Segunda Parte.
Agradezco mucho ser leído, pero más agradezco los comentarios, unos a favor y otros en contra, de la primera parte de este artículo, incluso de personas que vivieron en Cuba y en la actualidad residen en EE.UU., y en nuestro país, ilustrándome algunos de ellos con mayores datos que distinguieron a la Isla del Caribe que comentamos, ante las demás naciones
Muchas personas conocidas coincidieron conmigo en las carencias existentes en la isla. Varios hicieron hincapié de los reventones que hacían en los años entre 1985 a 1993, cuando las “Jineteras” así llamaban a las mujeres que salían a buscar y por un dólar las podían llevar a pasar la noche a sus hoteles.
En los grupos que me aceptan en WhatsApp, todos los amigos, con excepción de uno, coincidieron con lo que escribo, pero el disidente que es chairo, indignantemente me instó a que señalara también el embargo que les realiza EE.UU., lo que por supuesto, si cuento con el espacio en este gran Diario Duranguense, así lo haré.
De las cosas impactantes que vale la pena comentar es que, en 1906, La Habana, fue la primera ciudad del mundo en telefonía con discado directo para la marcación, sin necesidad de operadora, y al año siguiente, se estrenó en esa ciudad, el primer departamento de Rayos X de Iberoamérica.
Señalé anteriormente que José Raúl Capablanca, cuyo renombre aún se escucha, ganador de todos los campeonatos del mundo en ajedrez desde 1921 a 1927, pero en la actualidad pocos son los que practican el deporte ciencia.
Es justo mencionar que fue la segunda nación del mundo, en inaugurar una emisora de radio en el año de 1922, y la primera nación del mundo en radiar un concierto de música y en presentar un noticiero radial. En 1928 Cuba tenía ya 61 emisoras de radio, 43 de ellas en la Habana, ocupando el cuarto lugar del mundo, superada solamente por E.U., Canadá y la Unión Soviética. Fue Cuba, la primera en el mundo en número de emisoras por número de habitantes y extensión territorial.
En 1935 Cuba se convierte en la mayor exportadora para Iberoamérica de libretos y grabaciones, de novelas y series radiales.
En 1940, Cuba aprobó la más avanzada de todas las Constituciones del mundo de aquella época. fue la primera en Iberoamérica en reconocer el voto a las mujeres, y se convierte en el primer país de Iberoamérica en tener un presidente de la raza negra, electo por sufragio universal y por mayoría absoluta cuando la gran mayoría de su población era de la raza blanca.
La gran mayoría de los cubanos llevan la música por dentro, se considera que, aproximadamente en el año 1550, el Zapateo Cubano, que es un baile de origen español, hecho popular en las zonas rurales, y los primeros colonizadores empezaron a desarrollar la afición por bailes que tenían como principal atractivo el arrastrado de los pies o zapateado, de posible procedencia andaluza, que se encuentra en algunas danzas de influencia celta en Europa. Otros historiadores e investigadores le atribuyen una raíz canaria.
La Tumba Francesa, que es música y danza que fue llevada al oriente de la isla por los colonos franceses y sus esclavos en sus migraciones, a raíz de la inestabilidad revolucionaria presente en Haití desde finales del siglo XVIII, y que es una combinación de música de África Occidental, principalmente del Congo y Dahomey, y los bailes franceses de salón, en donde se pueden identificar variantes de ritmo y danza, como el masón, el yubá, el fronté, y la cinta de mayor colorido, cuando se danza alrededor de un poste con cintas multicolores.
La Tumba Francesa que recibió en el año 2000 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria y en noviembre del 2003 la UNESCO la declaró Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
No podemos dejar de mencionar a un grande la música como lo es Ernesto Lecuona, quien cuando contaba con 30 años se le reconoció como uno de los mejores compositores cubanos por sus obras como: “Siboney”, “Malagueña”, “Para Vigo me voy”, “Andalucía” o “Zambra gitana” de las que se han hecho numerosas versiones y adaptaciones en toda Latinoamérica y España. Formó su propia orquesta “Los Lecuona Cuban Boys” en el año 1942, y uno de sus más grandes boleros fue “Siempre en mi corazón”. Fue el primer iberoamericano director de una productora cinematográfica mundial y el primer iberoamericano también, que recibió nominaciones al premio Oscar.
Continuamos el próximo sábado.