Primera parte.
En la última década del siglo pasado, el que escribe estas líneas, gracias a varias invitaciones que tuve la fortuna de recibir, realicé más de diez viajes a la isla de Cuba, en donde me percaté de la Cuba de los turistas y la Cuba de sus propios habitantes, aunque tanto una como otra, con carencias mucho muy marcadas, naciendo la intención en los visitantes, de apoyar llevando cosas de las que allá carecían, cayendo en cuenta que, las invitaciones que hacían a mi persona, debido además de la bonhomía de sus habitantes, tenía la encomienda de llevarles desde nuestro país un sinnúmero de cosas, desde medicinas hasta autoestéreos.
Ante las extraordinarias penurias que existen en la isla, muchos habitantes se preparan bastante bien en diversas áreas con el fin de que les inviten a escuelas, facultades y universidades, de países latinos y puedan tener una estancia lo más grande posible fuera de la isla y, también poder volver a su lugar de origen y apoyando a sus familiares con algunos enseres de los que, allá no se pueden encontrar.
Creo que resulta increíble que, aún existan personas que desean que México adopte el sistema de gobierno que llevan en Cuba y en Venezuela, posiblemente hayan llegado hasta sus teléfonos celulares, videos y demás en donde muchos de los ahora legisladores de izquierda, radicalmente apoyan a estos sistemas de gobierno. Incluso llegué a conocer a varios amigos que fueron becados para estudiar una especialidad en medicina, quienes a su regreso indicaban que los habitantes de la isla vivían muy bien, pero cuando pude constatar personalmente, comprendí que las expresiones de ellos se debían tal vez, al agradecimiento que les nacía al haber recibido la instrucción de su especialidad. Comprobé que el salario de un médico especialista de Cuba en la última década del siglo pasado, era de aproximadamente 18 dólares al mes, un notario público recibía aproximadamente 11 dólares de mensualidad.
Recientemente, un compañero regresó de realizar un paseo por la mencionada isla, quien tuvo a bien comentarme lo derruido y carente en todos los sentidos que encontró absolutamente todo, así como al haber sido super solicitado por quienes se dicen guías de turistas, que a toda costa desean obtener algo de provecho, pero también disfrutar de algunos beneficios de los mismos paseos y gustos del turista, y tratar también, de dar algo de lástima con las necesidades de sus hijos.
Tristemente comentamos, la exigua libertad que tienen los ciudadanos y hasta de la insuficiencia de conocimientos de lo rica que fue esa isla, pues ahora se les ve en las banquetas de las calles jugando al dominó, pero ya casi ninguno juega ajedrez, incluso la gran mayoría desconoce que el cubano José Raúl Capablanca, fue un campeón mundial fuera de serie en los años de 1921 a 1927.
La gran mayoría de sus habitantes desconoce grandes acontecimientos históricos que situaron a la isla dentro de los primeros lugares, pudiendo citar que fue Cuba la primera nación de Iberoamérica, incluyendo España y Portugal que tuvo el primer cementerio aislado de iglesias en 1806; igualmente, en 1829, la primera con España y Portugal que usó máquinas y barcos de vapor; la tercera en el mundo tras Inglaterra y E.U., que tuvo ferrocarril fue Cuba en 1837.
En 1881, Carlos J. Finlay médico cubano, descubrió el agente transmisor de la fiebre amarilla que diezmaba a pueblos e indicó su prevención y tratamiento.
El primer sistema de alumbrado eléctrico público de toda Iberoamérica, incluyendo España, se instaló en Cuba en 1889.
El primer tranvía que se conoció en Latinoamérica circuló en La Habana en el año 1900. Y en ese mismo año y antes que ningún otro país de Latinoamérica, llegó a La Habana el primer automóvil. También. en ese mismo año, el esgrimista Ramón Fonts, fue el primer campeón olímpico latinoamericano.
Continúa el próximo sábado.