Me parece un caso emblemático de defensa ciudadana de un espacio público con área verde, pero también la actuación arbitraria de autoridades por desconocimiento de la ley o porque simple y sencillamente no les importa pasar por encima de ella.
En Xalapa, el sábado pasado la inconformidad de vecinos del parque La Loma obligó a que trabajadores al servicio de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) suspendieran labores de delimitación y trazado de un terreno en el que pretendían construir un cuartel de la Guardia Nacional (GN), de lo que hasta entonces se enteraron.
La obra en sí es buena, pues presumiblemente significará seguridad para la capital del Estado, Coatepec (municipio con el que colinda el proyecto) y la región, pero el procedimiento arbitrario con el que se actuó hizo que se pararan de manos vecinos de las colonias Buenavista y Emiliano Zapata.
Por fortuna privó de inmediato el entendimiento de un “comandante” militar quien ante la protesta ordenó la suspensión de los trabajos y les ofreció presentarles el proyecto respectivo el lunes pasado, porque no llevaban la autorización de alguna autoridad. Un día antes un “ingeniero Daniel” había aclarado que eran de la Sedena y que un “comandante segundo” les había dado instrucciones de que construyeran ahí el cuartel.
Los inconformes pusieron en claro que el parque es un área de esparcimiento que ocupan desde hace más de 30 años, por lo que se vulneraba su derecho a un medio ambiente equilibrado, y que el Gobierno federal no les había pedido su opinión.
Dijeron que esperarían que se presentara una autorización oficial y que si no la había formarían “cinturones humanos” para impedir que ingresara maquinaria.
El lunes el secretario de Gobierno Eric Cisneros aclaró que el Gobierno del Estado había donado el terreno y reconoció que el ayuntamiento “al parecer” no tenía conocimiento. Aludió al Director de Gobernación municipal, Juan Vergel Pacheco –quien había expresado que no se había informado nada al ayuntamiento– diciendo que “desconoce muchas cosas”.
Vergel le respondió. Explicó que era necesario solicitar el cambio de uso de suelo del predio, que tendría que aprobar el Cabildo integrado por 15 personas, así como una licencia de construcción, y que no había ni una cosa ni la otra; que la postura del ayuntamiento era en pro del rescate de las áreas verdes.
Ayer miércoles el delegado federal Manuel Huerta presentó la solución: se hará en un predio contiguo (Lote 15), no se afectará ninguna área verde y ya están los recursos para comenzar la obra.
Lo que quedó en evidencia es que las autoridades actúan sin conocer los procedimientos legales y deciden a su arbitrio. Donan un terreno para una obra determinada sin saber si es apropiado y si cumple los requisitos legales, inician trabajos sin tener alguna autorización oficial y nadie se preocupa por la protección del medio ambiente. La violación de la ley, pues, por parte de quienes están obligados a conocerla y a respetarla.
En este caso la reacción de los vecinos evitó la destrucción de un área verde, así como un acto de gobierno a todas luces arbitrario. La lección debe servir a todos los veracruzanos: no deben permitir ningún atropello y, unidos, defender su patrimonio, que es el de todos. En Xalapa ya se demostró que sí se puede.
Los cachitos, ¡ay!, los cachitos
¡Carajo! Me decepciona mi gober.
Resulta que el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, no se tentó el corazón para ayudar a su amado líder Andrés Manuel López Obrador y le perdió el miedo a desprenderse de ¡100 mil pesotes! para comprar 10, sí, 10 series de cachitos de la Lotería Nacional (LN) para el sorteo del avión presidencial, sin avión (je je), del próximo día 15.
Pero, además, el hombre dio muestras de generosidad al declarar el pasado 28 de agosto que los cachitos los regalaría esta semana a sus funcionarios y a reporteros de la prensa tabasqueña con una sola condición: que el ganador de algún premio done la mitad para el ayuntamiento de Centro (Villahermosa).
(Me recordó a Fidel Herrera Beltrán, quien en la plenitud del “pinche poder” compró una serie de billetes de la Lotería en la ciudad de Veracruz y regaló cachitos entre jarochos, ¡y el número salió premiado! Hizo felices a 20 familias que todavía lo recuerdan con gratitud y uno que otro hasta con devoción.)
En Xalapa, el martes el portal alcalorpolitico.com publicó una foto donde se ve al gobernador Cuitláhuac García Jiménez en la agencia de la LN, en la calle Enríquez, a unos pasos del Palacio de Gobierno, comprando billetes para el sorteo del 15, ¡pero solo adquirió cuatro cachitos!, de 500 pesos cada uno, esto es, cooperó con AMLO con solo 2 mil pesotes. Señor, no me decepcione. Siquiera hubiera sido una serie, 10 mil pesos, que, para usted, que gana más de 70 mensuales, no son nada.
¡Señor, no la amuele! (se lo digo con respeto). Los veracruzanos no solo somos hospitalarios sino también desprendidos (nos quitamos la camisa para dársela a otro que no tiene, por ejemplo), además de generosos y ya ni se diga alegres (usted mismo puso de moda lo de los sabadabas). Ya corre la versión de que Hugo Gutiérrez Maldonado, su secretario de Seguridad Pública, quien es de Monterrey, cuando vio la foto exclamó: ¡Y dicen que los de Monterrey somos codos!
(Me pongo en el lugar de un moreno) Mi gober, se trata de la causa, de dar “aportaciones para fortalecer el movimiento”, ya vio, luego sacrificamos al pobre Pío para que ande pidiendo y recibiendo dinero, lo filmen y lo acusen de corrupto y de paso le abollen la corona de la corrupción a nuestro presi. ¡Reivindíquese, señor!, no dé motivos para críticas a los conservadores, neoliberales, a los de la prensa vendida, envíe hoy mismo a su secretario de Gobierno, el buenazo de Eric Cisneros, a que compre las series que queden. Deles con guante blanco a los críticos de siempre.
(Retomo la palabra) Me preocupa que piensen que así somos todos los veracruzanos. Cómo recuerdo lo que decía ese filósofo de la música, don Luis Arcaraz en su “Quinto Patio”: “El dinero no es la vida / es tan solo vanidad”. Bueno, el gober está chavo todavía para recordar eso, pero debe saber que eso decía Luis Arcaraz.
Cuitláhuac es un hombre con tanta suerte que en una de esas, con solo una inversión de 2 mil pesos se saca el avión, que tuvo un costo original, en 2012, de 114.6 millones de dólares, pero cuyo valor aumentó a 218.7 millones con las adecuaciones que le hicieron, cuando el dólar se cotizaba a 13.5 pesos por cada billete verde. Y tú, lector, no te hagas, ¿ya compraste tu cachito? Recuerda que si no juegas no ganas.
La UX da becas a Podemos
El nuevo partido político Podemos logró ayer un atractivo incentivo para sus integrantes y para quienes deseen unírseles. Obtuvo becas para ellos de la Universidad de Xalapa, una de las mejores casas de estudio particulares del Estado. De paso dejó abierta la invitación al rector Carlos García Méndez para que se afilie. Su dirigente Francisco Garrido Sánchez, con amplia experiencia política, no desconoce que la próxima elección será la más competida de todas cuantas ha habido y que solo con trabajo efectivo cualquier organización política podrá tener éxito. Es lo que hace.