Entregará a la muerte hermano a hermano
y padre a hijo; se levantarán hijos
contra padres y los matarán.
Y serán odiados de todo
por causa de mi nombre…
Mateo 10.21
Las raíces los hacen iguales, las ideas los separan y los intereses los vuelven enemigos. Ahora, tiempo y espacio se funden y confunden con candidatos y partidos a pesar de venir del mismo seno materno: la izquierda.
Los hermanos que caminaron por el mismo sendero político desde niños ahora arremeten contra ellos mismos hasta el exterminio.
Por una parte, el gobernador Silvano Aureoles al ver que perdió las elecciones y no tiene quién le cuide las espaldas, señala a sus sucesores como delincuentes asociados con el crimen organizado y, lo que es peor, asegura que ellos contribuyeron al triunfo de Morena en Michoacán.
Por otro lado, el gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, negó tener vínculos con el crimen organizado y adelantó que su gobierno investigará la gestión del actual mandatario, quien al darse cuenta de las anomalías que señala debió actuar en consecuencia. Porque no exhibe pruebas, a pesar de que dice haberlas presentado.
Los genes los llaman y la sangre derramada se confunde tanto en el campo de batalla que en realidad nadie sabe quién gana y quién pierde en este pleito entre hermanos que reniegan de su origen, pero más aún de sus correligionarios.
Mientras Silvano Aureoles exige que la elección en dicho estado debe anularse, y que hará todo lo posible por no entregar el gobierno a Alfredo Ramírez Bedolla, éste señaló: “Les duele profundamente que van a entregar el poder el 1 de octubre y eso es lo que muestra la desesperación que tienen”.
Por su parte Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, respondió que las declaraciones del mandatario perredista son “las últimas patadas de ahogado”, luego de que intentó de todo para hacer una “elección de Estado”.
Las declaraciones de Aureoles son tantas que alguna de ellas debió tener testigos o por lo menos evidencias de ese grave delito que asegura ocurrió en una entidad que, en reiteradas ocasiones, afirmó que todo estaba bajo control.
Recordemos que esa entidad cuando la gobernaba el priista Fausto Vallejo debió ser auxiliado en el combate contra el crimen organizado por Alfredo Castillo, a quien envió Peña Nieto a apaciguar el estado ante la incontrolable violencia.
Aureoles asegura que operaron una elección de Estado Leonel Godoy y Jesús Reyna, quien, aseguró, le anda pagando el favor a Morena y al presidente, porque siente que es el que lo sacó de la cárcel porque estaba preso por sus vínculos con ‘La Tuta’.
“¿Qué pensará el presidente de la república después de tanto que luchamos por la democracia, las libertades, por transformar este país, y que ahora su partido sea aliado del crimen organizado? Porque en los hechos Morena es un narcopartido y una verdadera amenaza para el país”, declaró el todavía gobernador de Michoacán, quien en su evidente desesperación anunció que acudirá a instancias internacionales para denunciar la posible injerencia del crimen organizado en las elecciones del 6 de junio.
“Hay más de 90 pruebas que se han presentado ante las instancias correspondientes que demuestran cómo el crimen organizado obligó a marcar las boletas a favor de Morena en determinados distritos electorales y, además, está la denuncia pública que hice”, dijo el gobernador perredista.
Por su parte, el exgobernador y diputado electo por Morena, Leonel Godoy, dijo que el gobernador “está enfermo”, y lo señaló de haber enviado amenazas desde su celular al gobernador electo, Ramírez Bedolla.
Ramírez Bedolla aseguró que las acusaciones de Silvano Aureoles de que con su mandato regresará el “narcogobierno” es un tema totalmente falso y que no tiene ningún sustento “es un invento para abollar al nuevo próximo gobierno de Morena”.
Lo cierto es que Aureoles debe explicar algunos supuestos que han exhibido los medios, como el subsidio que salió de las arcas del gobierno para darle oxígeno a su partido, o las violaciones a los derechos humanos protagonizadas por él mismo en contra de un profesor a quien agredió físicamente.
Hay mucho tras la salida de Aureoles que puede ser usado en su contra. Creyó que alguno de sus nuevos aliados ganaría la elección, la autoridad electoral contribuyó a desgastar al contrincante al bajar de la contienda a Raúl Morón, a media campaña, pero no fue suficiente.
Lo que Ramírez Bedolla pide es que se realice una transición de poderes muy tersa y una entrega-recepción como marca la ley para evitar confrontaciones. A Silvano Aureoles le quedan todavía tres meses en el poder, tiempo suficiente para enterrar pruebas, pero no el necesario para crear evidencias sobre algo que dice que sucedió, en caso de no contar, desde ahora, con esos testimonios.
Morena asegura que Aureoles terminará en la cárcel y éste asegura que Ramírez Bedolla estará bajo la sombra. Ante este escenario las instancias legales parecen no contar con una sola queja al respecto y la gente ahora no sabe a quién creerle.
La confusión de ideas, de intereses, de ideologías entre los de izquierda que dijeron serlo y no lo son, y los que se dicen de izquierda, pero se comportan como de derecha, crean un caos, sobre todo para el grueso de la población poco acostumbrada a profundizar en los matices perversos de la actual política mexicana. PEGA Y CORRE. – Sin duda fue un duro golpe para Dante Delgado que Luis Donaldo Colosio Riojas, presidente municipal electo de Monterrey, se deslinde de Movimiento Ciudadano, todo por no querer estar cerca de Samuel García, de quien muchos prefieren estar lo más lejos posible… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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