Gladys y Carla Merlín: destino sangriento

* La hipótesis del robo  * El móvil político  * La lengua larga del gobernador  * Hija de cacique  * El fidelismo revive en Fuerza por México  * Repudio al hermano de Marcelo Montiel  * Silviano Delgado alcanza las 7 mil firmas  * Explosivo expediente del crimen de Goyo Jiménez  * Moloacán: Lenis Domínguez, sin estructura

MUSSIO CARDENAS ARELLANO

Publicada en mussiocardenas.com

19 de febrero de 2021

Hija de cacique, Gladys Merlín terminó sus días como los de su estirpe trágica, vencida por la saña, el filo de un arma que le tasajeó el cuello, las balas que horadaron la piel, la violencia brutal. Un destino sangriento que no pudo eludir.

Su última estampa es el rostro de un crimen bestial, cuyo alcance multiplica el dolor: a su lado yacía el cuerpo de su hija Carla Enríquez Merlín, también inerte, también sin vida.

Tendidas en el suelo, Gladys Merlín Castro y Carlita evidenciaban los cortes con arma blanca, la piel lacerada, un charco de sangre y sus rastros en cara, brazos, tórax, abdomen y piernas, el cabello revuelto, la ropa impregnada del fluido rojizo.

Aquella madrugada —lunes 15—, su existencia fue cercenada por manos asesinas con móvil incierto, autoría anónima, cancelando los sueños y abortando proyectos, cumpliendo el destino de sangre que sigue, persigue y asedia a la estirpe de quienes detentan cacicazgos de poder.

Gladys fue diputada federal, diputada local y alcaldesa de Cosoleacaque, siempre por el PRI.

Carla quiso ser diputada local priista al Congreso de Veracruz y en cosa de días formalizaría su candidatura a la presidencia municipal bajo las siglas de Morena para enfrentar a otro clan caciquil, el de Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi, que tejen entre sus méritos haberlas acotado, pulverizado y arrebatado el poder.

Doble asesinato, asesinato brutal, el de Gladys Merlín y Carla Enríquez se potencia por el mar de contrasentidos, la incongruencia, la sospecha y la sinrazón. Unos vienen creyendo en el móvil del robo y otros olfatean y perciben una motivación política.

A Gladys y Carla les arrancaron la vida al filo de las 4:30 horas, en una recámara de la casa en que habitaban en la calle Correos del Barrio Segundo de Cosoleacaque. Según la versión oficial, previamente se escucharon disparos que alertaron a vecinos. Una llamada al 911 activó las alertas y efectivos policíacos se trasladaron al lugar.

Una patrulla de Seguridad Pública con dos elementos a bordo llegaron en cosa de tres minutos. Hallaron —según la versión del periodista Jorge Fernández Menéndez, en su columna Razones, en Excélsior— a sólo dos guardias, Víctor Trinidad Domínguez, quien realizaba vigilancia externa, y a Isabel Bretón Riveroll, quien se encontraba en el interior del inmueble y que había sido herida en una mano. Trinidad Domínguez expresó que había hombres con armas largas en el interior.

“Los agentes ingresaron a la vivienda —dice Fernández Menéndez— y aseguraron que había impactos de arma de fuego que habían destrozado ventanas y puertas de cristal, que la vivienda estaba revuelta por dentro, pero nunca encontraron a los presuntos hombres armados. Lo que sí vieron fue los restos de dos mujeres asesinadas. Los cuerpos fueron inmediatamente reconocidos por Heliodoro Merlín Ortiz, el hermano y tío de las víctimas, se trataba de Gladys Merlín Castro, de 51 años, y su hija Carla Guadalupe Enríquez Merlín, de 28 años”.

Por ahí se desarrolló la hipótesis del robo. Cuenta Fernández Menéndez del despojo de un millón de pesos a Gladys Merlín, días atrás, producto de las ventas de combustible de una de sus gasolineras —extraoficialmente se sabe que son cuatro— del período del 5 al 7 de febrero.

“Según el gerente —apunta Fernández Menéndez—, Gladys dejó la maleta con el dinero en su camioneta, pero cuando regresó a ella, el jefe de escoltas le dijo que un grupo armado le había robado la maleta. Nadie había visto el robo. La ex presidenta municipal responsabilizó del hecho a su jefe de escoltas y lo denunció, lo mismo que todos los miembros de su equipo de seguridad. Por eso Gladys tenía el día de su asesinato, en su casa, sólo una persona externa y otra interna.

“Según los informes de inteligencia, el robo de la maleta con el millón de pesos estuvo pactado con sus agentes de seguridad. Dicen que luego del robo en la gasolinera, el dinero producto de las ventas de gasolina de este fin de semana, Gladys lo había guardado en su casa. Y que el objeto del ataque que sufrieron las dos mujeres fue el robo de ese dinero, realizado por quienes eran o seguían siendo parte de su seguridad.

