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Entre delatores y delincuentes

by Aurelio Contreras Moreno

Desesperado por encontrar la vía que le permita salir de la cárcel y de paso vengarse del ex presidente Enrique Peña Nieto por haberlo encerrado, el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa ofrece ahora sus “servicios” como “chivato”.

Luego de que otro delincuente confeso, el ex director de Odebrecht en México Luis Alberto de Meneses Weyll, salió a declarar que el dinero entregado por la empresa brasileña al últimamente muy silencioso Emilio Lozoya no fue para financiar la campaña presidencial de Peña Nieto como declaró el ex director de Pemex, sino para garantizarse contratos una vez que llegaran al gobierno –que para el caso es lo mismo-, desde la cárcel Javier Duarte de Ochoa “levantó la mano” para darle una “ayudadita” a sus “amigos” de la “4t”.

Aprovechando los privilegios de los cuales goza en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México –en donde se encuentra en una celda privada a la que le llevan comida especial, concede entrevistas y sí tiene acceso a teléfonos móviles, aunque quiera hacer creer lo contrario-, Duarte de Ochoa tuiteó la mañana de este jueves que es falso lo que dice Meneses Weyll –a quien conoce y trató muuuuuy de cerca en su sexenio- y sin que nadie se lo pidiera ni viniera a cuento, se ofreció para “colaborar” diciendo lo que supuestamente “sabe” sobre los sobornos de Odebrecht al muy bien resguardado –e impune- Emilio Lozoya y la implicación de Peña Nieto en los cochupos.

Pero al menos en Twitter, no ofreció más que banalidades: “en 2012 siendo ya

@EPN Presidente electo de México realizó una gira por Sudamérica y uno de los puntos que visitó fue Sao Paulo en Brasil. Estando en esa ciudad estuvo en casa de Marcelo Odebrecht. Ahi (sic) me llamó vía telefónica para solicitarme (instruírme) (sic) que acelerara todos los trámites y obras que el gobierno del estado de Veracruz tuviera pendiente para que Etileno XXI pudiera arrancar lo antes posible ya que él tenía un compromiso muy grande con estas personas por el apoyo que había recibido para su campaña presidencial”, escribió.

Y como es muy “acomedido” y sería “incapaz” de intentar sacar ventaja, Duarte de Ochoa se puso a la orden del régimen: “tengo la disposición de declarar todo lo que me consta en este caso ante la autoridad correspondiente SIN la necesidad de solicitar ningún criterio de oportunidad o beneficio alguno, lo hago simplemente con la intención de aclarar y apoyar en la investigación de este caso y sobretodo que se sepa la verdad”.

Para nadie es un secreto que Javier Duarte está buscando un acuerdo que le permita abandonar la prisión, al estilo del que negoció el propio Emilio Lozoya, que nunca pisó siquiera una oficina de la Fiscalía General de la República (FGR) a su llegada a México tras ser deportado y vive una reclusión domiciliaria dorada, a cambio de incriminar en una supuesta red de sobornos a los “enemigos” del presidente López Obrador. Y paso, el rencoroso ex mandatario quiere tomar revancha de Peña Nieto, quien primero lo dejó a su suerte políticamente y después lo metió a la cárcel tras perder las elecciones de 2016 en Veracruz.

Sin embargo, las acusaciones que presentó Lozoya se desinflaron más pronto que un globo de fiesta infantil y las de Duarte, con todo y que pudieran tener visos de verdad, difícilmente podrían incriminar a Peña y secuaces. E incluso, se le podrían revertir, pues las negociaciones con Odebrecht para que llevara sus multimillonarias inversiones a Veracruz –que no se limitan a Etileno XXI- comenzaron en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán –en cuya administración fue secretario de Finanzas y Planeación- y se extendieron durante el suyo.

Y tampoco debería perder de vista que así como el peñismo respondió a los amagos de la “4t” a través de Lozoya con los videos de Pío López Obrador recibiendo dinero ilegalmente –y sobre lo cual, el hermano del presidente de México busca que se declare la prescripción de los delitos que cometió- también sobre Duarte deben tener mucha más información.

Por lo pronto, este mismo jueves se difundió que el gobierno duartista, a través del Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y de Caribe “Veracruz 2014” le pagó 10 millones 674 mil pesos a la empresa “Bufete de Proyectos Información y Análisis S.A. de C.V.” para realizar y difundir contenidos en internet, compañía que está bajo investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la FGR, por su participación en la financiación de la serie “El populismo en América”, en la que se mostraba al entonces candidato de Morena como lo que, en los hechos, ha demostrado ser. Lo cual evidentemente no le gustó nada.

Entre delatores y delincuentes se vean.

 

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