Café de Mañana
Por José Luis Enríquez Ambell
CUIDEMOS LAS LAGUNAS DE CASABLANCA Y EL CASTILLO
La noticia que refiere la reducción de la capacidad de la Laguna del Farallón, en los últimos 35 años, y que se ubica en Laguna Verde, resalta que las causas que han originado esta situación son comunes y se encuentran en la mayoría de los cuerpos de agua de depósito natural.
Aquí, en el municipio de Xalapa, entre los cuerpos naturales de agua más emblemáticos pudieran mencionarse la Laguna de Casablanca y la Laguna de El Castillo.
Ambas se encuentran sujetas a una gran contaminación de aguas negras como de residuos, lo que ocasiona que su agua sea un riesgo para la salud de habitantes de esas zonas; ejemplo de ello, son las descargas de aguas residuales directo a ellas y el depósito de basura en sus márgenes.
La desforestación y cambio de uso de suelo en las zonas aledañas a ellas juegan un papel importante en su deterioro, y de esa forma los asentamientos humanos cercanos a sus márgenes, careciendo de un plan de desarrollo integrado y sustentable que permita conservar las condiciones hidráulicas y ambientales de éstas.
El cambio climático también juega un papel importante, pues es cada ves más notorio que las épocas de estiaje y de lluvias se manifiestan con valores pico cada vez mayores que, aunque se acercan a los promedios históricos, en breves periodos de tiempo esos valores pico generan estragos importantes en los volúmenes de agua almacenados.
Otra causa importante en el deterioro de estas dos lagunas es la falta de desazolve y mantenimiento de ellas, ya que las autoridades municipales en Xalapa, – CMAS y Ayuntamiento, – no destinan presupuesto para su mantenimiento,- sin que éste tenga que ser oneroso,- ya que con un pequeño presupuesto se pueden manejar prácticas de conservación de suelo y agua para prevenir la erosión y así evitar perder su capacidad de almacenamiento; o bien, prevenir la entrada de sedimentos a los embalses, interceptándolos antes de su llegada a las lagunas.
Aunque las causas de este problema son naturales, las consecuencias se agravan por la omisión de autoridades y vecinos, o bien por sus actos, afectando a diversos sectores de la población y al ambiente local.
Para evitarlo, es importante establecer políticas públicas de rescate ambiental y un reordenamiento territorial que mitigue estos impactos negativos, de lo contrario podemos lamentar que pudiendo hacer algo poco o casi nada se ha hecho para evitarlo.
¡ES CUANTO!