“Según informes policiales, las dos mujeres fueron asesinadas en cuartos que no era sus dormitorios, pero sí el lugar en donde estaba la caja fuerte con el dinero de las ventas de gasolina. Los datos de criminalística sugieren que Gladys trató de escapar junto con su hija Carla, pero que fue jaloneada de los cabellos y degollada; Carla fue asesinada saliendo de ese cuarto. Es desconcertante, con ese escenario, que la mujer de seguridad que las acompañaba, sólo recibiera un leve disparo en la mano, y no pudiera ofrecer más información”.

Una fotografía es clave. Muestra los cuerpos inertes en la habitación. La cama se halla casi intacta, la sábana y sobrecama sin mayor alteración, salvo algunas huellas de sangre, pero ligeramente fuera de su lugar. Algunos objetos, entre ellos libros, aparecen sin muestras de desorden. Se observa un radio entre el colchón y la cabeza de Gladys Merlín.

Al fondo, un asiento y sobre él, bolsas y cajas. A un costado, un tripié. No se percibe que en la habitación haya habido forcejeo o una lucha frenética.

Desde que circuló en redes sociales, hay un especial interés en esclarecer quién filtró la fotografía. Se expresa que se revictimizó a Gladys y a su hija Carla. Pero, en el fondo, hay más.

La fotografía muestra huellas oficiales: sello de la Región XVII de la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno de Veracruz y las coordenadas geográficas.

Y otro detalle: dos perros, uno negro y otro blanco, casi al pie de los cadáveres, en primer plano.

¿Quién tomó la fotografía? ¿Elementos policíacos o ministeriales, peritos, que realizaron la diligencia? ¿Lo hicieron con los perros de la familia junto a los cuerpos sin vida? ¿O fue alguien más quien captó la escena dantesca antes de la llegada de la policía?

Convulso y enrarecido, el crimen toma otra vertiente cuando el gobernador Cuitláhuac García alude al móvil político. Expresa que esta violencia ocurre porque quienes estuvieron en el poder pactaban con grupos delincuenciales. No precisa su referencia, si es al panista Miguel Ángel Yunes Linares o a los priistas Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.

¿Un pacto con quién? ¿Un narcopacto? ¿Un pacto con cárteles? Cuitláhuac García imputa pero no actúa. Si sabe qué gobernadores pactaron con el crimen organizado, ¿por qué no los denuncia?

Cuitláhuac fue más allá. Atribuyó el doble crimen a “cacicazgos locales”. O sea, un móvil político.

Frente a los Merlín, en Cosoleacaque hoy sólo hay un cacicazgo, el de los hermanos Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi, hijos del extinto cacique de Acayucan, Cirilo Vázquez Lagunes, ejecutado el 19 de noviembre de 2006 en una emboscada, después del crimen de su hermano, Ponciano.

Otro cacicazgo local, ya extinto, es el de los hermanos Cadena Grajeda. Uno de ellos, Orlando, quiso ser alcalde de Cosoleacaque pero lo derrotó Heliodoro Merlín en 1985.

A Víctor Cadena, siendo alcalde, se le atribuye el acta de nacimiento falsa de Raúl Salinas de Gortari, usada en el pasaporte con nombre apócrifo, hallado en una caja de seguridad en Suiza.

Hacia 1987, a la llegada de Fernando Gutiérrez Barrios al gobierno de Veracruz, Cirilo Vázquez fue encarcelado y luego exiliado. En eso punto comenzó el despegue del cacicazgo Merlín. Heliodoro se convirtió en presidente de la Unión Ganadera Regional.

A Gladys Merlín se le concedió la diputación federal de 1994 a 1997. Y ya con Fidel Herrera alcanza al diputación local en 2004 y la alcaldía de Cosoleacaque en 2007.

A los Merlín se les acabó la cuerda en 2010 cuando Héctor, hermano de Gladys, pretendió ser alcalde y sucesor de la hoy fallecida. Lo venció en las urnas el otrora panista Cirilo Vázquez Parissi. Desde entonces, turnándose el poder, Cirilo y Ponciano se alternan la presidencia municipal.

Los “cacicazgos locales” están a la vista. A ellos enfrentaría Carla Enríquez Merlín bajo las siglas de Morena, candidatura que finalmente confirmó su hermano Emigdio, un próspero empresario, ligado a Tony Macías, ex suegro incómodo de Javier Duarte.

La tragedia, la desventura, persiguen a los Merlín. Un hermano de Gladys, Heliodoro, fue objeto de un secuestro del que logró regresar de manera inverosímil.

Carlos Hugo Enríquez Montejo, esposo de la ex alcaldesa, murió en 2005 desangrado por el ataque a mordidas de sus perros Rottweiler, al llegar al hogar.

Dos sobrinos, hijos de Heliodoro Merlín Castro, sufrieron una persecución y ataque a balazos en Minatitlán, el 16 de enero de 2016. Presuntamente se trataba de un secuestro que pudieron evitar. Terminaron baleados en una clínica particular. Inicialmente la prensa reportó que el agredido era Emigdio Heliodoro Enríquez Merlín, hijo de la ex alcaldesa.

