Será el sereno, pero a pesar de sus frases “el tren que va por vía aérea entre la Ciudad de México y Toluca” y “nosotros no tenemos ningún aeropuerto que reciba pasaje de Inglaterra, no tendríamos por qué tener esa preocupación contra esa cepa” (la nueva de coronavirus), que le han valido un balconeo a nivel nacional y un tsunami de críticas en las redes sociales, entre todos los gobernadores del país Cuitláhuac García Jiménez fue el que más repuntó entre noviembre y diciembre pasados y tres encuestadoras coinciden en su considerable avance.
Cuando más lo necesita para ayudar a su partido a ganar las próximas elecciones y retener los poderes Ejecutivo y Legislativo, el ingeniero mecánico y profesor universitario araña ya el rango de aprobación alto (ahora está en el medio) pues tiene una aprobación de 44.6% y solo le faltan 4 décimas para lograrlo.
Las encuestadoras en cuestión son MEXICO elige, C&E RESEARCH y Mitofsky, cuyos resultados se dieron a conocer a inicios de esta semana.
MEXICO elige realizó un Estudio Nacional de Opinión Pública cuyo resultado publicó el domingo. Esta empresa registró una aprobación para Cuitláhuac de 47.9%, con un aumento entre enero y diciembre del año pasado de 5.4% que lo colocó solo debajo de los gobernadores Adán Augusto López Hernández, de Tabasco (7.9%); Carlos Mendoza David, de Baja California Sur (6.8%); Quirino Ordaz Coppel, de Sinaloa (6.1%); y Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán (6.0%).
Esta encuesta se levantó entre el 2 y el 10 de enero de este año. O sea que así arrancó 2021.
A su vez, C&E RESEARCH dio a conocer su Ranking de Gobernadores de México. Desempeño, en el que Cuitláhuac está en 12° lugar entre los gobernadores del país con una aprobación de 49%, muy distante de los líderes Mauricio Villa Dosal, de Yucatán, que tiene un porcentaje de 68.1%, y Francisco Domínguez Servién, de Querétaro, que registra 67.9%, pero alejado ya de los últimos diez lugares, entre los que aparecen Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, de Nuevo León, con 27% y Alfredo del Mazo Maza, del Estado de México, con 24.5. En el último lugar (32) está Cuauhtémoc Blanco Bravo, con solo 16%.
Esta encuesta se levantó entre el 20 y el 29 de diciembre, o sea prácticamente para cerrar el año.
Mitofsky también le da buenas calificaciones. En su Capítulo Gobernadores y Gobernadoras de México, encabeza el mayor crecimiento de aprobación ciudadana entre noviembre y diciembre con una aprobación de +4.3, pues pasó de 40.3% a 44.6%, por encima de Héctor Estudillo, de Guerrero, que tuvo un incremento de +3.3 al pasar de 53.1 a 56.4; de Alfredo del Mazo, del Estado de México, que subió +2.8, al escalar de 35.9% a 38.7%; de Cuauhtémoc Blanco, de Morelos, que ascendió +2.4, pues pasó de 18.3% a 20.7%; y de Jaime Rodríguez, de Nuevo León, que incrementó en +2.1 al cambiar de 34.8 a 36.9%.
En esta encuestadora hay un dato que me parece relevante. En los meses de junio, julio y agosto del año pasado Cuitláhuac se mantuvo en el lugar 30 de 32, esto es, en el antepenúltimo lugar de todos los gobernadores, por lo que haber escalado hasta el lugar 19 que ocupa ahora es verdaderamente significativo.
Y entre los rangos sobresaliente, alto, medio y bajo, casi se coloca ya en el segundo si consigue 4 décimas que le faltan. La encuesta se levantó en diciembre.
Será cuestión de revisar qué lo ha impulsado hacia arriba, pero se puede adelantar que hay factores localizables, como el hecho de que, por ejemplo, en diciembre por primera vez al menos en una década se pagó en forma puntual a pensionados y jubilados; pese a que no le bajará a la deuda que heredó pidió otro préstamo para pagar a tiempo sueldos y aguinaldos a la burocracia, y a que el IPE está ofreciendo mejores resultados, entre otros.
Llama la atención que haya repuntado a pesar del rotundo fracaso que le significó su fallida Reforma Electoral, del escándalo en el Poder Judicial, de los señalamientos de nepotismo tanto en su gobierno como entre los diputados de su partido, así como de la violencia e inseguridad que persisten, además del desempleo, la falta de inversiones, los malos servicios en el sector salud, entre otros latentes problemas.
Habrá que estar atentos al desempeño que siga teniendo y si mantiene los niveles que le dan las encuestadoras al inicio de año, prometedores para él y la causa de Morena pues, sin duda, influirán de alguna forma en el resultado de la votación el 6 de junio.
Estos registros porcentuales serán un acicate para la oposición, pues ya sabe ahora que tiene que redoblar su esfuerzo para mantenerse en un nivel competitivo con Morena, esto es, con el poder político que representa el gobierno.
Arias Lovillo quiere
El lunes, el exrector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, publicó en su cuenta de Twitter: “Reitero, seré candidato a la alcaldía de Xalapa si los partidos me dejan construir una plataforma ciudadana para tener un gobierno con capacidad, honestidad y verdadera equidad de género”.
Días antes, el 7 de enero había anunciado que estaba preparando la estrategia de registro como candidato independiente y que si había “dificultades insuperables” lo haría con el partido que apruebe su plataforma ciudadana (el 4 de enero, en una respuesta al caricaturista Alberto Morales le dijo: “… el PRD está dispuesto a apoyar… pero vamos por la alianza de los tres”, y cuando Yolanda Ortiz le preguntó a qué partidos se refería, le respondió escuetamente: “PRI PAN PRD”).
Por lo pronto, ayer un grupo de académicos decidió “tomarle la palabra” para construir “una plataforma ciudadana”, le ofrecen su apoyo y hablan de que su “candidatura… ofrece enormes posibilidades de triunfo”.
Raúl es un hombre preparado, con una buena gestión al frente de la Universidad Veracruzana como rector, con reconocimientos académicos en el extranjero, y en lo personal creo que haría un papel mil veces mejor que Hipólito Rodríguez, también compañero académico.
Y Elízabeth Morales también
Quien también ha expresado sus intenciones de participar en busca de la alcaldía xalapeña es la exalcaldesa y exdirigente estatal del PRI, Elízabeth Morales García. De alguna forma ha reaparecido en la vida pública, vinculada inicialmente a una presunta invitación para ser candidata de Morena.
Es clara cuando se habla con ella: quiere contribuir al bien de Xalapa si es necesario solo con la sociedad civil, aunque no le disgusta la idea de que algún partido, en especial el suyo le dé una oportunidad y aproveche su experiencia y su capital político, que indudablemente lo tiene.
El viernes pasado tomamos un largo café, me confió que prácticamente se había alejado de la vida pública y política para atender a familiares suyos que tuvieron problemas de salud, que los superaron en forma satisfactoria, que decidió regresar para participar, que como mujer tiene todo el derecho y que espera que en ella se cumpla la disposición legal de hacer efectiva la política de género. Habla y defiende sus logros cuando fue alcaldesa.
La mujer quiere, tiene ganas. Con 14 partidos en la contienda, seguramente no le faltará la oportunidad que desea.