- Quienes viajen durante la Semana Santa deben ser responsables y aplicar las medidas preventivas, recomienda.
- Pasear sólo con la familia y portar en todo momento kit de protección, ayuda a evitar contagios.
- Hospitales COVID del Instituto, alertas para atender a posibles vacacionistas en riesgo.
Para evitar riesgos de contagio por COVID-19 en el periodo vacacional de Semana Santa, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hace un llamado a la población a extremar precauciones, ser responsables, precavidos y cuidadosos de aplicar las medidas preventivas correspondientes.
Los 113 Hospitales COVID del Instituto en el país permanecerán alertas a prestar atención a vacacionistas que presenten síntomas sospechosos de contagio por SARS-CoV2. Lo más importante es que cada persona y familia eviten que esto ocurra tomando precauciones y cumpliendo los protocolos de autocuidado, desde antes de salir de casa, durante los trayectos y en todos los lugares que se visiten, ya sea recreativos, centros de hospedaje, restaurantes o centros de servicio.
El Director de la Clínica de Medicina Familiar (CMF) “San Antonio Abad”, Rodrigo García Ángeles, dijo que de todas las medidas preventivas, el aseo frecuente de manos con técnica instruida por la Secretaría de Salud, ya sea con agua y jabón o gel antibacterial, así como el uso correcto de cubre bocas, son las más importantes para evitar contagios de COVID-19 y de una amplia gama de infecciones. Además, aclaró que las caretas plásticas no son una medida segura para prevenir contagios y de ninguna manera sustituyen al cubre bocas.
“Si una persona infectada se mantiene a metro y medio de distancia de otra sana y ambas utilizan un cubre bocas bifásico, hay una protección preventiva del 80 por ciento, de ahí la importancia de utilizarlo adecuadamente” enfatizó.
Recomendó antes de viajar, verificar que ningún miembro de la familia presente síntomas sospechosos COVID como fiebre, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar, pérdida del olfato, dolor de músculos o articulaciones, de garganta, ataque general al estado del cuerpo, escalofríos, escurrimiento nasal, irritabilidad, diarrea, aumento de la frecuencia respiratoria, conjuntivitis, vómito y coloración azul en la piel por falta de oxigenación.
Si fuera el caso que alguna persona presente síntomas, es muy importante consultar a su médico y realizarse una prueba rápida de detección COVID para descartar riesgo, de lo contrario, quedarse en casa y evitar que el paciente se complique o que haya riesgos de propagación tanto en el grupo familiar que compartirá de manera más cercana, como al exterior.
Por el contrario, si todos se encuentren bien y decidan viajar, es muy importante buscar los destinos más cercanos y con poca afluencia, llevar su kit colectivo y personal de protección, consistente en gel antibacterial al 70 por ciento para aseo frecuente y profundo de manos; cubre bocas suficientes y de buena calidad; jabón líquido y toallas de papel para secar las manos; solución sanitizante o toallas desechables con solución sanitizante, para limpieza frecuente de superficies de contacto colectivo.
Reiteró que el cubre bocas adecuado es el que cubra perfectamente de la nariz a la boca, que tiene adherencia y ajuste al rostro para que no se resbale y al momento de que hablamos no haya fugas de secreciones. Una vez colocado no se debe manipular, ya que al hacerlo las manos se contaminan y si nos descuidamos podemos llevar esos gérmenes a la boca, la nariz o los ojos, vías por donde el coronavirus puede contagiarse.
Señaló que la vida útil de los cubre bocas varía en cuanto a su calidad y características, el estándar desechable dura en promedio cuatro horas, el bicapa de una a seis, el tricapa entre 6 y 8 horas, el KN95 tiene una duración de 12 horas; no obstante, cuando un cubre bocas se ha humedecido es el momento de cambiarlo.
García Ángeles afirmó que “no es momento de relajar las medidas preventivas, ha sido cansado para los pacientes, las familias y el personal de salud, por eso la recomendación es que tomen su descanso estrictamente familiar, sin distracción en las medidas de cuidado para disfrutar del esparcimiento lo más cuidadoso posible y que no haya consecuencias que podamos lamentar”.