“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida”.
La libertad personal, es un derecho natural del hombre, inherente por su propia naturaleza desde el momento en que nace, por tanto, la ley solo la reconoce no la concede filosóficamente hablando.
Desgraciadamente, dentro del ámbito político, la privación de la libertad ha sido la forma mayormente requerida para combatir los problemas sociales, culturales o sociológicos derivados de la delincuencia, pero además, en varias ocasiones, se ha usado para presionar y generar temor o miedo, pero también, así como para obtener declaraciones y continuar formando un cuadro que sea acorde al punto político actual, o a los caprichos del dictador que ya está buscando chantajear con el fin de escribir su historia, aprovechando que tiene la pluma y el micrófono, y hasta ordenar bloqueo de cuentas bancarias, como en el caso de Medina Mora, para hacerlo renunciar con el fin de colocar a incondicionales del que parte el queso por el momento.
El martes pasado se corrió el rumor, que entre el gobierno federal y el abogado Juan Collado, quien lleva más de un año en la cárcel, se daría un acuerdo para que lograra su libertad, siempre y cuando, hable sobre cómo se dio el supuesto fraude electoral del 2006.
Recordemos que, también le fue ofrecido a Rosario Robles Berlanga, soltara la sopa y embarrara a más no poder y serían benévolos con ella. Lo anterior mencionado por Gertz Manero, cuando se le requirió, el por qué ella sí en la cárcel por un delito que no merece la pena corporal, mientras que Emilio Lozoya, sí ofreció colaborar con las autoridades mexicanas y goza de su libertad, con las comodidades de un rey a cambio de enlodar a modo.
Considero que todos estamos dispuestos a colaborar con las autoridades mexicanas, pero no embarrar a quien tenga ganas de ensuciar y manchar los caprichos de un déspota.
El presidente no felicita a Biden, hasta que se resuelvan todos los asuntos legales, exteriorizando que no desea ser “imprudente”. Llamado entonces “imprudentes” a todos los mandatarios de diversas naciones que ya hicieron lo propio al felicitar a Biden en las elecciones de Estados Unidos.
No desea ser imprudente y esperar a que se resuelvan todos los asuntos legales, lo que no hizo al felicitar a Luis Alberto Arce Catacora, hace un poco más de 20 días, incondicional de Evo Morales en su posible triunfo en las elecciones presidenciales de Bolivia, a quien radiante de felicidad habló de inmediato para felicitarlo.
Y, si no desea ser imprudente, por lo que respecta a la detención de Genaro García Luna, desde el primer momento lo condenó y hasta se permitió clamar la existencia de un narco estado, sin emitir prueba alguna y negando el principio fundamental que considera que: “Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.”
Aparentemente también, se formó un teatro con la detención del General Cienfuegos, en donde se ha estado constatando que la mano del opresor está presente, para poder darle gusto a su rencor de embarrar a como dé lugar a Calderón.
Es así como también la historia muestra fraudes de sus sucesos naturales porque como dijo Paulo Coelho: “La libertad no es la ausencia de compromisos, sino la capacidad de escoger lo que es mejor para ti” y algunos, prefieren dar gusto a quien les tiene el pie en el cuello, dando falso testimonio a cambio de su libertad, sin importar el daño a terceros, ante la consideración de que: “sentirse libre es olvidarse de todo menos de su felicidad”.