Dentro los días de confinamiento decretado por los gobiernos de todas las naciones del mundo, en el primer semestre de 2020, por la pandemia del covid-19. Dos hombres jóvenes fueron asesinados por la policía estatal y municipal en México. Y un hombre adulto también terminó su vida bajo la rodilla de un policía en los Estados Unidos de Norteamérica. Dichas cosas acontecieron el mes de mayo del 2020. Los primeros casos pasaron desapercibidos en sus localidades, hubo protestas en los momentos de la entrega de los cuerpos de los finados. Tanto en los de tres casos hay videograbaciones sobre los arrestos por la autoridad policiaca. El detonante fue sin duda alguna el asesinato altero en contra del afroamericano George Floyd, de 46 años, donde un oficial de policía lo somete asfixiandolo con su rodilla, por espacio de 8 minutos, el pasado 28 de mayo. Su muerte no ha sido en vano, no sólo en su país sino en muchas naciones del mundo hubo un grito de rebeldía, exigiendo justicia. Una de las implicaciones de dicho asesinato se vera reflejada en las elecciones presidenciales de la Unión América,en noviembre donde las minorías votarán en contra de la reelección de Donald Trump.
La historia de las reivindicaciones de la población de origen africano en los Estados Unidos, datan del siglo XIX, y el pasado siglo XX, los afroamericanos dieron una ejemplar lucha exigiendo el respeto a sus derechos humanos, hubo grandes e importantes avances en la racista sociedad norteamericana. Que, para las primeras años del siglo XXI, logró elegir a Barak Obama, un afroamericano; su caso es peculiar no es los históricos esclavos del siglo XVII; sino sus antepasados todavía radican en África.
Algo tienen los cuerpos policiacos en la mayor del mundo, de nada sirve que presuman tener una preparación de las academias, tampoco sirve todo el marco de legalidad en relación con los derechos humanos. La someter a ciudadanos solitarios, son eficientes, y todo el peso de la ley para cuando es un sólo individuo y máxime si forma parte de alguna minoría. El uso excesivo de la brutalidad no se hace esperar. En cambio, para crimen organizado, ahí si las fuerzas policiacas se ven incompetentes, para cualquier tipo de acción, y luego dementes que pregonan abrazos y no balazos. El 17 de octubre del 2020, pasará como el día del triunfo del Narcotráfico, Ovidio Guzmán, logró someter al Ejército Mexicano.
El asesinato de George Floyd, que fue viral gracias al video, permitió en nuestro país, saliera a la luz dos casos de iguales circunstancias, ocurridos en el mes de mayo del año en curso, un acontecido en el Cuartel de la Policía Estatal de Veracruz, “Heriberto Jara Corona” y otro en el estado de Jalisco.[1] Con tanto abuso policiaco en México que se queda en el anonimato, sin ser conocido, por miedo por parte de los deudos. Pero asesinato de George Floyd, logró que amigos y familiares en Xalapa y Jalisco, salieran a manifestar y exigir justicia para dos jóvenes asesinados.
El primer caso sucede en Xalapa, Carlos Andrés Navarro Landa, de 33 años, padre de cinco hijos, el primero de mayo es sometido por la policía estatal, el occiso realizó una transmisión en vivo en sus redes sociales denunciado que lo querían secuestrar, cfr: http://www.e-veracruz.mx/nota/2020-05-04/seguridad/tras-24-horas-detenido-carlos-fue-declarado-muerto-en-cuartel-de-xalapa. El domingo tres de mayo la familia se encontró con la novedad se su fallecimiento, por causa de un infarto, seguramente producido por la brutal golpiza. Hubo protestas muy leves, seguramente el dolor de los familiares y amigos, lo prioritario era en ese momento, era darle sepultura al cuerpo Carlos Andrés Navarro Landa.
El caso del joven Giovanni López Ramírez, 1990-2020, de oficio albañil, según sus familiares el único delito no portar el cubre bocas. El lunes 4 de mayo, en el municipio de Ixtlahuacan de los Menbrillos, Jalisco. Y al mes de lo acontecido y coincidiendo con la llegada de la ex presidente de Morena a Jalisco, se aprovecho la circunstancia para salir exigir justicia a acusar al Gobernador Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, y hacerlo responsable del asesinato; como una venganza por ser critico del gobierno federal. El ejecutivo estatal denunció que era una operación desde la Secretaria de Gobernación.
En Xalapa, el lunes 8 de junio la familia de Carlos Andrés Navarro Landa salió exigir justicia por su muerte. Una pequeña manifestación que recorrió muchas calles del centro de la ciudad Xalapa, yo lo vi pasar mi hogar por la Cruz de la Misión. El Gobierno del Estado, mandó a sus profesionales de pintas con excelente caligrafías y vándalos también profesionales de destrucción, el objetivo fue claro el Edificio de Seguridad Publica, (fuego amigo) las iglesias, Beaterio y Catedral. Los bancos y las tiendas comerciales. Aquí no hubo gritos de “Cuitláhuac Asesino” como en Jalisco, quieren hacer responsable al gobernador del estado de la policía municipal. Cfr: https://youtu.be/nufa1HMq_CY
La Iglesia Católica Apostólica Romana de Xalapa, afirma: Un pequeño grupo de manifestantes, secuestró el centro de la ciudad, rompiendo vidrios, dañando negocios y agrediendo iglesias; dañaron la puerta del templo expiatorio, el Beaterio, e ingresaron al interior y dañaron una imagen religiosa; en la plaza y la catedral hubo destrozos y agresiones. Es contradictorio que la turba haya sido resguardada por patrullas de tránsito mientras que nadie de las fuerzas del orden se hizo presente para detener a los agresores mientras delinquían. Esta es una expresión de grave impunidad que no se puede solapar. Exigimos justicia para los miles de veracruzanos que han muerto en los últimos 18 meses en el territorio estatal. Y que la muerte George Floyd no haya sido en vano en todo el mundo.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Muerte_de_Giovanni_López