Érase una vez en un país lejano en donde reinaba una reina mala, a quien le importaba tanto su belleza que, cada día al despertar consultaba a su espejo a quien siempre le preguntaba “quien era la mujer más hermosa del reino”, y siempre el espejo le contestaba que era ella la más bella, que no había en el mundo otra con tanta hermosura.
Algo parecido sucede en un país del mundo, en donde un presidente, no obstante que se encarga de catequizar todas las mañanas, a quienes le hagan preguntas preparadas para contestarlas, auto alabarse y fundirse en su éxtasis, y por cada cuestionamiento que se llegue a elaborar de más, ordenaba hacer una consulta o encuesta al “pueblo bienhechor y erudito” y siempre le responde lo que él desea escuchar y el resultado es que, él es el mejor presidente del mundo entero.
Acomodó a sus legisladores, que son una bola de castrados e ignorantes, que no son capaces de defender el país en el que nacieron ellos y sus hijos, y no obstante, que su bello presidente anteriormente haya tachado de narcoestado a los anteriores, en la actualidad, al imponer su “cartilla moral”, tal vez tenga el deseo también de implantar el nuevo lema que se empiezan a popularizar sus propios parlamentarios: “Una mariguana legal, eleva la moral”; y mientras mayor apoyo reciba de sus eunucos, de su “pueblo bienhechor y erudito” y las preguntas a modo en su conferencias de la mañana, seguirá considerándose el más hermoso de todos los presidentes del mundo entero.
Con las consulta al “pueblo bienhechor y erudito” y antes de ser legalmente presidente y, sin ninguna facultad legal, canceló la construcción que se llevaba a cabo de un verdadero aeropuerto, no obstante, haya admitido haber tirado a la basura más de cien mil millones de pesos, que se ha comprobado que es mucho más y que el pago de los pasivos puede durar hasta 26 años más, no cabe duda, que es un crimen que, en un país en donde, sin exagerar, se registran 52.4 millones de personas pobres y, 9.3 millones de ellas en pobreza extrema, se pueda tirar a la basura, aunque fuera medio millón de pesos.
Se empeñó en la construcción de una refinería en la que convocó a 4 constructoras para su realización, pero ninguna de ellas aceptó las condiciones impuestas, por considerar absurdas las obras a realizar y su operatividad; pero como se considera muy hermoso el presidente, la construcción la llevará a cabo con el personal a su cargo.
También quiso la construcción de un tren que pasara por donde él tiene su casa de campo, aunque tenga que remover y tirar, pero su capricho será primero.
Como quería ser el más bello de todos, no permitía que reclamara nadie ante un juez, algún amparo para ser protegido por las arbitrariedades de los funcionarios, y a cualquier juez que ordenara alguna suspensión, ordenaba se le “investigara” PORQUE NO DEBÍAN DE ESTAR LOS JUECES AL SERVICIO DE LOS PARTICULARES.
Si la Corte de Justicia de ese país insistía en aplicar la Ley, volvía a realizar sus encuestas o consultas a su pueblo “bienhechor y erudito”, y de la manera más fácil obtenía los resultados que él esperaba y categóricamente señalaba que el pueblo estaba por encima de la ley.
De la misma manera, lograba obtener los resultados de sus encuestas, para saber quién era el MÁS IDÓNEO para gobernar un Estado y, resultaba que el violador, infractor, ruin, indigno y mezquino era el MACEDONIO.
La reina a que hago referencia al inicio, al saber que existía Blanca Nieves, más bella que ella la quiso envenenar y al ser descubierta por los 7 enanos se desbarrancó en su huida y murió.
No se sabe aún el final del presidente más hermoso, solo se espera que el pueblo que gobierna tenga el mismo valor que el de los 7 enanos y termine pronto con él, de lo contrario acabará de inmediato con el país.