá de uno de sus nietos) y Marcelo Ebrard.
Este es por el momento el difícil panorama que está teniendo que enfrentar Andrés Manuel, del cual la semana pasada ya recibió la primera dosis en su contra, al no lograr Morena y sus partidos achichincles, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la votación necesaria para poder convocar a un periodo extraordinario que les permitiría aprobar la Ley reglamentaria para la Revocación del Mandato, a modo de ellos. La que ahora se tendrá que discutir a partir del próximo uno de septiembre cuando ya entre en funciones la LXV Legislatura Federal, en la que no tienen mayoría calificada y por tanto no podrán como lo venían haciendo, aprobar las reformas que se les antojaba y mucho menos las reformas constitucionales. Es aquí en este punto en donde Andrés Manuel está ya perdiendo no solamente el avance de la ridículamente llamada cuarta transformación, sino también la poca razón con la que llegó a la presidencia de este país. Usted qué OPINA, estimado
Lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotamil.com (Fech. Púb. Lun. 23-agosto-21)
Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
-Anaya, el coco de AMLO.
En esta ocasión no continuaremos dando seguimiento a la importante política pública del gobierno que tiene bajo su responsabilidad Andrés Manuel López Obrador (AMLO), conocida con el descriptivo nombre de: “una tras otra”, debido a la atrabancada acción que en forma intempestiva debido a su importancia y urgencia llevó a cabo hace unos días AMLO.
A partir de esa fecha, cambió sus supuestos enemigos y enfocó sus trasnochadas baterías hacia uno de los personajes de la política nacional que mas le teme, y con justificada razón, pues es mucho más preparado que él y lo más grave, mucho más inteligente. Bástenos citar como ejemplo, la forma y fondo de los discursos, tanto de López Obrador, como del importante personaje en cuestión, no referimos al ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya.
Ya que ahora su desesperación está, en ver la caída en picada en que va la desprestigiada cuarta transformación (4T), tanto en el Congreso de la Unión, como en el ámbito político nacional, así como las broncas entre sus integrantes, debido a la errónea sucesión adelantada que dio a conocer.
Así tenemos que, aunque aún faltan aproximadamente tres años para la sucesión presidencial (2024), en la que seguramente Ricardo Anaya será uno de los participantes, y además posiblemente con una gran fuerza política, además de la intelectual y moral. AMLO, aunque ha estado presumiendo que en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) lo que sobran son buenos candidatos presidenciales, lo que no es cierto y él lo sabe, lo tiene muy temeroso, pues además de las pifias que ha venido cometiendo la administración federal que tiene bajo su responsabilidad. También podemos señalar la caída de la línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México, conocido como METRO, en la que, en su corrupta construcción están totalmente involucrados sus dos principales alfiles: Claudia Sheibaum (ex nuera y mamá de uno de sus nietos) y Marcelo Ebrard.
Este es por el momento el difícil panorama que está teniendo que enfrentar Andrés Manuel, del cual la semana pasada ya recibió la primera dosis en su contra, al no lograr Morena y sus partidos achichincles, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la votación necesaria para poder convocar a un periodo extraordinario que les permitiría aprobar la Ley reglamentaria para la Revocación del Mandato, a modo de ellos. La que ahora se tendrá que discutir a partir del próximo uno de septiembre cuando ya entre en funciones la LXV Legislatura Federal, en la que no tienen mayoría calificada y por tanto no podrán como lo venían haciendo, aprobar las reformas que se les antojaba y mucho menos las reformas constitucionales. Es aquí en este punto en donde Andrés Manuel está ya perdiendo no solamente el avance de la ridículamente llamada cuarta transformación, sino también la poca razón con la que llegó a la presidencia de este país. Usted qué OPINA, estimado
Lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotamil.com (Fech. Púb. Lun. 23-agosto-21)