AMLO es responsable de las amenazas de los grupos delincuenciales, en contra de periodistas y medios de comunicación. Ese odio hacia los mismos, que diariamente expresa, mueve a los defensores del régimen. Señalando con adjetivos de corruptos, chayoteros, traidores a la Patria y demás sandeces prende a sus fanáticos. En las redes sociales sus abyectos, utilizan la violencia, groserías e ignorancia para atacar. El gobierno paga millones de pesos a estos sujetos, que en momentos parecen robots. México es el país más peligroso del mundo, para ejercer el periodismo y ya tenía registro en el pasado. Pero nunca se había visto, que fuera el mismo presidente quien instara a sus hordas en contra de ellos. Tal vez por ello un cartel amigo, amenazó a una mujer periodista y a un periódico de prestigio nacional. El tema se agota. No hay nada que pueda darnos seguridad, no sólo a los periodistas sino a toda la población, de vivir bajo la ley y el orden. A todos les puede llegar. Estamos a un nivel muy alto de violencia, que genera más muertos que el Covid. Es tiempo de hacer un extrañamiento al Peje, que todavía no asimila lo que es una presidencia. Un presidente que gobierne para todos, no sólo para sus fanaticos.