Veracruz ha dado grandes periodista a nivel nacional e internacional, que tienen reconocimiento. Es momento que la Ley aplique a la problemática, que se padece en el estado. Sueldos miserables, falta de prestaciones para su seguridad, salud, facilidades para la adquisición de viviendas. Lo primero, es una de las causas de la corrupción dentro del gremio. El problema es infame para la mayoría, de quienes son profesionistas de la carrera. No es posible tener miedo por realizar un trabajo, para el que se estudió. Veracruz tiene un primer lugar de periodistas asesinados y están las victimas pero no los victimarios. Familias enlutadas por los asesinatos violentos en su contra. La injusticia de los gobiernos en turno, que benefician a sus serviles de manera abundante y a sus críticos los segrega, aniquila. Los dueños de consorcios de comunicación, que aliados a los gobernantes hacen grandes fortunas pero no apoyan a sus empleados. *** Lo que sucede en las áreas de comunicación social de las instituciones del estado, donde se manejan miles de millones de pesos a discreción. En la de gobierno han pasado verdaderos saqueadores, que se han enriquecido manejando los recursos del erario. Los casos más escandalosos son los de Gina Domínguez y Alberto Silva en el duartismo. Prósperos empresarios en varios rubros, con abultadas cuentas bancarias. Una deshonra pues mientras ellos gozan de lo superfluo, la mayoría carece de lo estricto escribiera el poeta. Regularmente los periodistas mueren en condiciones miserables, sin acceso a ninguna prebenda. Tienen que trabajar para varios medios, sobre todo las mujeres, para completar en el sostenimiento de su hogar. Un caso emblemático lo es la muerte de Regina Martínez Pérez, corresponsal de Proceso, asesinada por estrangulamiento. *** Se debe intervenir de manera enérgica, en los presupuestos destinados a los medios pues no son equitativos. En la Legislatura pasada trascendió que el 40 por ciento del presupuesto destinado al Congreso, era para los diputados dueños de medios de comunicación. Hoy mismo hay denuncias de corrupción, en contra de estos llamados jefes de prensa que ni siquiera son periodistas. Incrustan a personajes ignaros que no saben leer ni escribir correctamente, como algunos diputados. Una ofensa para una profesión tan completa, como lo es el periodismo. La omisión también es corrupción. En el desconocimiento se dedican a la extorsión. Deben revisar al respecto. Al periodista se le condena, margina, señala pero no abundan en sus necesidades. Hablando de los verdaderos informadores, pues hay los seudo periodistas- como los que ocupan las primeras filas en las mañaneras- que son deshonestos y adoptan incluso con arrogancia, prepotencia, estulticia la labor. *** Para infortunio del periodismo nacional, es el propio mandatario un juez implacable en contra. Con muchas fobias, los señala. Los expone a la ignorancia de sus huestes, que llevan la violencia verbal a la física. Según Artículo 19 del 2000 a la fecha se ha documentado 134 asesinatos de periodistas en México. 123 son hombres y 11 mujeres. 47 se registraron durante el mandato de EPN y 14 con AMLO. A como vamos, no dudamos la cifra aumentaría. Necesitamos protección a nivel internacional, pues el verdugo de los periodistas es el sátrapa que se asume como presidente. *** Veracruz el de mayor registro de asesinatos de periodistas con 29. Hoy de luto por Julio Valdivia Rodríguez de Diario El Mundo, decapitado. Uno más. ***Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.