Continuando con lo que ha pasado con Cuba, podemos fácilmente agregar que, en 1955, se consideró el segundo país de Iberoamérica con menor mortalidad infantil, también que, para el año 1958 Cuba era el segundo país del mundo en difundir televisión a color y poseer el tercer canal de TV a color de todo el mundo, y para el mismo año, era el país de Iberoamérica con más automóviles por habitante, esto es, uno por cada 38 habitantes; el que más electrodomésticos tenía, el segundo en el número total de receptores de radio.
En 1959, la Habana era la ciudad del mundo con el mayor número de salas de cine, 358 superando a Nueva York y París, que ocupaban el segundo y tercer lugar respectivamente; de esto último me permito comentar que, habiendo recomendado una película a mis amigos de Cuba, en una de las ocasiones que en el año 1998 yo estaba allá, asistimos a una salas de cine en la ciudad de Canagüey, en donde no había butacas, sino gradas o bancas sin respaldo; la pantalla era un televisor aproximadamente de 60 pulgadas, teniendo que soportar toda la película con el calor del caribe y solo un ventilador.
Por supuesto que perduran muchas cosas buenas en Cuba que, la siguen distinguiendo ante otros países, se sabe que mucha gente acude a la isla a procurar la medicina conta el vitíligo; se ha sabido que acuden también, a la procuración de veneno de alacrán azul, que supuestamente combate el cáncer; y por si fuera poco, se acaba de conocer que ha tenido buen efecto la vacuna contra el COVID 19, a la que han llamado “Soberana Plus”, consistente en una sola dosis, pero además ya la empiezan a propagar con una movida salsa que invita a estar en la “cumbancha” (así le llaman en Cuba a la fiesta), o de plano en “juma” (borrachera según el caló popular de los cubanos).
Con el propósito de complacer a mis amigos chairos que tanto me indicaron que la mala situación de Cuba no es por el comunismo, sino por el embargo de los Estados Unidos, comento brevemente lo poco que he llegado a conocer de ello que es: Para la década de los 50, La Habana estaba llena de casinos, prostitución, tráfico de drogas, policías corruptos y políticos elegidos fraudulentamente.
Buscando Fulgencio Batista, sacar el mejor provecho, estableció estrechas relaciones con los de la mafia italiana radicados en EE. UU., realizándose entonces un primer embargo de Estados Unidos a la isla el 14 de marzo de 1958, el cual fue impuesto sobre el tráfico de armas, cuando aún se encontraba el régimen dictatorial de Fulgencio Batista.
El segundo embargo fue impuesto el 19 de octubre de 1960, en respuesta de las nacionalizaciones llevadas a cabo por el gobierno revolucionario, en virtud de que muchas empresas y grandes consorcios de EE. UU., se vieron afectadas, rompiéndose además las relaciones diplomáticas entre EE. UU y Cuba el 3 de enero de 1961.
A Fidel Castro no le importó mucho, pues sintió estar respaldado por el gobierno de la Unión Soviética, con quien comenzó a negociar especialmente azúcar y la venta de petróleo a precios preferentes, logrando un distanciamiento más grande con Estados Unidos, a tal grado que, en abril de 1961, Kennedy, aprobó una invasión militar a Cuba, por mismos exiliados cubanos, en Bahía de Cochinos, los cuales fueron derrotados en 72 horas por el ejército de Cuba, decretándose por parte de Fidel Castro su revolución socialista.
- UU, buscó establecer programas para dar término a la revolución cubana; se implantaron restricciones para visitar Cuba, además de emitirse las regulaciones para el control de recursos cubanos. Congelándose el arrendamiento de EE. UU, por la base militar de Guantánamo, que ha sido embargado y permanece en custodia de un juez de EE. UU., que dispuso que esos fondos fueran propiedad de EE. UU.
También EE. UU., expidió la Ley Helms Burton, por la cual se establece que cualquier empresa que no fuere de EE. UU. y tenga relaciones de comercio con Cuba, le puede ser prohibida su entrada a territorio de EE. UU.
Estados Unidos, ha buscado normalizar sus relaciones comerciales con países comunistas, como son China y Vietnam, (qué en realidad no tienen nada ya de comunistas); pero con Cuba, señalan que no es posible por la cantidad de exiliados que se encuentran en el territorio de EE. UU.
Del odio de los comunistas hacía los gringos; la soberbia de Fidel Castro; la ambición de EE. UU., platicaremos la próxima semana.