Mientras el inepto gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, se suelta el pelo y no pierde la ocasión para demostrar que lo suyo, lo suyo es el baile la muerte ronda el estado. Primeros lugares en feminicidios, secuestros, ejecutados, desaparecidos, el ex maestro sonríe feliz, feliz, feliz al ritmo de la batucada que lo hipnotiza. La tragedia del Duartismo se vivió al 5o año del sexenio, la del bailarín en menos de dos años. Señalado, criticado y objeto de burlas de la prensa nacional, hasta televisiva, el Cui se proteje con dos importantes secretarios de su gris gabinete. Trascienden las orgias semanales que se organizan, donde circula de todo. Bien nutridas, como en Casa Veracruz lo hacia Javier. Es un escándalo dicen y hasta los maldicen, por su falta de humanidad ante la tragedia que vive Veracruz con la inseguridad, donde las víctimas más comunes continuan siendo los periodistas. Pero no por funcionarios, narcos sino por la fuerza civil. Como vamos, los periodistas estaremos en extinción.