En medio del momento más grave de la pandemia del Covid-19 que está viviendo el país, el gobierno de la equivocada llamada “cuarta transformación”, ataca a quiénes no están de acuerdo con sus retrógradas ideas.
El tema que nos ocupa en esta ocasión, que es el aprovechar todo lo aprovechable para tratar de “engañar al pueblo sabio” y desprestigiar a los que no tienen las mismas ideas equivocadas, se organizó y llevó a cabo una agresión por vándalos el pasado jueves 4 del presente mes al Palacio de Gobierno del Estado de Jalisco, en la ciudad de Guadalajara. Usando como pretexto la muerte del albañil Giovanni López en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, de ese Estado, unas semanas antes, por policías municipales.
Con un grupo de encapuchados, como los que atacaron hace unas semanas instalaciones gubernamentales, privadas y medios de comunicación en la Ciudad de México, sin que la fuerza pública hiciera nada para evitarlo. Como sucedió ante las instalaciones del periódico La Prensa en el centro de la capital de la República Mexicana, en donde cuando estaba la manifestación de las personas que la hicieron en forma pacífica, se colaron encapuchados (vestimenta totalmente similar a los de la Ciudad de Guadalajara) que agredieron las instalaciones del edificio, incendiaron transportes del periódico y automóviles que estaban estacionados en esa calle.
Pero en el momento que los manifestantes se opusieron a esas acciones y los medios de comunicación comenzaron a gravarlos, sin problema alguno se retiraron, ante la no acción para detenerlos de los policías capitalinos ahí presentes. Lo que deja claramente que ese tipo de vándalos está siendo patrocinado por alguien que forma parte del gobierno en turno y los utiliza para desvirtuar cualquier movimiento que le conviene.
Agresión al Gobierno de Jalisco, el que se ha caracterizado por no estar de acuerdo con todo lo que Andrés Manuel quiere. Lo que motivó que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, que alcanzo la gubernatura por medio de Movimiento Ciudadano (MC), pero ahora es independiente, expresará en abierta alusión a López Obrador: “gente de su gobierno y de su partido apuesta a la violencia para mantener el poder” A lo que Andrés Manuel, en su desprestigiada mañanera del siguiente día, expresará: “el que acusa tiene que probarlo para actuar de manera responsable”, en tono bastante molesto.
Pero todo indica que las cosas no quedaron ahí. Pues el viernes 5, otro grupillo de aproximadamente 50 encapuchados, con vestimenta similar a los que atacaron en Guadalajara el Palacio de Gobierno, se manifestara frente a la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, en el Paseo de la Reforma, el motivo, nunca se supo si era por el asesinato del norteamericano George Floyd por parte de un policía de ese país o por el mexicano Giovanni López, quien también perdió la vida en manos de un policía municipal del Estado de Jalisco.
Grupo que además de paralizar por más de 4 horas la principal avenida de la Ciudad de México, pues inexplicablemente las autoridades de tránsito la cerraron desde la céntrica Avenido Hidalgo, hasta su entronque con el periférico a la altura del Auditorio Nacional. Gozando de total impunidad, destrozaron a su paso todo lo que encontraban, desde comercios hasta las señaléticas de la Ciudad, como si eso aportara alguna solución, por lo que se manifestaban, lo que nunca estuvo claro, pues no lo expresaron.
Siendo otra de las cosas que llamaron la atención, las agresiones a los representantes de los medios de comunicación. Situación qué en mis 50 años aproximadamente de ejercer el periodismo, no recuerdo que manifestantes lo hayan hecho. Pues la presencia de los medios es una garantía para los manifestantes, tanto de que se conocerá su inconformidad, como que habrá seguridad de no ser agredidos por las llamadas “fuerzas de orden”.
Y aquí es en donde está lo grave de la situación que vive el país. Desde que inició la actual administración federal, nunca se ha dejado de atacar a los medios de comunicación, simple y sencillamente porque no estamos de acuerdo con sus aberraciones.
Finalizando el vandalístico recorrido en la Casas Jalisco -casualmente, no intencionalmente- que es la representación de ese Estado en la Ciudad de México, que por cierto está bastante retirada de la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, recorrido durante el cual, las acciones fuera de la ley por parte de todos estos sujetaos continuaron, sin intervención alguna de parte de las fuerzas del orden capitalinas.
Por todo lo sucedido el pasado viernes 5 del presente mes en la capital de la República Mexicana, hay que preguntarle a la doctora Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel ¿en dónde quedo el estado de derecho? Que nada tiene que ver con la represión, acción en la que no quería incurrir la Jefa de Gobierno, pero que son dos cosas totalmente distintas. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el miércoles. [email protected] (Fech. Púb. Lun. 8-junio-20)