Otra es la vida de oropel, días de alegría de Gladys, Carla y Emigdio en Las Vegas, la compañía del ex futbolista José Francisco “Kikín” Fonseca, la fotografía con la imagen de la socialité Paris Hilton.

Muchas historias que contar.

Hoy, la realidad es traumática. Gladys Merlín y Carla Enríquez fueron ultimadas con saña inaudita, ambas tasajeadas con arma blanca, la mamá degollada.

Es el destino de sangre que no pudieron eludir.

Archivo muerto

Vía Fuerza por México, el fidelismo vuelve a aletear. Regina Vázquez Saut, la peor alcaldesa de Veracruz en el trienio 2008-2010, es secretaria general adjunta del comité estatal, y Gustavo Souza, ex secretario de Turismo en el fidelato, admite que le fue formulada la invitación para ser candidato a la alcaldía de Veracruz puerto. Saltar de partido en partido es consustancial a la hija del cacique. Fue del PAN, pasó al PRI, se arregló con el PAN, sirvió a Morena y llega a Fuerza por México donde deshoja la margarita hasta decidir si contiende por la diputación local en Acayucan donde ya fue presidenta presidenta municipal con resultados nefastos y opacos. Ha de querer atizar el repudio que sembró, sacudir los recuerdos de sus pifias, la omisión de informar al Congreso, ocultar los estados financieros y eludir la rendición de cuentas. Y luego, la mano sucia de Fidel Herrera: la cuenta pública presentada a destiempo pero avalada por un Congreso cómplice y un Orfis pestilente. Esa joya de la ilegalidad y la corrupción, hija de cacique ejecutado, con una denuncia por no pagar la comisión por la venta del predio en que se halla la plaza Explanada en Puebla, es la que adopta Fuerza por México… Repudio en Morena a la alianza con el Partido del Trabajo y el Verde, y por añadidura a Roberto Montiel, hermano de Marcelo Montiel Montiel, ex alcalde de Coatzacoalcos. Una carta dirigida al alto mando morenista evidencia el rechazo: “Las y los militantes y simpatizantes de Morena-Puente Nacional rechazamos enérgicamente la coalición ‘Juntos Hacemos Historia’. Quienes recorremos el territorio advertimos el repudio del pueblo puenteño hacia los partidos con los que se pretende coaligarnos”. Y solicitan a la Comisión Coordinadora Nacional de la Coalición Juntos Hacemos Historia y a su representante, Estaban Ramírez Zepeta, que este municipio no sea considerada la alianza antes mencionada”. De por sí, el repudio a Roberto Montiel es patente y ahora el morenismo rechaza ir en alianza con el PT y el Verde. Y peor si se advierte que el priista Marcelo Montiel será quien realmente detentará el poder a través del hermano… Silviano Delgado superó las 7 mil firmas. Tácitamente amarra la candidatura independiente para contender por la alcaldía de Coatzacoalcos. Queda cotejar cuántas de ellas son avaladas por el Órgano Público Local Electoral de Veracruz y una vez realizado el ajuste, disponerse a la búsqueda del voto. Silviano Delgado Valladolid fue director municipal del Deporte en el ayuntamiento encabezado por el priista Joaquín Caballero Rosiñol. Es una gloria del deporte local, futbolista de renombre, seleccionado nacional… Expediente explosivo en torno a Gregorio Jiménez de la Cruz, el periodista de Notisur, Liberal y La Red, levantado y ejecutado en febrero de 2013. En él, las lagunas jurídicas, declaraciones incompletas, testimonios inverosímiles y, por supuesto, incumplimiento del deber legal de la Procuraduría de Veracruz. En él, las casas de seguridad de Villa Allende, donde se confinaba a secuestrados y se les torturaba. Y una pista de escándalo: la liga de los sicarios con el Comandante H, alias Hernán Martínez Zavaleta, preso por cargos de trasiego de droga, huachicol, lavado y el crimen de una familia, padre, madre y cuatro menores de 3, 4, 5 y 6 años. Expediente con datos, fechas, testimonios y material fotográfico. ¿Quién dijo que el caso Goyo Jiménez estaba cerrado?… Por criterio de género, Morena iría en el sur de Veracruz con fracturas y fragilidades. Moloacán, por ejemplo, es un hervidero. Lenis Domínguez Ramos, sin estructura, con un historial de ambición y doble cara, ex directora de Atención Ciudadana del ayuntamiento actual, ya marginada del equipo que encabezara la extinta alcaldesa, Vicky Rasgado Pérez, es precandidata a la presidencia municipal. Se registró sin consenso, cobijándose en la vilipendiada imagen de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García. Las bases morenistas, sin embargo, van con Eleazar Alcántara, con mayor capacidad operativa. Morena tendrá que vencer al proyecto de los petroleros y de la alianza Veracruz Va, Omar Ricárdez Chong, y a Elizabeth Guerrero, maestra con fuerte arraigo en el municipio que será candidata de Fuerza por México…

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