Con Villoro, para abrir semana

Es viernes. Amanece nublado en Xalapa, con el cielo muy cargado. La mañana está bastante fresca, si no es que con un frío ligero. Empieza a caer lluvia, fuerte. La mañana se ha puesto agradable para disfrutar un buen café y una buena lectura. Entonces topo con el artículo que ese día ha publicado Juan Villoro en Reforma, “El vagón infinito”. Está dedicado a los 50 años de la librería Ghandi.

Me repito: cómo me hubiera gustado escribir como Villoro, con su maestría, como me hubiera gustado tener la vena que tuvo Germán Dehesa para decir las cosas que al mismo tiempo que lo hacían a uno reflexionar también lo hacían reír, con su ironía, a veces con su sarcasmo contra los malos políticos y los políticos malos. Villoro me hace el viernes y todo el fin de semana. Relató un chiste de Maurio Achar, el fundador y dueño de Ghandi, “un chiste… que entraña una lección moral”. Va:

“¿Sabes qué es el amor?”, le preguntó el librero (a Oscar de la Borbolla, que escribía ahí sus artículos para Excelsior). Para no perderse la respuesta, De la Borbolla confesó su ignorancia en esas lides. Achar continuó: “Imagina a una pareja que queda de verse en una estación del metro a cierta hora. Ella está arreglándose en el baño de la empresa en la que trabaja. Él mira el reloj en su oficina: aún hay tiempo, pero de pronto el jefe le pide que firme un montón de papeles. Ella llega a la estación y camina en el andén de un lado a otro hasta que, decepcionada, decide irse. Él llega a la estación y baja las escaleras en el momento en que el metro arranca. Ella lo ve por la ventanilla. Él le hace señas de que lo espere en la próxima estación. Ella entiende”.

Después de una pausa dramática, De la Borbolla escuchó el aleccionador remate de la historia: “¡El amor es la distancia que hay entre esas dos estaciones!”.

Cito frases extraídas del texto completo de Villoro:

  • Lo significativo siempre está por suceder.
  • Citando a Vinícius de Moraes: “El amor es eterno mientras dura”.
  • La felicidad está en tránsito; mientras ocurre, lo decisivo es que siga ocurriendo.
  • Lo mejor de leer es seguir leyendo. El conocimiento sirve para aproximarse a lo que aún no se conoce.
  • El amor y los libros ocurren entre dos estaciones, y la duración del trayecto depende de nuestras destrezas.

Luego del tema de las elecciones, cómo y cuánto refrescan lecturas como las de Villoro. Es oxígeno puro. Sirven para descansar, para relajarse y retomar el camino con nuevos aires, camino inevitable como todos los caminos de la vida y de los cuales uno de ellos es el nuestro. Pero también para confortar ante la vuelta a la terrible realidad que se vive en Veracruz.

Si no es la delincuencia es la policía, ¿o son lo mismo?

El hombre clamó porque el presidente Andrés Manuel López Obrador se enterara de la atrocidad, de la brutalidad policial conque elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Policía Ministerial, así como agentes de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro de la Fiscalía General del Estado (UECS) sin ninguna orden judicial entraron a una bodega de su propiedad, sometieron, golpearon y torturaron a algunos de sus empleados, destruyeron cámaras del circuito cerrado de vigilancia para borrar los testimonios de su atropello, se robaron computadoras y de paso se llevaron millón y medio de pesos.

El empresario José Antonio May González, de Río Blanco, informó que los hechos ocurrieron el pasado día 19 y fue narrando frente a una pantalla lo que había ocurrido al tiempo que mostraba las imágenes que pudo rescatar de una videocámara que los policías no detectaron. Comentó que el argumento que habían utilizado era que tenían una persona secuestrada, lo cual negó. Comentó que el dinero que sustrajeron era para pagar la nómina de sus trabajadores y de sus proveedores. Dijo temer por su vida y la de su familia y pidió protección al presidente.

En imágenes se observa cómo llega una camioneta en forma intempestiva, bajan hombres armados ante lo que un empleado intenta colocar una cadena para impedir el paso de vehículos pero enseguida es sometido y tirado al piso. En efecto, no se ve que alguien muestra alguna orden de cateo. Se ve cómo se introducen, tratan de forzar puertas, sacan a empleados y los tiran al piso, apuntan, cómo dos personas mantienen sometida a otra que permanece hincada y que recibe los golpes, y cómo luego, tirada en el piso, la patean con violencia. “Si eso hicieron ahí, qué no me van a hacer a mí, por favor tengo miedo por mi vida y la de mi familia, le pido Presidente me ponga protección de la Marina o de la Policía Federal”.

Responsabilizó de lo que le pueda pasar al titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado; a Rodolfo Astudillo Medina, director de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro de la Fiscalía General del Estado, así como a José Arturo Santiago Zavaleta alias “El Lagarto”, delegado de zona de Ciudad Mendoza.

Valor civil; se configuran varios delitos

Tiene que reconocerse el valor civil con el que el empresario hace la denuncia, pero, además, con el señalamiento concreto contra un jefe policiaco que observaba todo lo que sucedía sin haber hecho el menor intento por parar la agresión.

Lo sucedido configura los delitos de abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad física de los empleados, violaciones gravísimas a los derechos humanos, tanto del propietario como de los trabajadores detenidos, revisados y maltratados, lo cual constituye el delito de tortura, todo lo cual era suficiente para que a los policías los hubieran encarcelado y arraigado porque son delitos de prisión preventiva oficiosa. La solicitud de protección al presidente ya constituye una denuncia y los delitos se acreditan con la simple grabación.

No existe el delito de brutalidad policial, pero en los hechos esa es la descripción a tan reprochable conducta con la que actúan los cuerpos policiacos de Veracruz. Este atropello es uno de varios más que han ocurrido en el Estado y que han quedado testimoniados con imágenes, pese lo cual nunca se ha actuado contra ninguno de los agresores, que gozan de total impunidad.

Eso choca contra la cantaleta del palacio de gobierno que llama a la ciudadanía a denunciar cualquier hecho delictivo.

Ni el día de los hechos, ni el de la denuncia, ni hasta anoche habían salido el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos, la fiscal Verónica Hernández Giádans o el secretario de Seguridad Pública Hugo Gutiérrez Maldonado a dar una versión de los hechos, menos a justificar la conducta de los elementos bajo sus órdenes. Procedía que la fiscal hubiera salido a informar que se había iniciado una carpeta de investigación.

Es de tal gravedad lo que ocurrió y que miles de veracruzanos pudieron observar atónitos porque los agresores fueron policías, que incluso hace temer que estas conductas continuarán, más ahora que las autoridades se sienten con todo el poder luego de que arrasaron en las pasadas elecciones.

También deja claro que la población está indefensa tanto ante la delincuencia organizada como ante la propia policía que, por lo demás, actúan en forma exactamente igual.

Vacunarán a los de 40 a 49 en Xalapa y Veracruz

Ahora sí, según informó el delegado federal Manuel Huerta, a partir de este lunes empezarán a aplicar la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 en Xalapa, Veracruz y otras 15 ciudades, hasta el 1 de julio. Se vacunará también a los remisos que no se inmunizaron antes, además de las mujeres embarazadas con más de 9 semanas de gestación, y recordó que ya se pueden registrar los de edad entre 30 y 39 años.

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