El poder en manos de personas inteligentes y de buena cuna puede ser un instrumento para hacer el bien. Pero el poder en manos de la gente inadecuada puede ser una herramienta para causar daño, un daño que puede ser consciente o inconsciente. El poder muta, cambia a las personas. Esos que un día repudiaron los lujos y derroches, una vez que llegan al poder se acomodan en todas esas cosas que consideraban groseras e innecesarias.
Tal es el caso del gobernador Cuitláhuac García, quien siendo diputado presumía su departamentito en la Ciudad de México donde el mismo se planchaba la ropa. Cuitláhuac García era un aguerrido crítico de los lujos y los derroches de las pasadas administraciones. Acusó lo costosa que resultaba la Casa Veracruz para los veracruzanos; una casa ostentosa en la que residían los gobernadores, casa llena de lujos y de sirvientes.
Pues a menos de dos años como gobernador, Cuitláhuac García ha mutado y se ha mudado a Casa Veracruz, esa hórrida residencia que ahora le debe parecer práctica, cómoda y digna de un mandatario a su altura. Lo dicho, el poder es un elixir que cuando los cretinos lo prueban, los vuelve locos.
con información de: https://libertadbajopalabra.com/2020/06/28/cuitlahuac-garcia-gobernador-mutante-del-sencillo-vecino-de-la-progreso-al-ostentoso-residente-de-casa-veracruz/