HABLANDO DE “LADIES” Y “LORDS”

Para triunfar con ese apodo (Ladies o Lords) en México son necesarias dos cosas: creerse por encima de la ley y que haya una cámara”.

Dra. Mariluz Garay. UNAM

Resistirse a ser detenido por un oficial de tránsito haciendo alusión a su jerarquía o nivel de influencias; atropellar un ciclista y huir de la escena empujando y maldiciendo a un policía; reclamar y agredir a un empleado de una pizzería despotricando bajezas exigiendo atención desacatando los protocolos de salud; sobornar o insultar a las autoridades de tránsito por manejar en estado de ebriedad y agredirlos si lo obligan a cumplir la norma; mandar a agredir físicamente a un civil, a través de choferes o guaruras sólo porque los vehículos rozaron, etc., son acciones reprobables de personas que por su actitud altanera se han ganado hoy el mote de “Ladies” o “Lords”. [1]

Y así nos vamos enterando por los medios y redes sociales, de los comportamientos agresivos y poco tolerantes de los ciudadanos-hombres y mujeres por igual- que hoy se hacen presentes más seguido y que exhiben alteraciones de los estados emocionales derivado de diferentes causas, que veremos más adelante. Pero primero revisemos porqué y cómo se inicia el mote de las Ladies y Lords en nuestro país.

Aunque los hechos siempre han existido, empezó a acuñarse este nombre en 2011 con las famosas Ladies de Polanco. Se refería a 2 damas, detenidas en la avenida Mazaryk de la Cdmx que, de acuerdo a los dictámenes , venían supuestamente alcoholizadas y ya encolerizadas empezaron a ofender a los policías -siendo grabadas-, haciéndose viral el video en las redes y ganándose el mote de las Ladies de Polanco.

A partir de ese hecho, surgieron otros. La Lady-Profeco en 2013. Una Chica que se sintió influyente, ordenó el cierre de un restaurante sólo porque no le había asignado la mesa que ella pedía, haciendo el escándalo de su vida y exponiendo a su propio padre que era el titular de la PROFECO,  lo que derivó en la renuncia de éste [2]

O el caso de Lord Rolls Royce en 2016, que envió a sus guaruras para agredir a un policía y al ser descubierto por las redes,  procedió en su contra una denuncia por lesiones, pero también por otros delitos que tenía pendientes con la justicia en el Estado de México.

O el caso del Lord Audi en 2016, que no obstante que atropelló a un ciclista y buscó huir por la ciclovía tras haber empujado al oficial que lo amonestaba,  fue llamado a declarar y, dado que no fue considerado el hecho como delito grave, obtuvo de castigo un arreglo económico con la víctima, tener prohibido conducir en un año y someterse a atención psicológica.

El 23 de mayo pasado, falto poco para que, a la Secretaria de Trabajo y Previsión Social del gobierno federal, la balconearan como Lady Cubreboca,  pues ingresó a un supermercado usando el implemento, pero se lo quitó estando ya en el interior, lo que le valió la exhibieran, y en lugar de adoptar una actitud prudente, llamó “acosadores” en su tweet a los que la grabaron. Aquí el asunto no es el acoso,  sino la falta de congruencia pues ella ha presentado en las “mañaneras” la lista de las empresas que no cumplen con las medidas preventivas del Covid. Y 3 días después de este hecho,  otra funcionaria del gobierno federal, la Secretaria de Semarnat, fue seriamente criticada por retrasar 38 minutos un vuelo comercial a Mexicali usando sus influencias, lo que provocó la molestia y un usuario hizo viral el hecho, derivando en su renuncia al cargo.

Otro caso es el de la Lady Pizza en junio de 2020, que pudo escabullírsele a los guardias de la entrada de una pizzeria y exigió el servicio,  pero como no traía cubrebocas se lo negaron, siendo suficiente para estallar en insultos contra el personal y causando daños, tirando y rompiendo los objetos que se encontraban en el mostrador.

Y el último caso público -apenas el 28 de agosto pasado-de una señora que, en la Ciudad de México, se ganó la distinción de nombrarla : “Lady 3 pesos”, debido a que insultó al personal de una tienda por querer incorporarse con su menor hija, cuando que estaba prohibido y ello provocó su cólera insultado al empleado y exigiéndole le devolviera los 5 pesos del pago del estacionamiento. Fue tal la difusión que fue despedida de su trabajo y además tuvo que pedir una disculpa pública. Y como éstos muchos casos que suceden sin ser descubiertos.

Pero ¿por qué se dan estos comportamientos en las personas?

El término de Ladies o Lords hoy ha llegado a significar algo en el inconsciente colectivo, pasando a ser, de un método de denuncia o crítica social contra los abusos,  a una patología social en la que  se canalizan corajes o frustraciones,  tanto de los protagonistas como de los usuarios de redes,  al exhibir y hacer que escarmienten quienes adoptan comportamientos arrogantes o por hacer alarde de influyentísimo, lo que hace propicio ser descubiertos y ventilados en los medios y redes sociales intencionalmente.

