“No es difícil tener éxito. Lo difícil es merecerlo.” – Albert Camus.
A pesar de las advertencias de académicos, investigadores, juristas, barras y colegios, todos conocedores del Derecho respecto a los claros visos de inconstitucionalidad en la Reforma al Poder Judicial presentada al Congreso, sus integrantes optaron por validar el nombramiento de 6 nuevos magistrados.
Los propuestos por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, tenían en la persona del diputado Juan Javier Gómez Cazarín a su principal aliado.
Hábil a pesar de las críticas en su contra, el legislador tuxtleco orquestó el plan para sacar a buen puerto la instrucción del Ejecutivo.
Garantizado el cabildeo y la operación política, tras meses de espera, el Poder Legislativo resuelve nuevamente en medio de escándalos.
Seguramente habrán de venírseles encima a los legisladores serías acusaciones sobre el procedimiento, el cual ya es calificado de ilegal e inconstitucional.
Y es que, si recordamos los magistrados en funciones Marco Antonio Lezama Moo y Gladys Pérez Maldonado, contaban con la protección de una suspensión provisional emitida por jueces federales a la acción de no ser promovidos para una prorroga en sus encomiendas, tal como lo estipula la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
Ante tal acción, evidentemente la culpa habrá de recaer en la Comisión Legislativa que tuvo a bien cumplir con la instrucción de dar curso al trámite a pesar de que se cometió un delito y un desacato federal, lo cual es responsabilidad de naturaleza penal federal.
De esta forma Alma Rosa Flores Ceballos, Antonio Sobrevilla Castillo, Lizbeth Aurelia Jiménez Aguirre, Itzel Castro Castillo, María Lilia Viveros Ramírez y Aileth García Cayetano protestaron como nuevos magistrados del Poder Judicial del Estado de Veracruz.
Una de las acciones sumamente relevantes por la forma en cómo se orquestó fue la sorpresiva decisión de 8 legisladores del PAN al votar de la mano con los legisladores de Morena las designaciones de magistrados.
Ciertamente el efecto Cazarín debe haber incidido en la decisión que sorprendió al mismo coordinador parlamentario del PAN, Omar Miranda Romero, quien había instruido no validar dicha medida.
La muestra evidente de sorpresa la dio el propio diputado del PAN, Enrique Cambranis, quien fue el único que emitió un posicionamiento al respecto, al asegurar que su partido político votaría en contra de esta propuesta.
Durante su intervención el panista afirmó: “El grupo legislativo de Acción Nacional votará en contra de las propuestas que mando el Ejecutivo del estado, porque el PAN no se va a prestar al juego de la simulación”.
¿Cuáles fueron las razones por las que estos 8 legisladores del PAN se unieron a la mayoría de Morena?
Solo ellos las conocen, pero ahora están señalados, así que Sergio Hernández Hernández, Judith Pineda, Monserrat Ortega, Juan Manuel de Unanue Abascal, María Josefina Gamboa Torales, María Graciela Hernández Iñiguez, Arturo Serna y María de Jesús Martínez Díaz serán seguramente acusados de traicionar a su instituto político.
¿Qué seguirá?
Seguramente desde el amonestamiento público hasta la expulsión del grupo parlamentario y del partido.
Pero ¿le conviene esto al PAN?
Por supuesto que no, mientras tanto, el efecto Cazarín dejó atónitos a muchos.
Al tiempo.
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