“Amo la traición, pero odio al traidor.” – Julio César.
Cuando nos preguntamos ¿qué es la política? Los avezados recurrirán seguramente a las definiciones para explicarlo, quizá en síntesis podríamos decir que es la “ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados.”
Quizá existan otros que afirmen que es la forma y manera de aprender a controlar las pasiones humanas, para entonces sí, intentar controlar y manejar a las multitudes.
Como sea que se defina, la política no es una ciencia para inexpertos, mucho menos para advenedizos venidos a más.
Por muchas razones, es una de las ciencias humanas que mayor esfuerzo y dedicación debe tener para llegado el momento, poner todos los conocimientos y habilidades al servicio de los demás.
Pero en ese recorrer, en ese intentar, existen algunos que han hecho del ejercicio de la política un espacio para crear los más complejos tratados de la alta traición.
Así en Veracruz se vive un capítulo de verdadera telenovela, en donde los protagonistas se zancadilla un día sí y otro también en su iluso intento por controlar y hacerse sentir, otrora todos poderosos.
Lo consumado en el Congreso de Veracruz el mediodía de este jueves es la clara evidencia de que al interior del Gobierno la lealtad y el proyecto de un solo personaje no existe.
La acción consumada por un grupo de legisladores de Morena evidenció que el compromiso y lealtad para su Gobernador es nulo, o, mejor dicho, no existe.
La convicción y el compromiso de los representantes populares quedó en las manos del secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos quien terminó por evidenciarlos y venderlos cuales marionetas de un pésimo circo.
La llegada a la Fiscalía General Anticorrupción de Clementina Salazar Cruz en lugar de Ailett García Cayetano fue el rompimiento de lanzas en una batalla que en próximas semanas habrá mucho de pesar.
La elegida y protegida del mandatario veracruzano por consanguinidad, más no por afinidad política se fue simplemente por el retrete de la traición, la fuerza del mandatario veracruzano quedó en entre dicho, mostrando tener menos potencia que un Tehuacán sin gas.
Los sueños guajiros de pretender imponer por ende en la alcaldía de Xalapa a la hermana de la propia Ailett García, la diputada federal Dorheny García Cayetano se esfuman como se esfumo el sueño de colocar a la primera en la Fiscalía Anticorrupción.
El intento de tomar como cabeza de playa a la Fiscalía Anticorrupción para emprender el asalto por la administración municipal demuestran que Cuitláhuac García solo cuenta con dos aliados en la administración estatal, uno en José Luis Lima Franco en la Sefiplan y el otro en Zenyazen Roberto Escobar García en la SEV.
Y es que ambos funcionarios han sido fieles a la investidura y al personaje por voluntad y principios, tanto que, en ambos casos, han sido literalmente grillados en las más altas esferas del Gobierno Federal, sin poder removerlos por instrucción presidencial.
¿Cuánto tiempo más habrá de tolerar dicho comportamiento y traición de quienes se dicen sus fieles colaboradores?
Hoy Cuitláhuac García comprobó que en el ejercicio de gobernar la traición es imperdonable.
Sextante.
Una inminente revuelta se comienza a consumar al interior del propio Gobierno Federal, pues trabajadores denominados “servidores de la nación” están ofendidos y hartos del trato que reciben del propio presidente López Obrador y de sus jefes inmediatos en la cruzada por producir lo que ellos califican como el estado del no bienestar.
Y es que empleados denominados UBAS se dicen aterrados de la política social emprendida en medio de la pandemia por el Covid-19, misma que los expone a una muerte inminente.
Los trabajadores al mando del Almirante en retiro Manuel Solano, bajo la supervisión de la maestra Alicia Fernández lamentan que se sigan enviando al personal a mantener contacto directo con la sociedad, en medio de la crisis sanitaria.
Primero les prometieron que solo se trataría de entregar el apoyo de 7 mil 500 pesos a los adultos mayores, pero terminada esa tarea, la orden fue tajante ahora se van a buscar a las madres solteras y todo los que se acumulen.
Lo lamentable de la medida es que a este personal de valiosas mujeres y hombres no les ampara más que su pago por honorarios y párele de contar, pues ni servicio médico garantizado tienen.
Esperemos que los pupilos del delegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara y de la maestra Rosa María Hernández Espejo rápidamente sean atendidos y considerados sin represalias, ni amenazas, simplemente bajo el criterio de protegerles de un contagio que pudiera ser mortal.
Al tiempo.
astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx
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