¿Hubo jalón de orejas desde la Ciudad de México? ¿Tuvo que ver que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validó el triunfo de Mario Delgado como nuevo dirigente nacional de Morena, que no era el candidato del palacio de gobierno de Xalapa? ¿Fue un reconocimiento a la fuerza política del delegado federal Manuel Huerta, afín a Delgado? ¿Fue un paso calculado para tratar de negociar la dirigencia estatal de su partido, con el propósito de que quede al frente Estaban Ramírez Zepeta, pupilo del cuitlahuismo, y no Jaime Humberto Pérez Bernabe, del grupo triunfante Delgado-Huerta? ¿Es que de repente nació un espíritu de conciliación y también de amor hacia el llamado súper delegado? ¿O es que ya se dieron cuenta que si no se unen y jalan parejo se los puede cargar el payaso en 2021?
Me sorprendió ayer ver y escuchar en Facebook al gobernador Cuitláhuac García Jiménez dando un reporte de los programas federales de bienestar en el Estado, pero reconociendo que el trabajo realizado –bastante bien, por cierto, de acuerdo a la información que poseo– es de Manuel Huerta.
El mandatario estatal dirigió un mensaje al “pueblo de Veracruz y a la nación también” para expresar su extrañeza de por qué en otros gobiernos, en otros estados, “no han querido reconocer el gran trabajo que existe de apoyo de la Federación”, en clara alusión a la postura rebelde de los diez gobernadores de la Alianza Federalista que han amenazado con una ruptura del pacto fiscal por el recorte a sus presupuestos en 2021.
Dijo que en Veracruz están muy coordinados con el gobierno federal, lo que “ha traído grandes beneficios”, que pidió reconocerlo, y entonces se abrió: “le he pedido al delegado (que estaba a su izquierda y asentía con la cabeza, ambos en el antiguo recinto donde funcionó la Legislatura dentro del palacio de gobierno) que nos permitiera detallar lo que a cada Estado llega como a Veracruz”.
Aparte de las cifras (dijo que AMLO le envía a Veracruz más de 45 mil millones de pesos –¡fiuuu!– en programas que detalló), llama la atención que pese a la campaña mediática desatada en contra de Huerta, ahora no solo estuvieron juntos sino que el gobernador mencionó que le solicitó que le permitiera detallar la información, algo así como préstame tus cifras, no seas malito, o préstame tus canicas para que yo las presuma.
Para Morena en Veracruz es un buen principio si de veras se coordinan, si, como dice el dicho popular, se mascan, aunque no se traguen, y es que el gobernador perdió terreno político con la derrota de Porfirio Muñoz Ledo, con quien se la jugó inyectándole incluso recursos, y Mario Delgado será quien maneje el proceso de selección interna de candidatos de su partido, pero también quien inicie los preparativos para la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard.
He comentado en este espacio que de todos los morenos, Manuel Huerta es el más conocido en todo el Estado, y acaso el más popular, porque es quien se la ha pasado todos los días recorriendo la geografía estatal entregando directamente apoyos, atendiendo fallas o quejas, levantando los padrones de beneficiarios, para lo cual también ha creado una gigantesca estructura humana, que funciona y tiene bien aceitada, estructura que no tiene el Gobierno del Estado ni Morena como partido y que seguramente usará para promover el voto a favor de sus siglas y colores. De él dependerá en mucho el éxito de Morena y, porque así es la política, si sufren un serio revés la responsabilidad total caerá sobre el gobernador. ¿Acaso por eso buscó ahora la coordinación? ¿Qué pasaría si Huerta paralizara su estructura con tal de meterle el pie al otro para que tropiece?
Con su mensaje el gobernador hizo lo que pudo, pero, a mi juicio, no convenció a nadie, porque no diferencia que los gobernadores rebeldes no son de Morena y no tienen porqué aceptar a ciegas los programas de AMLO y dar por hecho que con eso los ayuda; lo que ellos quieren es su propio presupuesto para atender las necesidades de sus representados de acuerdo a las características de cada Estado. En realidad, él también debiera reclamar sus propios recursos y atender los graves problemas de Veracruz. Es como si él quisiera manejar desde Xalapa los recursos de los ayuntamientos con sus propios programas, aunque no atendieran las necesidades de cada municipio. ¿Qué no haría con los más de 45 mil millones de pesos que mencionó? Pero deja que los maneje el presidente a su antojo. Rebélese, señor gobernador, reclame lo que nos corresponde. Le aseguro que todos los veracruzanos lo apoyaremos.
Los caminos insospechados que tiene la política
Con la confirmación legal del triunfo de Mario Delgado, se impuso, finalmente, el ala moderada de Morena y perdió el ala radical o purista (los sectarios), del que forma parte Cuitláhuac. Eso abre el camino también para que si llegado el momento el senador Ricardo Ahued Bardahuil es el mejor posicionado en 2024 sea el próximo candidato a la gubernatura, o bien el mismo Manuel Huerta, aunque este parece enfilado ya para ser próximo senador por Veracruz.
Los federalistas obtienen su primer tanto
Al margen de los dimes y diretes entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los diez gobernadores federalistas, lo que quedó claro ayer es que estos lograron ya un tanto pues el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, informó que habrá una discusión sobre el pacto fiscal para que se vuelva más justo y equitativo.
“Nosotros estamos por iniciar, con los secretarios de finanzas de los estados, una discusión técnica del pacto fiscal que busque un sistema más justo y equitativo para todos”, publicó en su cuenta de Twitter. El beneficio no solo será para los diez, sino para todos los del país. Apóyelos, maestro Cuitláhuac.
Salió a escena ahora don Fernando
Jorge Fernández Menéndez comentó ayer en su columna de Excelsior el conflicto entre el presidente y los gobernadores. Hizo alusión al rechazo del presidente a reunirse con los rebeldes con el argumento de que “debe cuidar la investidura presidencial”, ante lo que puso signos de interrogación. Escribió:
“Por eso debe desactivarse desde Palacio Nacional (el conflicto). Alguna vez ese astuto operador y conocedor de los entretelones de la vida política nacional que era Fernando Gutiérrez Barrios me dijo que no me equivocara, que ‘cuando la silla presidencial convoca, uno va’. Puede parecer vieja política, pero no deja de ser verdad. Pero si la silla no convoca, lo que queda es la distancia y asoma la ruptura”.
Nuestros viejos sabios políticos veracruzanos. Don Jesús Reyes Heroles, don Fernando Gutiérrez Barrios… Cuánto hay que aprenderles.
Gómez Cazarín, en su papel de articulador
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, ha decidido asumir un papel más activo para tratar de apoyar al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ante la evidente falta de buenos resultados por parte de quienes debieran ser los mejores operadores políticos de la administración estatal.
Por eso acompañó ayer a la nueva presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Isabel Inés Romero Cruz, a una reunión con la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, con el propósito de trabajar articulados y ofrecer buenos resultados a los veracruzanos, que les urgen. Algo que llamó la atención fue su ofrecimiento de respeto a la autonomía de la Fiscalía y del Poder Judicial. Por ahí debe empezar todo: por el respeto a las instituciones y entre las instituciones.