“Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él.” – Gandhi.
Durante la Revolución Rusa la ciudad de Volgogrado y sus alrededores fueron centro de combates entre los bolcheviques y el Ejército Blanco (EB) y pequeñas facciones como el Ejército Negro.
Aunque las tropas del EB disputaron varias veces el control de la ciudad a las tropas bolcheviques, lograron mantener su posición siendo comandadas directamente por Iósif Stalin.
Fue precisamente en ese momento cuando la ciudad adquirió el nombre Stalingrado y durante la etapa soviética se convirtió en un importante centro industrializado, además de ser un centro neurálgico para el transporte fluvial y el transporte de bienes por ferrocarril.
El nombre marco la ciudad y una era de grandes horrores para el pueblo ruso.
Alexánder Solzhenitsyn se hizo muy popular en plena Perestroika con su libro «Archipiélago Gulag», donde estimó en 66.7 millones de víctimas del régimen soviético entre 1917 y 1959.
A partir de 1991, se pudo acceder a los archivos oficiales y proponer datos basados en documentación soviética. De ese modo, los autores de «The Road to Terror: Stalin and the Self-Destruction of the Bolsheviks, 1932-1939» calculan que sólo en la Gran Purga se vieron afectadas unos cuatro millones de personas, pero incluso así es complicado separar a los fusilados y asesinados en los interrogatorios de los que huyeron al extranjero o fueron enviados a regiones del norte.
Estos hechos los he querido traer a colación amable lectora y lector, porque hoy un par de periodistas tocaron temas relacionados con el escenario que vivió la Rusia Post Revolucionaria y lo que comienza a vivir nuestro país en tiempos del régimen de la Cuarta Deformación.
La intervención presidencial en ámbitos de la esfera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como la aprobación fast track de reformas al Código Penal de Veracruz para convertir el delito de “ultrajes a la autoridad” en asunto grave, abordado magistralmente por el periodista Aurelio Contreras en su columna Rúbrica de este miércoles 17 de marzo bajo el título de “La represión ya está aquí”, enciende los focos rojos. https://indicepolitico.com/la-represion-que-ya-esta-aqui/
De igual modo, lo expresado por el maestro Francisco Rodríguez en su muy leída columna esta vez titulada “Boinas negras falangistas para “cuidar el voto” (sic) de Morena”, nos da un escenario de hacia dónde nos dirigimos. https://indicepolitico.com/boinas-negras-falangistas-para-cuidar-el-voto-sic-de-morena/
Pero más aún, cuando un grupo de destacadas y destacados académicos del Derecho de la Universidad Veracruzana (UV) mandan una carta pública al Gobernador, a medios y a la opinión pública por la aberrante y por demás violatoria reforma al Código Penal de Veracruz, para modificar el artículo 331, relativo al tipo penal de Ultrajes a la Autoridad, con el que dicho sea de paso, ya el estado ha ejecutado dos acciones intimidatorias y violatorias de los más elementales derechos y de los debidos procesos.
El entuerto legislativo, es tachado de erróneo desde la misma elaboración legislativa, pues transgrede Litis y jurisprudencias nacionales, pero más aún transgrede sentencias de órdenes legislativos superiores a la carta magna.
Según señalan las y los académicos del Derecho de la UV, que la criminalización de la protesta social que enfrenta la disidencia, para prever sanciones corporales desproporcionadas y con ello inhibir la participación política de la ciudadanía, negando, obstaculizando y restringiendo derechos civiles y políticos se agrava al tener tipos penales con estas peculiaridades, obstaculizando el acceso a un juicio justo a los posibles sujetos activos, legalizando así la privación de la libertad personal en el marco de la protesta social, que afecta al Estado de Derecho configurando una democracia simulada como la que deseamos desde la Academia no se configure en México.
Así sin más, los expertos en la Lex solicitan que antes de activar de algún medio de control constitucional el mismo Órgano Legislativo la combata drogándose, y con ello evitar que Veracruz se convierta en un Estado represor y poco tolerante a la pluralidad de ideas y expresiones.
De no ser así, y continuar con la cerrazón, estaremos en presencia de la refundación de la entidad, la que ahora habremos de llamar Stalincruz, porque estas cosas solo pasan en Veracruz.
Sextante
Por cierto, fuentes bien informadas nos confirman que la mala nota de la Campaña de Vacunación en la capital la puso el personal del ayuntamiento de Xalapa.
Resulta que el director de la policía Francisco Villa aprovechó que finalizaba la atención de adultos mayores y se hizo vacunar, igual el subdirector de Desarrollo Social, Gregorio Huesca que, hasta mandó a traer a su familia, el mal uso de la vacunación fue el del personal del Secretario del Ayuntamiento Alfonso Osegueda Cruz que llevó hasta a su novia la subagente municipal del Castillo, para que le pusieran su inmunizada.
Pues ¿que eso no contradice la política que se sigue del plan de vacunación?
Al tiempo.
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