“El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.” – Napoleón Bonaparte.
En política el axioma “los aliados de hoy, son los enemigos del mañana” se transforman tan clara y evidente en una preposición que se admite sin demostración.
Posiblemente este escenario puede analizarse mejor observando a Morena –un movimiento social- que no es un partido político consolidado y enfrenta verdaderas tempestades en todas las regiones del país.
Si observamos la guerra intestina librada por la militancia para hacerse del control del partido, en manos de Mario Delgado, observamos un claro ejemplo de esa pelea de grupos –tribus- que pretenden repartirse el poder, que en otros partidos o movimientos políticos jamás pudieron usufructuar.
Algo similar ocurre ahora mismo en el Senado de la República en donde un político como el Senador Ricardo Monreal expresa su legítima aspiración por la presidencia de la República, tras no haber sido encartado por el presidente López en su momento.
El bumerán de regreso ha sido de tal magnitud, que ya comienzan incluso a formarle las grillas al interior del Gobierno Interno de la Cámara a efecto de intentar desgastar al consumado político zacatecano.
Pero Veracruz, tampoco se mantiene exento a estos vaivenes de la política, por supuesto que Morena en la entidad, tiene sus pleitos intestinos, al encontrar al menos dos grandes grupos: uno bajo el amparo de la senadora con licencia y secretaria de Energía, Rocío Nahle García, el otro, bajo el manto protector de Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Algunos se preguntarán por el poder o fuerza del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, como un posible tercer grupo, pero la realidad es que el mandatario podría formar una escisión al interior del Grupo de la misma Rocío Nahle, aunque todos saben porque está en donde está, claro con la venia del gran Tlatoani de Macuspana.
Es así como de esos dos bloques, se ha logrado identificar una serie de grupos que alineados al equipo Nahle – Cuitláhuac se enfrentan ahora con el grupo del Delegado del Bienestar, a fin de pretender obtener el control de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz.
La Jucopo convertida en la más importante joya de la corona, es buscada por varios legisladores en el afán de pretender consolidar proyectos políticos sucesorios, sin saber que ahí se opera realmente la gobernabilidad jurídica del Estado.
Quizá por ello, llama la atención la guerra desatada contra el actual responsable de esa posición, quien les guste o no ha respondido a los retos que el estado demanda.
Juan Javier Gómez Cazarín es a pesar del deseo de sus correligionarios enemigos, una de las piezas más valiosas del proyecto del presidente López Obrador, quien ha operado como mecanismo de contención para lograr sacar desde reformas constitucionales, hasta la posibilidad de tomar el control absoluto y pleno de otros poderes autónomos en la entidad.
Y si no que le recuerden a Sofía Martínez lo ocurrido por andar haciendo negocios en lo oscurito con su parentela, por decir apenas uno de sus pecadillos.
Gómez Cazarín entendió rápidamente cómo acabar con los facinerosos, a los que uno a uno desarticuló en el mismo Congreso, en donde la lista de trapacerías está pormenorizada por monto y partida.
La fuerza de Gómez Cazarín está en el uso de la transparencia como regla de oro.
¿Cuántos de sus rivales pasarían la prueba del ácido? Es pregunta.
Sextante.
Nuevamente el senador Ricardo Monreal Ávila se anota un nuevo acierto político en su aspiración por la presidencia de la República, tras la demanda civil interpuesta por la Cancillería mexicana en cortes de Boston, Massachusetts en los Estados Unidos en contra de la comercialización ilegal de armas a México.
Y es que cuando el mismo secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard se disponía a granjearse los laureles, el senador zacatecano durante su participación en la presentación del Litigio contra la comercialización negligente de armas en Estados Unidos y su tráfico ilícito a México, que se llevó a cabo en el Museo Memoria y Tolerancia, les recordó a los presentes que habría sido él, quien un mes antes había presentado el punto de acuerdo en el Senado, que posteriormente se llevó a la misma Cancillería.
El también ex gobernador señaló que el objeto de la demanda es “no sólo buscar la reparación del daño, sino evitar que se siga generando esta tragedia de violencia que México vive. Yo estoy seguro de que muchos de nuestros problemas en materia de violencia, son provocados por el uso ilegal y la introducción ilegal de armas a nuestro país” afirmó.
El también fundador de Morena explicó que este es el primer paso, aunque faltan otros, pues hemos planteado a la Cancillería, por ejemplo, integrar con urgencia la Comisión Congresional que vigile la violación de derechos humanos de trabajadores migratorios en Estados Unidos, y que diario son violados sus derechos en el campo, en la recolección, en la construcción, en otros quehaceres de carácter laboral en aquel país, amparados en el T-MEC, en el acuerdo comercial que hemos suscrito.
El experimentado político afirmó “México no puede mantenerse callado y silencioso. Por eso, este paso que ha dado la Cancillería y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, está en su mejor momento, es oportuno y es correcto.”
La lucha por la sucesión está con todo y Monreal Ávila vuelve a anotarse un tanto a su favor.
Al tiempo.
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