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Jamapa, crónica de una injusticia anunciada

by Ángel Álvaro Peña

Algo sucede en el gobierno de Veracruz que hasta los asesinatos de sus alcaldes son responsabilidad de su gente. La presidenta municipal de Jamapa, Veracruz, Florisel Ríos Delfín, fue asesinada la mañana del miércoles 11 de noviembre.

Temía por su vida y la de su familia, solicitó ayuda al secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, y no sólo no le brindó protección, sino que la regañó, la amenazó y pidió que no lo molestara.

Si no pueden ofrecer protección a la estructura de gobierno de su entidad quiere decir que sólo están de adorno, son grandes huecos en autoridad en un gobierno fallido. Porque Eric Cisneros está más cerca de la complicidad que de la seguridad de los habitantes del estado al desarmar a la policía de Jamapa, por sospechas de estar relacionada con el crimen organizado.

Los policías de la localidad quisieron apoyar a Florisel Ríos de las amenazas que había sufrido, ya habían asesinado a un comandante de su policía y cuando fue a pedir apoyo, Eric Cisneros contestó con amenazas: “te quiero decir que estás mal…Tu municipio está mal y si tu esposo no se entrega, no le voy a regresar las armas a tu policía…te vamos a quitar tu policía… por eso te mataron a tu comandante”.

Cómo puede explicar estas palabras el negligente secretario de Gobierno que pareciera ser el que desgobierna Veracruz, porque su jefe, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ni siquiera es capaz de abrir la puerta a ningún ciudadano para escucharlo por lo menos.

“Temo por mi familia, no tanto ya por mí… a mis hijos los tengo resguardados”, externó Florisel reiteradamente a los medios, sin que hubiera poder humano en el estado que pudiera auxiliarla.

La alcaldesa fue localizada en la comunidad de Ixcoalco, municipio de Medellín de Bravo. A pesar de ser un municipio amenazado por la delincuencia y de haber antecedentes de problemas de agresión a ciudadanos y gobernantes, Cisneros no movió un dedo. El propio gobernador aceptó que esa circunscripción es peligrosa, porque el día de dar su declaración pública respecto del asesinato dijo que “en el municipio de Jamapa hay procesos penales e investigaciones contra funcionarios y exfuncionarios, y que no permitirá que el homicidio de la alcaldesa sea usado con fines políticos”.

Cuitláhuac García condenó el homicidio de la alcaldesa y aseguró que la Fiscalía Estatal acelerará las investigaciones para dar con los responsables, pero cómo tener expectativas sobre la seriedad de la investigación si la actual fiscal del estado de Veracruz, Verónica Hernández trabaja bajo las órdenes incondicionales del propio secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, quien presume que en la fiscalía se hace lo que él dice.

Para Cisneros el hecho de que alguna persona pertenezca a un partido diferente a Morena es señal de corrupción y delincuencia, por ello ordenó detener al esposo de la alcaldesa asesinada.

La obsesión por castigar a este municipio coloca a Eric Cisneros en el papel de fiscal, papel que no debe ejercer ni directa ni indirectamente.

Actualmente tres funcionarios y exfuncionarios del Ayuntamiento de Jamapa enfrentan procesos penales por delitos relacionados con actos de corrupción: la extesorera, María Aurora Pérez, el exdirector de Obras Públicas, Carlos Pérez y el exdirector del DIF, Fernando Hernández Terán, esposo de Florisel Ríos, quien permanece prófugo de la justicia.

Hernández Terán fue presidente del DIF municipal de Jamapa. Hace unos días, la Fiscalía Estatal obtuvo una orden de aprehensión en su contra por supuestos actos de corrupción cometidos durante su gestión.

Lo cierto es que se entregó prácticamente a la presidenta municipal de Jamapa al crimen organizado. No ha habido ni siquiera disculpas del torpe secretario de Gobierno ni arrepentimiento, lo cual exige no sólo una explicación sino su renuncia, acompañada de la de su jefe porque no han podido con la carga de un estado que sin duda les quedó muy grande. Hubo petición de ayuda, hubo amenazas, llamadas de auxilio, denuncia de advertencia, pero nada de eso importó a un secretario de Gobierno que nadie se explica qué hace en todo el día. No es posible pensar que esta persona siga como secretario de Gobierno ni el gobernador continúe con esa pasividad que le ha caracterizado desde su llegada.

La omisión es siempre cómplice de asesinato, ya sea a través de la negligencia o de la ineptitud. En ambos casos es un crimen. PEGA Y CORRE. – Movimiento Ciudadano está en crisis al ver que los candidatos a la gubernatura que dijo irían solos sin coaliciones, no dan el peso necesario para subirse a la contienda. El histriónico Samuel García y el que asegura haber heredado el talento político de su padre, Luis Donaldo Colosio, no cuentan ni con la experiencia ni con el conocimiento suficientes para competir siquiera por la presidencia municipal del más pequeño de los 51 municipios que tiene Nuevo León… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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