Las campañas también resienten la presencia de la pandemia porque la distancia con la gente debe ser mayor. El acercamiento que fue calve para dar confianza, el abrazo para la foto, la calidez de las palabras directas estás suspendidas.
También se terminaron los mítines masivos, que prácticamente garantizaban el triunfo electoral si los candidatos sabían escoger lo que la gente quiere. Debe haber sana distancia para que el país sobreviva a la pandemia. Es hora de trabajar diferente y trabajar más.
Porque, así como sabían los gustos musicales de la gente para llevarles cantantes populares, así deben ahora conocer las necesidades de la población para solucionar sus problemas, en lugar de estar gastando en grupos que lo mismo actúan para un partido que para otro. Así como muchos candidatos que carecen de identidad, pues lo mismo militan en un partido que en otro.
Los tiempos de la pandemia son también los tiempos de pensar mejor en cómo ganar y cómo ganarse la confianza de la población no sólo a la hora de emitir el voto sino cuando están en funciones, porque esa es la hora donde la sana distancia se vuelve una gran distancia y nunca volvemos a ver a los que nos abrazaban y daban la mano sin fijarse a quién tenían enfrente.
La necesidad de cambiar de estrategias de manera inteligente es el compromiso. Se acabaron los tiempos de las simpatías de mitin y el olvido del funcionario hacia sus votantes. Ya en estas campañas hubo consecuencias por realizar los mítines como antes, cuando la Secretaría de Salud de Nuevo León amonestó al candidato del PRI a la gubernatura, Adrián de la Garza Santos, por convocar a un mitin político en el municipio de Juárez, donde se congregaron más de mil personas sin la sana distancia obligatoria ni el uso cubrebocas.
La imaginación y el compromiso mostrarán a los candidatos con verdadera vocación política ante una relación de dos meses en campaña que debe durar incluso después de que la gestión, por la que ahora compiten, termine. Porque se trata de una relación entre población y candidatos que no debe terminarse ni con el voto, ni con la toma de posesión y mucho menos durante la gestión. Debe ser una amistad que tenga como objetivo la transformación de un entorno. A la política no se renuncia.
Las campañas de hoy deben ser diferentes, su propia inercia exigía transformación, pero, sobre todo, compromiso. Los partidos debieron trabajar desde hace meses no sólo en la creación de cuadros sino en nuevas estrategias de campaña, pero en realidad trabajaron en algo que no les dará el triunfo ni los acercará con la gente.
Competir por un cargo de elección popular es una responsabilidad que debe formar parte de la personalidad de cada candidato. Hacer lo contrario sería un retroceso. Una vergüenza.
Ser candidato en esta campaña será histórico. Esperemos que los competidores por un puesto de elección popular puedan tener conciencia del momento que viven y respondan a su compromiso con la gente y con la historia. PEGA Y CORRE. – Sigue la agresión contra perredistas. El presidente Estatal de ese partido en Guanajuato, David Cristóbal Cano Hernández, informó que dos de sus compañeros fueron atacados a balazos el lunes pasado en Apaseo Grande, y uno de ellos perdió la vida.
angelalvarop@hotmail.com