Pero como decía, estos hechos si se llevan al extremo pueden pasar de un fenómeno social a una patología social. Y más hoy por la situación de la pandemia, que a una gran parte de la población le puede alterar sus estados emocionales, debiendo analizarse el hecho desde el punto de vista del que comete un acto inusual, como del que lo publica y comparte.

  1. De quien lo comete:

Las ladies y lords, adoptan comportamientos fuera de control por diferentes motivos, la mayoría de los casos se debe a la ausencia de tolerancia a la frustración. Una persona es intolerante a la frustración cuando en su historia de vida le han reforzado las conductas inadecuadas,  especialmente aquellas que tienen que ver con el solapamiento a caprichos. Personas que esperan que la gente actúe como ellos quieren y no como lo dicen las reglas sociales o normas jurídicas.

Por otra parte, estos comportamientos están relacionados con las inseguridades personales. Cuando los individuos exhiben una superioridad ficticia demostrándose arrogantes y prepotentes,  encubren en ello una gran inseguridad en el fondo. En algunas ocasiones ,  lo hacen porque se sienten protegidas por un fuero o por alguna persona que aboga por ellas. De ahí su actuar explosivo y agresivo , cuando no logran lo que quieren, no importándoles las consecuencias porque saben que hay alguien que responde por sus actos.

Cuando se trata de personas que ostentan un cargo en el gobierno, su inmadurez y egolatría hace que no sepan manejar su estatus social y político, y llegan a creer que el poseer un cargo es motivo para llevar a cabo actos o abusos que están fuera del orden social o de la Ley. Cuando debiera ser al revés. Ello aunado a su falta de tolerancia y madurez que los hace no aceptar el error y actuar con soberbia o de alterarse, explotando o desquitándose,  contra quien este enfrente.

  1. De quienes difunden o comparten el hecho.

Las reacciones del público que atestigua y graban los hechos,  o los usuarios de redes o medios que se toma la molestia de publicitar o compartir, algunos psicólogos se lo atribuyen al espíritu “voyerista” que todos tenemos dentro.  Que aparece en algunos más acentuados que en otros. Es decir, cuando los sujetos “sienten placer” que alguien esté en una situación comprometedora y más,  si se trata de alguien famoso o poderoso, porque con ello gozan en exhibirlos o verlos hacer el ridículo.

Por otra parte, también la interpretación se da,  asumiéndolo como un prejuicio social o de un resentimiento de clase. El hecho de bautizar a estos personajes como Ladies o Lords, es porque los asocian-aunque no siempre es así-, con personas de clase alta o con poder. En nuestro país esto hoy eso es muy común,  derivado de la polarización social que se alienta en los mensajes diarios de los políticos, donde los ricos son los “malos” y los pobres son los “vengadores y justicieros”.  Ello ha permitido abusos a usuarios de redes al canalizar cargas, corajes,  frustraciones y ansiedades, o sentirse con el derecho de hacer juicios sumarios de los demás, generalizando prejuicios y exhibiendo a los que ven con recelo o envidia , en este caso, los “ricos” o los que tienen “poder”, ubicándoles como individuos “a vencer”, por intolerantes y con debilidades. Es decir “la gente encuentra placer en ver a los ricos, que creen que pueden saltarse la ley, haciendo el ridículo”.[3]

Pero sea un aspecto u otro, la realidad es que a todo lo anterior se le puede ver la parte prudente y positiva. Lo favorable es el uso de las redes sociales como denuncia y castigo social del ciudadano que actúa inadecuadamente, que no se ajusta a las normas y merece ser visualizado; como igualmente el que se exhiba la impunidad en el país, porque haciéndose notar los hechos, se busca la respuesta de quien le corresponda intervenir o castigar los mismos.

Luego entonces, la existencia de las lords y las ladies es un asunto cultural y, seguirán existiendo esos casos si los ciudadanos no nos sabemos comportar o no demostramos educación en nuestro trato con los demás, misma educación que se forma desde los hogares. También , si no somos conscientes de la responsabilidad en nuestros actos y de la consideración que debemos tener hacia el medio y nuestros semejantes.

Y lo más importante, provocar en todo ello la intervención por parte de quien le corresponde restablecer el orden o aplicar la Ley, esperando se castigue a quienes,  al auspicio del privilegio que les da el poder o las influencias, se sientan con el derecho de humillar o sobajar a los demás.

En suma, pugnar por la eliminación de la cultura del abuso del más fuerte sobre el más débil, lo que los griegos llamaban isonomía , que era la búsqueda del principio de la convivencia civilizada, aquella que limita el poder y previene las injusticias del más fuerte y poderoso, garantizando por sobre todo la igualdad ante la ley y la armonía en la propia sociedad.

Gracias y hasta la próxima.

 

 

[1]https://news.culturacolectiva.com/noticias/lords-y-ladies-en-mexico/

[2] https://www.sopitas.com/noticias/%C2%BFquienes-son-las-ladies-de-polanco/

[3] Garay Marilú,  Profesora de Comunicación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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