“Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.” – Aristóteles.
Pocos ejemplos más claros y mejor desarrollados dentro de la administración pública se pueden encontrar en nuestro país.
Y aun cuando usted pudiera pensar que no existen casos de éxito, permítame señalar que sí, los hay, uno de ellos, quizá el más prístino y contundente está en Orizaba, Veracruz.
La transformación de la ciudad no ha sido algo de la noche a la mañana, lleva ya su tiempo.
Comenzó con la llegada a la alcaldía en el año 2007 de Juan Manuel Diez Francos –priista- que comenzó a darle un cambio y otra visión a la manera en como una administración pública puede ser factor de cambio.
La transformación de la famosa pluviosilla es impresionante, todas sus calles pavimentadas, todas con agua potable, todas con alumbrado público, todas con un funcional servicio de recolección de residuos –el cual ha sido evaluado entre los pobladores y alcanza niveles de aceptación del 92%- cero vendedores ambulantes, un reposicionamiento de la ciudad como centro de atracción turística en la zona montañosa central del estado.
Su modelo de aplicación de recursos y de manejo potencializador de atractivos turísticos como fuentes de ingreso municipal están a la vista con la operación de su teleférico, mismo que recauda anualmente 17 millones de pesos.
La visión de un municipio generador de recursos ha provocado el efecto multiplicador, un ejemplo de ello, es la implementación de su sistema de parquímetros los cuales son administrados por el propio ayuntamiento, los que dejan una derrama económica de aproximadamente unos 16 millones de pesos anuales.
A su vez se habla de la renta de locales comerciales que de igual manera dejan ingresos. La visión de transparentar el manejo del recurso público y sobre todo destinarlo a la colectividad ha permitido reinvertir en más y mejores servicios públicos.
Hasta hace algunos años, previo a la llegada del régimen de la 4T, el Ayuntamiento Orizabeño recaudaba de recurso propio cerca de 60 millones de pesos que al llevarlos a la federación en programas de Peso a Peso incrementaron el presupuesto al doble logrando una bolsa presupuestal extra de 120 millones de pesos.
Los poco más de 51 parques de Orizaba son operacionales y funcionales, en muchos de ellos, se resaltan a personajes como el mismo Francisco Gabilondo Soler “Cri-Cri”, recordándole con bellas esculturas de sus personajes.
El trabajo de Juan Manuel Diez Francos debiera ser replicado en los 211 municipios de la entidad, tendríamos un estado de 10 y no el estado que hoy lamentablemente tenemos.
Comparar desgraciadamente modelos entre ciudades hermanas es inevitable, pero al ver el modelo Orizabeño con el Xalapeño, de verdad que da envidia y de la buena.
¿Solo preguntémonos qué podría hacer Juan Manuel Diez Francos por Veracruz?
Al tiempo.
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