¿De Patrocinio a Patrocinador?

“Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.” – Sófocles.

 

Cuando el 26 de septiembre de 2019, se designó a la titular del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS), el agrado social ante la obtención de las mujeres de un espacio más de primer nivel en la palestra política del Estado, –pues es muy cierto que afortunadamente prevalece un ánimo por resarcir la deuda histórica con nuestras muy valiosas y talentosas mujeres veracruzanas–.

Sin poner mucha atención a ello se dejó de lado el hecho de que, la maestra Delia González Cobos, llegaba como recompensa por haber representado a Morena en la mesa del Consejo General del OPLE, así como en la respectiva vocalía estatal del Instituto Nacional Electoral, por supuesto, –como todo lo trascendente que sucede en la Entidad–, por instrucción y operación del Secretario de Gobierno en funciones de Gobernador, E. Patrocinio Cisneros Burgos.

Por cierto, esa función de representación partidista-electoral, recayó poco más tarde en la persona de la tristemente célebre Leslie Mónica Garibo Puga, a quien el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez designará como la primer Contralora de este sexenio y a quien sus innumerables y reiteradas pifias le obligaron a declinar el cargo, tras el escándalo de la abuela Manuela.

Aunque por favor, no se preocupen, pues la funcionaria “se cayó para arriba”, desde entonces la Secretaría de Energía la rescató de inmediato y la designó en una posición estratégica de esas que le permiten seguir cobrando uno de esos sueldos tan criticados por el Presidente.

Pasó el tiempo y el ORFIS parecía caminar positiva e institucionalmente a pesar de la marcada dependencia de la oficina del “dos”, incluso con la incorporación del reconocido fiscalista y ex titular del citado órgano de fiscalización, el doctor René Mariani Ochoa, recobraba una imagen de inclusión, profesionalización y hasta independencia.

Lamentablemente nada más alejado de la verdad, pues con la llegada inexorable del proceso electoral, a Patrocinio se le hizo fácil utilizar al ORFIS, para apretar a los alcaldes de oposición desconociendo la aprobación de la cuenta pública de 2018, y a partir de ahí exigirles lo “condu$ente” para “solventar” sus observaciones y con ello, él erigirse como el gran “patrocinador”, de sus alfiles ante el llamado democrático para la renovación.

Y no vengan ahora a decir que todo es falso, pues se sabe que alcaldes de oposición preparan senda denuncia contra el funcionario estatal y sus respectivos secuaces, misma que sería expuesta públicamente en la misma CDMX antes o después de llevarle las pruebas al mismísimo presidente López.

Claro que el botín de guerra no es nada despreciable en el Estado, donde estarán en disputa 50 diputaciones locales, 212 Ayuntamientos con el mismo número de síndicos y más de 600 regidores, así como los correspondientes 20 diputados federales de mayoría relativa y los que resulten por representación proporcional.

Lamentable que la maestra González Cobos se preste a esta burda estrategia de patrocinio, ejecutada por los “operadores” de la Dirección General de Política Regional, nada diferente a la de los tiempos en los que ella legítimamente desde la izquierda pugnaba por un gobierno, por una sociedad más justa, lo cual requiere indubitablemente organismos autónomos, independientes del ejecutivo y sus personeros.

¡No se vale fallarle así al pueblo de Veracruz!

 

Sextante

El anuncio del presidente López al dar positivo a COVID-19, llega circunstancialmente en el momento preciso del palomeo de candidaturas de Morena y cuando los señalamientos de la más fifís de sus seguidores Elenita Poniatowska, sobre el hastío de sus mañaneras entre los mexicanos le comenzaba a impactar en el nivel de flotación al mandatario.

Pero por favor no piense mal –aun cuando el refrán popular afirme, piense mal y acertarás-.

Esperemos que se recupere pronto, porque quedó claro que el uso de los detentes, amuletos, el no mentir, el aplicar la honestidad, no funcionan.

Solo de corolario, su negativa a no usar cubrebocas, pudo haber puesto en evidente riesgo de muerte a los cientos de personas que estuvieron cerca de el en los últimos días.

 

Al tiempo.

 

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