Desde hace como dos meses me presentaron a una persona, a quien he dado por llamar Oscar, toda vez que él, ha usado últimamente varios nombres, lo que suele suceder cuando por alguna causa no es posible revelar su nombre verdadero, como en este caso en que él se esconde de varias mafias. Él mismo se reconoce como ex chairo, pues estuvo muy metido en todas las actividades que realizan este grupo para adueñarse del país.
En lo particular, no he querido tocar mucho el de tema de este ex chairo, pues según lo que me ha confiado, no es para comentarse en un artículo semanal, sino que corresponde a un libro de vivencias en donde, además de comentar los adoctrinamientos que les imbuyen, están las increíbles aventuras que sitiaron la vida de Oscar viviendo con los morenos y los de la 4 T, que son dignas de una novela.
Pero resulta muy significativo, dar a conocer ahora, algunos de los adiestramientos que me indicó esta persona, recibían antes y después de las elecciones del 2018, con platicas y comentarios, ratos de esparcimiento y relajamientos que preparaban con cánticos y algunos “sketch”; lo que es un verdadero adoctrinamiento.
Esta herramienta, ha sido empleada desde que se tiene uso de razón, por los grupos de poder y, muy especialmente en las áreas relacionadas a política y religión, con el objetivo principal de persuadir y aglutinar a más personas a su favor, lo que hace recordar a los movimientos totalitarios y a las sectas, que buscan captar más adeptos y ellos se encarguen de reproducir su doctrina.
Con las pláticas que tuve con el ex chairo, relaciono lo anterior, con lo que nos narra la historia referente al adoctrinamiento realizado por los nazis en lo niños, de donde nacieron las juventudes hitlerianas, que se sustentaban en la exaltación de las razas nórdicas y más aún las arias. Denigraban a los judíos, considerándolos inferiores y nefastos, ensalzando de esta manera el antisemitismo y el racismo. Enseñaban el amor y la obediencia ciega hacia Hitler, hacia el Estado y la jerarquía del militarismo. La comunidad nacional alemana era la de mayor relevancia en todo y, sobre todo.
Oscar mismo comenta que, tal parecía la integración de una secta, los grupos formados por Morena, antes de las elecciones, que en su adoctrinamiento hacían creer que, ellos eran las únicas personas buenas y honestas que existían ya que, aunque sabían de actitudes “gandayas”, “arrebatos” y “ganes” que entre ellos hacían, su escusa siempre fue: “El PRIAN robó más”.
Desde antes de las elecciones presidenciales les enseñaron a tener rencor y odio en contra de las fuerzas militares, pero en la actualidad es todo lo contrario, dieron marcha atrás a esa instrucción y ahora es apoyo total. De igual manera, rechazo tajante hacia los ricos, así fueran países o personas, considerando que se habían enriquecido robando lo que les pertenece a todos los mexicanos, aunque después terminaban aliándose con los más poderosos a sabiendas de todo el mundo que eran los más corruptos.
Antes de las elecciones no tanto, pero en la actualidad, se debe profesar amor y respeto irrestricto al líder máximo, a quien se le debe nombrar como: “mi presidente”, quien es considerado el superhombre, quien tiene la razón absoluta y no puede equivocarse.
Oscar comprobó que el país no crecía y la corrupción y el crimen avanzaban más. La pobreza en los poblados lejanos era deprimente, en donde morían la mayoría de los infantes por falta de atención, y solo en escasos lugares había un médico en servicio social, a quien le pagaban 1,200 pesos mensuales, mientas ellos no dejaban el mes por menos de 60 mil pesos.
El pecado de Oscar fue haber accedido a las miradas amorosas de una sierva de la nación, cuyo marido pertenecía al crimen organizado quien lo amenazó de muerte, razón por la cual se encuentra sobreviviendo en lugares donde no se pueda saber de él. Si no hubiera sido así, seguiría cómodamente en la 4T.