¿Qué hay en los ojos de esta mujer policía? ¿Miedo, desconcierto, frustración, coraje, dolor? Agredida por feministas que creyó eran mujeres como ella
Ella es policía, pero también es mujer; es ama de casa, quizá madre con hijos, quizá con hijas. Ella vio pasar el contingente de feministas y por un momento pensó que eran mujeres, pensó que podrían ser hijas, hermanas o quizá madres como ella. Ella las escuchó exigir justicia, las escuchó pedir que se respeten los derechos de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y por un momento sintió empatía por ellas, por un momento se quiso quitar el uniforme para unirse a su causa. Pero entonces, cuando se acercaron a ella, esperando que le dieran la mano solidaria, en lugar de una sonrisa de empatía, un gesto amable de mujer a mujer, en lugar de eso una encapuchada le arrojó pintura en aerosol al rostro. De inmediato se llevó las manos a los ojos, le ardían y por un momento quedó ciega. Ya repuesta pudo ver otra realidad. Aquellas que supuso eran mujeres, aquellas que supuso defendían a la mujer, la estaban agrediendo, porque esas no eran mujeres, eran feministas; esa clase equiparable a los machistas que ocupan la violencia como lenguaje para hacerse entender. Después intentaron con sus martillos romper el escudo de acrílico que la protegía, de repente escuchó que le gritaban “perra”, “malnacida”, “hija de la chingada”. En ese momento abrió los ojos y el miedo, el desconcierto, la frustración, el coraje y el dolor trataron de entrar por su mirada. Pero no les dio espacio, porque en su mirada ya se había alojado la vergüenza. En ese momento, al verlas a ellas, le dio vergüenza ser mujer.
Si se juntan cien mil personas en el Zócalo López Obrador se iría; aunque se juntara un millón no se iría
Por supuesto, cuando López Obrador dice que, si el pueblo lo decide, él dejaría la presidencia para irse a su rancho en Palenque, Chiapas, está haciendo retórica, se está valiendo de la hipérbole, esa, “figura retórica de pensamiento que consiste en aumentar o disminuir de forma exagerada lo que se dice”. Este martes en su conferencia mañanera López Obrador volvió a la literatura, a la retórica de sus falsas intenciones: “Cómo se derrumban los gobiernos autoritarios, con la gente, con las grandes movilizaciones, sale el pueblo a la calle cientos, miles, millones, y en mi caso, a la primera manifestación de 100 mil y que yo vea que en las encuestas ya no tengo apoyo, a Palenque, Chiapas, ni siquiera espero la revocación de mandato, ahí nos vemos, porque tengo principios e ideales”. Suponga usted que se reúnen 100 mil personas en el Zócalo de la Ciudad de México, suponga que en un año el apoyo al presidente López Obrador baja y las encuestas le muestran números rojos, ya para ese entonces el presidente habrá encontrado una excusa efectiva para quedarse en el poder. Igual inventa una encuesta, una rifa o un volado; si cae águila dejó el poder, si cae sol me quedo otros seis años. Por qué en lugar de pensar en su salida no se pone mejor a gobernar.
Debate Trump-Biden. El presidente no puede ocultar su desesperación; interrumpe, miente, insulta y debate hasta con el moderador
El debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden, candidatos republicano y demócrata, se puso más intenso que los debates anteriores. Y eso porque el presidente Donald Trump no puede ocultar su desesperación, ya que las últimas encuestas el candidato demócrata, Joe Biden, muestra una ventaja de 12 puntos porcentuales sobre Donald Trump. Los temas que se abordaron fue el sistema de salud, el manejo de la crisis del coronavirus, la economía. En todos los puntos fueron constantes las interrupciones del presidente Trump; el candidato republicano interrumpió hasta a Chris Wallace, el moderador del debate. De hecho, en algún momento el mismo Trump reconoció que parecía estar debatiendo más con Chris Wallace que contra Biden. Trump interrumpió, mintió, insultó y hasta negó las cosas que dijo, pero que están grabados en videos. Por su parte el candidato demócrata intentó no contestar a lo que consideró necedades del propio Trump. Otro de los temas que se trataron en el debate fueron los 750 dólares que Donald Trump pagó en impuestos sobre la renta en 2016 y 2017. Trump aseguró que pagó millones de dólares, pero ese dato no lo podía mostrar de inmediato. Biden acusó que Trump pagó menos impuestos que una maestra de escuela.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra