Así es la vida, a algunos les ha tocado nacer en hogares en donde nada falta, pero a otros, porque así fueron los designios del creador, les tocó que la cigüeña los dejara en donde solo existía la carencia. De ahí que, muchos por salir de la pobreza han entregado su dignidad, su voluntad, su honra, su consciencia y sus virtudes, para poder alimentar a los suyos, para darles sustento y por lo regular una mala educación.
Lo que sí encontramos en la pobreza es: carencia de salud, de vivienda, de ingresos, de empleo, de agricultura estable, de nutrición, de tecnología, de educación, y desgraciadamente lo que no falta es la mortalidad infantil.
La pobreza se encuentra relacionada con el analfabetismo, con los problemas de salubridad, con invasiones territoriales y migratorias, con la alta dependencia en la agricultura, así como con los problemas gubernamentales, pues desgraciadamente existen estructuras económicas que impiden el progreso y que perpetúan actitudes empobrecedoras, y si no las identificamos y las corregimos, difícilmente podremos crear prosperidad, sin importar cuánto tiempo, recursos, dinero, intranquilidad, lamentos o sermones dediquemos a la solución de la pobreza.
Los pobres han sido históricamente la bandera de los políticos en sus propagandas y en donde quiera. Primeramente, son a ellos a quien más cómodamente mueven y acarrean, a los que con toda facilidad se les puede comprar su consciencia, su dignidad y por supuesto su voto. Ciertamente se les está regalando dinero a muchos de ellos, pero con ello no se acabará nunca la pobreza, sino que seguirán siendo los admiradores de su pastor y sus movimientos serán en beneficio de su mesías, pero difícilmente en favor suyo.
Se ha sabido de ninis que reciben más por no hacer nada, que un médico residente. Habrá desabasto de medicinas, y de muchísimas cosas, pero esos, que no hacen nada sino apoyar al político siguen recibiendo su mensualidad, pero con ello nunca se acabará la pobreza.
Pero, también si se acaban los pobres, ¿de quienes vivirán los políticos después?
Y ante la frase ingeniosa de ya saben quién, “primero los pobres” también son los que han sufrido las peores catástrofes en la actualidad. Y para muestra podemos hablar de la Línea 12 del metro, por la que, tuvo que salir del país por más de 5 años Marcelo Ebrard, pero vivía de sus pobres ahorros en Francia. Pero actualmente, la gran mayoría de quienes sufrieron el nefasto suceso, por estar mal construido o por su falta de mantenimiento, el presidente manifestó: “Al carajo el ir a dolerse con los afectados de Tláhuac, no me gusta la hipocresía, ese no es mi estilo; eso tiene que ver con el conservadurísmo.” Claramente, indica que, al carajo las víctimas de la línea 12, la solidaridad con las familias de los muertos y los heridos; al carajo los hechos que apuntan a corrupción y negligencia, a una investigación obligada para exigir justicia y llamar a los responsables, porque son sus amigos y sus colaboradores.
Es notorio que el presidente ignora el significado de la palabra “Carajo”, que es un término para designar el miembro viril, término que al parecer proviene del griego “charax” que significa estaca, siendo usado este vocablo desde hace casi más de 700 años.
Ignoro si el presidente haya deseado de verdad mandar al carajo a todos ellos, pues es claramente notorio que el político necesita de los pobres y él más que cualquiera, pues gracias a los pobres, seguiremos abasteciendo de opulencia y de poder, a quienes viven de nuestros impuestos; y las leyes que pretendan crear o derogar, para los pobres y carentes de educación, son difíciles de conocer y de aplicar, no obstante sean drásticas para quien no las cumpla, prefiriendo ellos, vivir en la informalidad y bajo el adoctrinamiento de los que les digan y hagan creer. Y de la informalidad se deriva la comodidad, el desorden, la carencia de una estructura, la falta de educación y por consiguiente, viven a expensas de lo que digan y hagan los políticos quienes son los que les dan la protección al momento de pedirles su voto.